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Me han traído a un infierno de hielo.

Increíble.

Cuando te dicen que tienes que irte de tu ciudad para irte a vivir a otra donde no conoces a nadie y tienes que empezar una nueva vida, te da un dolor de culo impresionante, por así decirlo.

Tener que dejar todo atras, tu casa, tu auto, amigos, dejar la universidad y así dejar tu carrera y trabajo es una mierda.

Increíble que me hallan sacado de donde estaba como si fuera un peligro para la sociedad. Lo que me falta es que me quieran meter en un puto psiquiátrico.

Miro por la ventanilla del auto en dónde me encuentro y si que no deseo estar aquí, si estamos en junio y hace frío, en diciembre esto va hacer un infierno congelado más de lo que ya está.

—Quita esa cara.

—¿Quieres que quite está cara cuando me viniste a meter en este infierno?— enarco una ceja con hastío.

—Si Alaska es hermoso. ¿De que te quejas?

—Pero para donde nos estás llevando puedo notar que esta más lejos que mi opción por ser amable con la gente. Esta en el culo del puto mundo.

-Los estoy llevando a un instituto para chicos especiales —masculla, molesto.

—Naithan no tiene nada de especial. Yo si, pero el no. ¿Para que pierdes el tiempo?.

—Naithan es simple.... tu si eres especial en otro sentido. Sabes porqué estamos acá.

—Yo no tengo poderes, el por muy raro que parezca, si tiene.

—Eso crees tú.

—Yo no soy ningún ser espiritual ni nada de esa mierda.

—No, pero tienes un poder que aún no sabemos cuál es con exactitud pero que es especial, podrás ser humano pero aún así entraras en el instituto.

—Mira como sonrió y brillo de la alegria—- digo con ironia.

Giro mi rostro hacia él y mi padre sonríe con burla ante mi burla. Siempre e sido así y a él le a parecido una puta molestia, pero jamás se queja.

—Si te crees una persona fría— el auto se detiene de golpe— Ya verás lo que ahí dentro de estos muros.

—¿Acaso ahí seres coloridos y ponis?— pregunto— porque si pretendes que cambie, pues ve escondiendo los ponis porque los mataré y colgaré sus cabezas como trofeo.

Suelta una risa burlona.

Miro por la ventanilla y efectivamente como dijo, ahí unos grandes muros de más de 10 metros rodeando un lugar, o más bien un castillo que se hace ver después que pasamos por una puerta de hierro. El auto sigue por la carretera con hielo y el castillo tipo película se hace ver ante mis ojos.

Muy, pero muy alto en piedra oscura con estatuas de gargolas en lo más alto de las torres y angeles caídos en piedra. Puedo ver grandes jardines llenos de césped pero que el sitio se ve opaco y terrorífico gracias a la falta de luz solar.

—Se ve muy terrorífico para poder ser un castillo de ponis y princesas— comento— ¿Enserio crees que me harás cambiar en un sitio que todo será color de rosas?

Corona Sangrienta #1 [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora