CAPÍTULO 24.

5.6K 291 10
                                    

—¿Por qué?

—Estás muy callado.

—Estoy pensando.

—¿En qué?

—Que si te sientes mal mañana, será mejor que no vayamos a trabajar.

—Estoy bien amor, ya me siento mucho mejor.

—No podemos arriesgarnos, también debes descansar.

—Mañana es la fiesta en la noche.

—No importa.

—Elliot, tienes que estar ahí.

—Amor, primero estás tú.

—Y voy a ir contigo, no me alejaré de ti en ningún momento, así podrás vigilarme.

—Amor.

—Todo va a estar bien — lo besé.

—Está bien.

—Termina de comer.

—Tú también, tienes el plato a la mitad.

—Sí señor, pero este es mi segundo plato.

—¿Segundo?

—Sí.

—Sí que tienes hambre ¿Entonces no quieres nieve?

—Sí, se me antojó.

—¿Se te antojó?

—Sí.

Cuando terminamos de comer, fuimos a la sala, iba a lavar los trastes pero Elliot no me dejó, Elliot se sentó cinco segundos antes de levantarse.

—¿A dónde vas? — pregunté.

—Por tu nieve ¿Quieres ir?

—No gracias, estoy un poco cansada.

—Entonces ahora vuelvo.

—Ok.

Me besó suavemente y salió del apartamento, me acosté en el sillón y escuché una notificación de mi celular, estaba cansada, me levanté y fui por el celular, lo tomé y vi una notificación sin importancia, necesitaba saber sobre mi periodo, abrí la aplicación y miré, tenía una semana de retraso, mis periodos siempre han sido regulares, una sensación de mareo me golpeó y me senté en la cama...un retraso, mareos, náuseas, vómitos, antojos, sueño, ni, no puede ser ¿Y si estoy embarazada? Pero nos cuidamos, no puede ser, las náuseas me golpearon y corrí al baño, apenas estuve ahí, comencé a vomitar, escuché a Elliot entrar corriendo, se acercó a mí rápidamente y sostuvo mi cabello, comenzó a saber mi espalda de forma circular hasta que terminé de vomitar, me quedé en el suelo sentada y recargué mi cabeza en la pared.

—¿Estás bien? — asentí.

—Elliot, creo que...estoy embarazada.

—Tengo la ligera sospecha de que puede ser que sí.

—Pero nos cuidamos, siempre.

—Los preservativos no son 100% efectivos — comencé a llorar, demasiada información en tan pocos minutos — Tranquila mi amor, todo va a estar bien, casi recibirás tu título no interferirá con tus estudios, además, no estás sola, estás conmigo y los dos juntos vamos a poder, todo va a estar bien, ya lo verás.

—¿Entonces sí lo vas a querer?

—Claro que lo voy a querer, surgió de nuestro amor, es fruto de nuestro amor, mentiría si te dijera que no me alegra la idea de ser papá. — Lo abracé.

NUESTRO ERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora