CAPÍTULO 46.

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Estaba cerca de mí orgasmo, podía sentirlo, Elliot se enterró más en mí y lo alcancé, sentí una explosión de sensaciones dentro de mí y mi cuerpo tembló, Elliot alcanzó su orgasmo y se corrió dentro de mí, salió de mi interior y se acostó a mi lado, recargué mi cabeza sobre su pecho y me rodeó con sus brazos.

—¿Estás bien? — preguntó.

—Perfectamente.

—Ya es hora de dormir señorita.

—Lo sé, pero no estoy cansada.

—¿Qué quieres hacer?

—Nada, estar así.

—¿Cómo están estos pequeños? — se acercó a mí vientre y lo besó.

—Perfectamente.

—¿Están más tranquilos?

—Mucho.

—Nena, es hora de que duermas, debes descansar.

—No quiero.

—Pero debes — Me dio hambre, me levanté de la cama y me puse un conjunto de ropa interior. — ¿A dónde vas?

—A la cocina.

—¿Para qué?

—Tengo hambre — dije sobando mi barriga y Elliot se rió.

—Mi amor, acabas de comer.

—Me faltó el postre, tus pequeños futbolistas no me dejaron esperar el postre — Se rió y se acercó a la orilla de la cama, me tomó de la cintura y me acercó a él, depositó un beso en mi vientre.

—Eso está mal pequeños, deben despertar a que mami coma postre, ya ven, ahora tiene hambre.

—Así es.

Acaricié su cabello, me soltó de la cintura y se acostó en la cama mirándome, puse mis manos en mi cintura e hice una pose de modelo.

—¿Te gusta mi pose de modelo?

—Me gusta más la modelo.

—Pero soy una modelo gorda.

—No eres una modelo gorda, eres una modelo sexy.

—¿Sexy?

—Muy sexy.

—Mejor iré a la cocina a comer algo antes de que terminemos en la cama nuevamente.

—Yo te puedo dar el postre cariño.

—No gracias, quiero otro tipo de postre.

—Bueno, mi postre puede esperar.

—Será mejor que espere a dejar morir a una mamá y dos pequeños con hambre.

—Yo te traigo lo que quieras, acuéstate.

—Yo voy mi amor, acuéstate tú.

—Pero amor.

—No pasa nada cariño, debo caminar.

—Pero...

—Pero nada cariño, estoy bien, solo voy por algo a la cocina.

—Está bien.

Sonreí, deposité un beso en sus labios y salí de la habitación, fui directamente a la cocina, busqué que había para comer y me encontré con un bote de nieve de chocolate, lo tomé, encontré chocolates pequeños y le puse al bote, iba a salir de la cocina cuando vi un bote de chocolate, lo tomé y le agregué después le puse mermelada de fresa, tomé mi cuchara y enfilé a la habitación, me senté en la cama, Elliot se acercó y vio mi combinación.

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