Capítulo 4: Todos al mismo nivel o ninguno participa.

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Naruto pertenece a Masashi Kishimoto

En toda una semana, que Kakashi no los entrenó, ni los llamó para misión alguna, Sakura y Naruto, avanzaron con los pergaminos, más de lo que lo habían hecho con el Jōnnin demorado, en calidad de pobre y lamentable instructor.

Naruto aprendió bastantes Katas de Taijutsu a gran velocidad, aprendió también el Bōjutsu con la misma rapidez.

Sakura hizo de Naruto más... flexible físicamente. Le ayudó a calmarse, le enseñó a meditar, le enseñó que el Kage Bunshin aprendía también y lo forzó a aprender estrategias.

Juntos, aprendieron a usar otras armas e hilo Ninja.


Lentamente, un vínculo se fue formando entre ambos.

Sakura comenzó a tomarse más en serio el ser una Kunoichi y dejó de vestir con ese atuendo rojo oscuro tipo kimono de mangas cortas con pequeños círculos sobre éstas, con aberturas en las piernas, además de las mallas de color verde oscuro. Desde que comenzó a entrenar con Naruto, comenzó a vestir con una camiseta de manga corta de color rojo y un pantalón corto de color negro tipo lycra, así que le abrazaba las piernas y era mejor para dar patadas y correr.

Sin el consejo de Sakura, Naruto seguiría vistiendo como siempre. Pero gracias a ella, se percató de que su mejor Jutsu era el Henge, así que lo utilizó, para que su cabello fuera castaño y peinado con muchos flequillos cubriendo su frente. Entraron en varias tiendas de ropa, comprándole camisetas, pantalones y chaquetas, para diversificar los colores y el guardarropa en general del Jinchūriki.


En una de las muchas sesiones de entrenamiento junto a Naruto, mientras que la chica de cabello rosado y el rubio, esperaban a que llegaran Sasuke y Kakashi-Sensei quien aparentemente, quería darles una noticia; Sakura tomó uno de aquellos pergaminos de Naruto, aquel otorgado por la tal Sarada, comenzó a buscar en él, solo para detenerse un momento, para reflexionar y mirar sus pesas en brazos, con forma de pulseras rosadas, miró de forma desenfocada, las de sus piernas. —En esta semana... me he estado haciendo más apegada a Naruto, ya casi ni pienso en Sasuke —al tratar de pensar en Sasuke, la imagen de Naruto la reemplazó y una de sus muchas pesadillas recientes, apareció en su mente. —Naruto... —recordó cuando Naruto trató de hacer equipo con ella, durante la prueba de Kakashi. Recordó cuando la protegió de los Hermanos Demonio...


Recuerdo

Una Sakura de siete años de edad, lloraba mientras veía a unas niñas jugando. —Oye, ¿Puedo saber qué te pasa? —era la voz de un niño. Ella lo miró. Era un niño de cabello rubio erizado y ojos azules. El niño miró hacia los niños y niñas, que jugaban en el parque. — ¿Por qué no juegas con ellos? —inconscientemente, se sentó a su lado.

Dicen... que mi frente me hace fea —las lágrimas aparecieron en el rostro de la niña.

El niño le enseñó una sonrisa. —No te hace fea. Junto a tu cabello y ojos, te hacen muy linda. Soy Naruto.

Soy Sakura...

Fin del Recuerdo


Sakura se sonrojó ¿No se suponía, que ella había olvidado eso? Los recuerdos de Sasuke despreciándola en la academia, no aceptando su ayuda en los entrenamientos, alejándola de él en Nami no Kuni, las pesadillas de versiones mayores de ella... (quizás de 16 años o incluso 20 años, siendo despreciada por el Uchiha) Miró hacía el cielo, deteniendo su entrenamiento, por un instante — ¿vale la pena, pelear por el amor de alguien, a quien ni siquiera le importo? —miró a Naruto. Al pesar en la balanza, si valía más la amistad y el cariño de Naruto, contra el desprecio de Sasuke, era obvio quien ganaba.

La Oportunidad del Amor (NaruSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora