CAPÍTULO 11.

5.9K 339 14
                                    

—Supongo que Elliot te habló sobre Harrison Industries — asentí — bueno, pues la clausula que debían cumplir ya fue cumplida.

—¿Qué? — preguntó Elliot.

—Para poder recibir sus empresas debía casarse uno de ustedes y ya lo hiciste, a partir de mañana la empresa pasa a tu mando — Elliot se quedó sin palabras.

—Eres el nuevo jefe de Harrison Industries, ahora debes seguir con el legado que les dejarás a tus hijos.

Seguimos ahí durante unas horas más, después nos despedimos y salimos al auto, subimos y Elliot comenzó a conducir al apartamento.

—Parece que tu día libre quedó en el olvido — le dije riéndome y sonrió.

—Eso veo, pero ya que soy el jefe, puedo pedir el día.

—Eso no estará bien, debes de cumplir con tu trabajo y eso es desde el primer día.

—No me regañes — me reí y bostecé. — Alguien tiene sueño.

—Poquito.

Llegamos al edificio y subimos directamente al apartamento, apenas entramos fuimos a la habitación, me puse un short de pijama y tomé una camisa de Elliot, me preparé para dormir y me subí a la cama, unos minutos después salió Elliot.

—Ya escogiste la camisa.

—No, más bien dije estoy casada, mi esposo tiene demasiadas camisas, ¿por qué usar una? si puedo usar todas — se rió.

—Bueno, utiliza las que quieras y si quieres comprar más, compra, ahora tu cuenta de banco se redoblará — reímos.

—Me conformo con estas, pero ya sube a la cama que tengo frío.

—¿Me usarás como cobija? — dijo ofendido.

—Gracias a mí comenzaras a dirigir una empresa gigante, así que lo que debes hacer por tu esposa es no dejarla morir de frío — sonrió y se subió a la cama, apenas se acostó, me pegué a él y me abrazó.

—Bueno esposa, mañana iremos a James Industries, hablaré con Joe y te dejaré bajo el mando de el nuevo jefe de finanzas y después iré a la empresa, volveré por ti cuando salgas.

—No quiero tener un nuevo jefe, quiero a mi jefe antiguo y viejo — me reí.

—Oye, no estoy viejo.

—Yo te imaginaba viejo y feo.

—¿Y qué te pareció cuando me viste?

—Nada que ver, era joven y no tan guapo, pero si tenía sus cualidades.

—Pues yo tuve a una ayudante y aprendiz muy guapa e inteligente — le sonreí y acarició mi mejilla — Si alguien te hace daño o quiere pasarse contigo de listo, quiero que me lo digas ¿Está bien?

—Sí.

—Buenas noches, descansa.

—Buenas noches, Elliot.

Elliot apagó la luz y lentamente nos fuimos quedando dormidos. Escuché mi alarma, la apagué y me levanté, Elliot seguía dormido, me duché e hice mi rutina diaria, cuando terminé salí a la cocina y preparé el desayuno, estaba terminándolo cuando Elliot salió ya arreglado de la habitación.

—Buenos días Isa.

—Buenos días Elliot — se acercó y besó mi frente.

—Huele delicioso.

—Gracias, siéntate para desayunar — se sentó y le llevé el desayuno, tomé el mío y lo puse frente a él, me senté y comenzamos a desayunar juntos. —¿Listo para tu primer día?

NUESTRO ERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora