XXVII

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-¡Que empiece la fiesta!- grita veronica con emoción haciendo a todas las personas a mi alrededor gritar y aplaudir emocionados.

Le gente sigue su camino yendo hacia el festival que ahí ante mis ojos y habían detenido para verme mientras Saúl daba la bienvenida al festival.

Empieza la música de nuevo, las personas vuelven a bailar emocionadas mientras los niños se acercan con algo de temor a mi y me regalan flores de todos los colores y tipos que puedan existir, una que otra niña que me regala algún collar o par de aretes, uno que otro niño me regala lo que tiene a la mano, de un caramelo a un globo muy bonito de colores brillantes haciéndome sonreir.

Me quedo con los anillos, aretes y collares y me cuelgo uno que otro collar en el cuello y pido que guarden lo demás mientras los niños siguen dándome cualquier cosita que le acepto con una sonrisa porque no solo los detalles son bien lindos por simples que sean, si no que todos esos niños que se me acercan son preciosos.

Con razón estás razas están ocultas de la raza humana porque simplemente son hermosos y extraños para la vista de cualquier humano. Porque uno que otro tiene cuernitos en su cabeza o si no alas, o otros son solamente niños pequeños y muy bonitos con grandes sonrisas en sus caritas.

Yo odio a los niños muchas veces pero hoy, hoy adoro a todas esas criaturitas que se me acercan con ojos brillantes y alegres.

Saúl me dirige por el festival y con cada paso que doy las personas me saludan con una gran sonrisa sin verse como hipócritas ni intensos, solo me saludan como si fueran conocidos sin llegar a tocar o hacer algo de más.

La música, los colores, todo es precioso y sobre todo es interesante todas las personas que caminan a mi alrededor que rien, hablan entre sí y comen cualquier bocadillo que han comprado en las tiendas que ahí a los alrededores de la calle por dónde transitamos.

-Aquellas son hadas de la tierra- me dice Verónica en un susurro caminando a mi lado señalando a unas hadas que tiene unas alas grandes y con una especie de flores muy bonitas.

-Son impresionantes.

-¡Si!- salta emocionada- ¡Oh mira! Ellos son hadas del agua, controlan el agua así como Elsa la de Frozen.

Sonrió divertida cuando señala fascinada a unas hadas que tienen unas hermosas alas del color de la nieve, sus cuernos son de blanco preciosos y su pelo es del blanco marfil haciéndolas ver aún más imponentes con los ojos oscuros azules. Sonríen divertidos al ver la emoción de Verónica y menean las manos en forma de saludo.

Caminamos un poco más viendo los puestos que están abarrotados de personas y cosas muy bonitas. Unos puestos venden cositas para las cocinas, accesorios, otros venden joyas, libros, comida, de todo lo que te puedas imaginar y cada negocio por el que pasamos es aún más grande y llenos de cosas dejándome impresionada.

Los colores es algo que me tiene muy alegre ya que son miles de colores en un solo lugar digno de un festival parecido a un carnaval muy grande e impresionante.

No me quedo tan sorprendida ya que mis amigos latinos me han llevado a fiestas cómo estás y estoy acostumbrada, pero apuesto que estás personas sacan estas temáticas de los latinos porque este festival es digno de ver.

Verónica se para uno que en otro puesto a comprar cositas y me pide su opinión cada una que cómoda y aún que todo me llama la atención no hace falta que me lleve nada porque cuando menciono que algo me gusta y pregunto el precio me lo quieren regalar y me da rabia.

Porque osea, soy su reina pero eso no significa que me vayan a dar gratis hasta la pajilla que vaya a agarrar para tomar el juguito que voy a tomar. Que por cierto, también me lo quisieron regalar pero el señor tuvo que aceptar mi dinero.

Corona Sangrienta #1 [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora