Corona Sangrienta #1 [En proceso]

XXXI

Luego de que Caleb se lleva a los Kozlova me quedo mas tranquila que ahora sí puedo pelear como debo para proteger está corte y ayudar a Luna que por lo que me dicen mis hombres mientras me visto, ella esta luchando por su corte como toda una reina.

Me quito el vestido y me pongo un shorts de jeans, una blusa blanca y unas zapatillas planas sabiendo que así voy a poder matar a diestra y siniestra gracias a lo ligera que estoy.

Todo lo que se me lance encima asegurando mis dagas que se ajustan a mi cuerpo.

Salgo de la habitación rodeada de mis hombres y me desvanezco hasta llegar al puesto donde está Ramiro arrancando cabezas con uñas y dientes demostrando ser el hombre lobo más poderoso de su generación.

Lo acorralan en ese gran pasillo una cantidad de hombres que se ven aterradores con la piel blanca pálida y venas negras que le recorren todo el cuerpo hasta los ojos siendo una criatura aterradora y sí no fuera porque se controlar mis emociones ya me hubiera asustado.

Los hombres de Ramiro intentan llegar a el para ayudar a salvarlo de las criaturas que lo rodean mientras sus hombres pelean contra los que van contra ellos cortándole el paso hacia su rey.

Muevo mis dedos moviendo mis hilos de energía hasta enterrarlos en esas asquerosas criaturas, llegar hasta sus almas y mentes y arrancarles la cabeza haciendo que vuelven por el aire llenado mis piernas de sangre negra y espesa. Si no fuera porque aparte la cara me hubiera caído en toda la cara esa mezcla viscosa.

Todos los hombres de Ramiro se giran hacia mí incluyendo lo a él cuando todos los cuerpos caen al piso en un golpe seco dejando en este lado de la corte en sumo silencio.

-Ya era hora- dice Ramiro al mirarme.

-Luna necesita ayuda- informo.

-Juakin está con ella. Vamos.

Me desvanezco hasta donde ella está sintiendo a todo mi escuadrón de vampiros y a Ramiro con sus hombres pisando nuestros talones hasta que me detengo en el salón principal del castillo en la primera planta para observar como las brujas, gargolas, varios vampiros y dragones pelean ayúdanos a la reina que esta entre todos ellos peleando para proteger su corte.

-Los niños... ¿Dónde mierda están los niños?- pregunto a Juakin en un grito que se escucha por encima de la batalla ante mis ojos.

El le arranca la cabeza a una de esas cosas y se gira hacia mi con dos espadas en cada mano y el traje que lleva puesto lleno de esa cosa negra que sale del cuerpo de esas criaturas cuando le haces algún corte a su fea piel.

-No hemos podido llegar, deben de estar llevándose los por la zona norte de la corte.

-¿Puedes aquí?- se le lanzan tres cosas más y en segundos veo como los mata a los tres sin darles oportunidad de tocarlo.

-Salva a esos niños, Lucia- me pide sabiendo que soy la única que podrá llegar allí tan rápido para salvar a esos niños.

Me desvanezco y no e cruzado dos pasillos hacia el lado norte de la corte cuando aparecen más de 15 cosas de esas. Suelto un bufido molesta y con la ayuda de mis hombres y Ramiro los lobos nos encargamos de matar a todas esas cosas.

Me parece una mierda que con cada ves que matamos más aparecen de todos lados como si fuera una maldita invasión. Ramiro me ayuda a correr entre los pasillos despejando todo lo que se me lanza encima para poder llegar a los niños que están siendo llevados para quien sabe que mierda por la zona norte.

No se cuánto tiempo pierdo con Ramiro intentando pasar los pasillos para llegar a esa zona, pero aseguro que más de 30 minutos peleando como loca desquiciada cada ves llevándome mas de sangre hasta el punto que es más sangre que piel lo que se ve encima de mí.