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—Se puede saber, ¿Porque carajos me has mandado a llamar así?

Scarlett sentada en un mueble levanta la mirada de los papeles sobre su escritorio. Olivia, la de pelo platinado se me queda mirando cuando entro sentada en una silla del otro lado del escritorio.

—¿Te viniste hasta acá sin bragas?— pregunta Scarlett moviendo la nariz para olfatearme — ¿Que hacías cuando te llego la nota?

—Estaba en una reunión— Lanzo la chaqueta en mi mano y mis botas sobre un mueble de la oficina. Me detengo ante ella con los brazos cruzados, molesta por su estupida interrupción— ¿Para que carajos me llamaste? Pensé que era algo importante.

—¿En una reunión sin bragas?— pregunta Olivia con una sonrisita divertida.

Le lanzo un puñetazo que ella esquiva con facilidad, me saca la lengua y se acomoda aún más en su silla a un metro de mí, alejándose de mi rabia.

—No me contestabas ni los mensajes y tienes tu mente bien cerrada hoy, por ello te pedí que vinieras— Su sonrisa me hace destilar rabia.

—¿Que era tan importante que no podía esperar a mañana?— pregunto aún molesta.

Dejo caer mis manos sobre mis caderas y enarco una ceja interesada y esperando su respuesta. Estoy indignada y nadie podrá sacarme de ese modo, nisiquiera las mujeres ante mí.

—Ehh, pues, resulta que tenemos un problema con Morrigan. Estoy haciéndome cargo, pero necesito tú ayuda, no encuentro su rastro tan fácil así que necesito a tus lobitos— enarco las cejas.

—¿Y? ¿No podía esperar a mañana?

—¿Porque estas tan indignada? ¿Que te arruine, una apuesta, una fiesta?— ladea la cabeza— ¿Un polvo?

—Pues sí, me arruinarte un polvo que iba a estar muy bueno— la miro molesta— Ya mi hombre me iba a llevar a la acción. Ten por seguro que si su pene hubiera entrado en mi, ni el mismo diablo iba hacer que viniera— le aseguro, furiosa.

Ambas mujeres estallan en carcajadas ante mí respuesta furiosa e histérica.

—Esa son ustedes que llevan meses follando a diestra y siniestra, yo no— les digo, aun indignada sentándome en la silla al lado de Olivia— Así que porfavor, digan rápido que me quiero ir para apagar el fuego que prendió mí compañero— escupo, molesta.

Ambas siguen riéndose por un par de segundos haciéndome gruñir molesta. Me cruzo de brazos esperando a que ambas dejen de reírse con ganas, cuando lo consiguen les lanzo una mirada calculadora y fría.

—Mide bien tus palabras— le digo a Scarlett cuando abre la boca.

Ella sonríe y suelta una risita baja de nuevo mientras Olivia me mira sonriente mientras se limpia las uñas con una saga filosa y preciosa en sus delgados dedos.

—Lamento arruinarte el momento, por ello te invito a navidad a ti y a tu novio— mira a Olivia— Tu te quedaras con tu familia, no tengo problema— la platinada asiente.

—Yo ya iba a pasar navidad contigo, te guste o no.

Scarlett menea la cabeza mientras menea una daga en sus manos mientras me mira a los ojos detalladamente con un brillo peculiar en ellos.

—No encontramos a Morrigan, nos llamo su novio diciendo que la adorada asesina había sido secuestrada en una misión del ejército. Por ello el nos llamó ya que ella le había dejado mi número para cuando le pasara algo y necesitará ayuda nosotras fuéramos a ayudar— enarco una ceja— No sabemos donde esta, busque y no veo rastro de ella. Necesito de tu ayuda y tu magia para conseguirla.

Corona Sangrienta #1 [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora