Los amigos de Morrigan se nos quedan mirando raro cuando pasamos a las diez de la mañana a la cafeteria de la mañana siguiente después de haber bebido toda la noche en esa sala despues que ellos se fueron a cierta hora.No teníamos nada que hacer y al parecer nadie quería dormir. Así que nuestro única opción fue beber, hablar y bailar toda la noche. Nadie se quejo en ese piso, apuesto que nadie estaba dispuesto a interrumpir lo que estábamos haciendo por el peligro que representamos para todos ellos y su seguridad.
Estoy sentada en la cafetería donde están todos los demas militares comprando comida. Tengo sed, no e comido nada, tengo ganas de beber sangre y la gente me mira demasiado a los ojos. ¿Es que no les asusta que pueda comermelos como bocadillo?
—Sigue mirándome así y te voy a drenar hasta dejarte como una pasa.
Le advierto a una tipa con ropa de oficina que pasa al lado de mi mesa con una bandeja de comida mirándome sin disimulo y apostaría que algo de envidia por mi exquisita apariencia aún cuando no e dormido nada.
La caraja casi se va de culo al piso pero logra mantenerse de pie y sale de la cafetería. Los demas humanos se me quedan mirando sin disimular su curiosidad por saber quien soy. Sobre todo los cadetes que hablan entre ellos en susurros mientras me miran. Aparece Aiden a mi lado con un cigarro en la mano y una bandeja de comida en la otra.
—Espero que la comida de aquí sepa bien porque me da una ladilla tener que salir de esta base militar.
Le quito el cigarrillo y le doy una calada sentada en la mesa mientras Aiden se sienta a mi lado y empieza a comer de un plato de pasta con carne y una ensalada de papas. Me acabo el cigarro y me siento al lado de Aiden en la banqueta.
Acepto el segundo plato que me tiende. Miro en dirección a la entrada por donde entra Abaddon a paso relajado haciendo a todos mirarlo, sobre todo a las chicas que lo miran con un deseo y lujuria que me provoca sacarle los ojos.
—Me siento extraño— comenta Aiden.
—¿Por?— me llevo un pedazo de carne a la boca.
—Yo me siento humano, soy técnicamente humano, pero es extraño, estoy aquí y veo a todas estas personas y me siento extraño. Como si no encaraja aquí.
—No te sientes incómodo porque seas humano y tengas poderes. Te sientes incómodo porque hemos sido buscados por el ejército por muchísimos años y ahora estamos aquí entre ellos.
—¿Crees que saben quienes somos?
—No, pero se harán la idea de que somos peligrosos.
—Eso no creo que sea buena señal— posa su mirada en Abaddon cuando se sienta frente a mi— Venga hombre, come algo.
Le estira un plato de papas fritas.
—¿A quien le pagaste para que te hicieran papas fritas? Creo que en este lugar está prohibido comida chatarra.
Todos miramos a Olivia que aparece con una bolsa en las manos.
—¿Que traes allí? Huele muy bien— le pregunto agitando la nariz.
—Traje una comida que me pidió Azaael de favor para Morrigan. La saltadora la trajo, pero se desvío para ir a hablar con Scarlett.
—Coño, hasta yo quiero saber que llevas allí. Huele divino— Aiden intenta quitarle la bolsa y Olivia le manotea la mano.
—No seas abusador. No es para ti— lo fríe con los ojos— Ya regreso.
—Vea, este lugar si es grande.
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Corona Sangrienta #1 [En proceso]
VampirosUn chico que llega a un instituto que está escondido del mundo. Lo llevan allí para que saque que vea sus peores demonios y los que ahí en ese lugar, dónde resulta que detrás de sus muros no ahí personas normales, si no seres del mundo sobrenatural...