XXXVI

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Camino por los pasillos hacia los camerinos donde ya me informaron que esta Abdiel, Verónica tambien que llego hace un rato y la amiga de Abaddon que viene de otro planeta.

Todos voltean a mirarme cuando entró a los camerinos a grandes zancadas. Abaddon al mirarme se desvanece hasta mí y agarrarme del cuello, estrella mi cabeza contra la pared en un golpe seco que me hace temblar de pies a cabeza ante la fuerza que usa para hacerlo y retenerme.

Los hombres que me escoltaban sacan sus armas y le apuntan directamente a Abaddon a la cabeza.

Les suelto un gruñido de advertencia para que no hagan nada y ellos obedecen de inmediato bajando sus armas. La ira en los ojos de Abaddon es muy notable, y no por haberlo escogido, si no por no haberle dicho. Eso es lo que le molesta, puedo sentirlo en sus uñas enterradas en mi garganta.

-¿Me metes en esa jodida pelea sin decirme nada? ¿Es que acaso que crees que yo soy, tu perrito obediente?

-No eres mi perrito obediente- mascullo con la voz entrecortada- te escogí a ti porqué se que ganarás.

-¿Puedo morir, lo sabes verdad?

-No vas a morir y lo sabes- poso mis dedos sobre su mano en mi garganta- Te escogí a ti porque confío lo sufiente para que acabes con todos ellos.

-¿Solo para eso?- ladea la cabeza de forma animal, como si estuviera a punto de morderme.

-No, no solo para eso- admito en voz ronca- Tengo mis planes y tu estas dentro de ellos. Y para eso necesito que ganes- clavo mis uñas en su muñeca.

-Estas poniendo mucha fe en mi y eso no puede salir como tu deseas siempre- ahora soy yo la que ladea la cabeza- Podría perder. No estoy entrenado para pelear con personas que tienen años peleando en este mundo sobrenatural y lo sabes.

-Lo lograrás- clavo mis uñas sostener su piel. El no titubea ni un segundo sobre su agarre en mi garganta.

Carajo me va a arrancar la garganta si sigue sujetandome así contra esta jodida pared con tanta fuerza.

-¿Y como estas tan segura que lo lograré? ¿Tanta confianza tienes en mí? No creo que seas tan estúpida para creer que puedo ganar esta mierda sin arriesgar mi vida...

Le arranco su mano de mi garganta sintiendo sus uñas rasgar mi piel y no me inmutó por ello. Me lanzó encima de el y lo pego a la pared del otro lado del camerino al desvanecerme con el entre mis manos y le clavo mis uñas filosas sobre su garganta cortando su respiración.

-Te escogí porque eres mi compañero y estoy segura que el jodido destino no te puso a ti como mi compañero, como mi pareja, porque fueras débil- le muestro mis colmillos furiosa por la piel ardiente en mi garganta- Eres una criatura de cuatro razas sobrenaturales diferentes y como dije- le meto un puñetazo en la nariz con fuerza- Y eres mi maldito compañero, así que compórtate como un jodido hombre y acepta que en todos los vampiros en esta tierra deseosos por competir allí te escogí a tí, a un hombre que no tiene ni un año como vampiro- me mira furioso- ¿Lo vas a hacer o pongo a otro en tu lugar para la competencia?

Me mira con esos ojos brillantes y las venas negras enmarcadas bajo sus ojos al mirar la poca sangre que gotea de mi garganta desgarrada a mi brazo que lo sujeta con fuerza.

-Si te me quitas de encima tal vez pueda decirte mi respuesta a tu pregunta.

-No- clavo más mis uñas en su garganta- Habla- exigo- ¿Si o no?

-Si....joder si, pero déjame respirar un poco- me aparto y dejo que se estabilice en el aire para mirar como sus heridas se sanan igual de rápido que las mías- Joder- escupe sangre en el piso- ¿Ya te e dicho que me pone cachondo el que me trates como a tus súbditos?

Corona Sangrienta #1 [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora