Corona Sangrienta #1 [En proceso]

XXVIII

-¡Vamos a bailar, Lucia!

-Ni loca.

Verónica me fríe con los ojos ante mi respuesta porque me niego a ponerme a bailar aquí en este círculo de personas que si, okey, está bien y todo pero, ¿Bailar? ni que fuera una payasita.

Si, me encanta bailar pero, me da penita hacerlo ante tantas personas y más en un puto festival dónde apuesto nos están grabando y mas teniendo en cuenta que todas estas personas me ven de la realeza siendo su reina y se vería extraño verme bailar.

-¿Porque no bailas?- pregunta Abaddon a mi lado con la perrita cojida de la correa mientras ella da vueltas en el piso emocionada al ver a Verónica bailar divertidísima con las hadas que lo hacen.

-No lo sé, me da corte....- Veronica menea las caderas junto a una niña morena con mechones blancos en su melena oscura que está trenzada- me da penita.

-Es tu pueblo dramática, hicieron este festival para que te divirtieras y los conocieras. Ve y baila un poco.

-Pero....

Me da una palmadita en el culo para animarme a qué me una al baile que está siendo bien chévere con esa música parecida a la de películas medievales.

-Diviértete un poco amargada.

Miro a Verónica mover los pies de una forma muy graciosa gracias al baile que la están haciendo realizar viéndose en parte tonta pero muy emocionada y felíz al moverse entre las personas que la acompañan al círculo.

Me niego hasta que el círculo se abre un poco dándoles espacio para poder bailar con más personas y en eso ponen una canción que si me parece de lo más mona.

-Okey, okey.

Me agachó para quitarme las botas así como hizo Verónica y se las tiendo a Abaddon. Cuando me giro hacia las personas que han empezado a bailar ya veo a una hermosa chica con hermosa melena negra y un flequillo tender su mano para llevarme consigo al gentío.

La acepto y me jala dentro del gentío y la música que una ves escuché hace ya hace años en una película que me encanta suena en los altavoces de la plaza haciendo que muchos se unan al baile.

La canción que suena en la parte de la película de Enredados dónde Rapunzel pinta el piso y baila con las personas de ese pueblo, de su pueblo, donde al final meten al chico, el chico que robó la corona de ella que se convierte en su novio la acompaña en ese baile al final de la escena con esa música que es de lo más mona.

Rio cuando las personas hacen el mismo círculo que en esa escena y todos a mi alrededor bailan descalzos así como yo mientras rien, mueven los pies para acoplarse al baile que se está creando junto por como se mueven para verse más coordinados.

Llega un punto que todos bailan a mi alrededor ya que me e quedado quieta en el centro del lugar mirando a todas esas personas moverse a mi alrededor y no me puedo sentir mas extraña en esta situación ya que de alguna manera todo esto se ve lindo pero maquiavélico al mismo tiempo.

Siento una puntada en mi cuello que me hace girar hacia la estatua que ahí a metros de mi y levanto la mirada para ver a la estatua de la hermosa mujer que una vez fue reina de este pueblo y que hizo todo lo posible para mantenerlos a salvó. Sin siquiera intentarlo me siento al presionada porque todas estás personas a mi alrededor valen por mi, por todas mis próximas acciones y desiciones dependerá parte de su futuro, el futuro de todos, incluyendo niños, mujeres, ancianos. Todos los que son hadas ahora se valen por mi de que sean un pueblo igual de fuerte como las demás razas o seres paranormales de este mundo.

Respiro profundo y decido que tengo que ignorar todas las inseguridad que me vienen al ver a estás personas, ya que si tuve la fuerza y desicion suficiente para llevar al pueblo de los vampiros siendo solo una niña sin siquiera saber que tenía que hacer, si en ese momento no me permití ni por un segundo titubear, menos lo haré ahora que soy una reina hecha y derecha con un gran pueblo bajo mi mando, una gran raza siendo una de las más poderosas en este mundo siendo yo incluida una mezcla no de tres razas, si no que ahora para mí más grande sorpresa también tengo sangre de hada, hadas oscuras que son pocas las que existen.