Rodry
En cuanto abro los ojos no puedo evitar sonreír. Anne está tumbada a mí lado y mi mano está encima de su barriga, protegiendo a nuestro bebé. Le doy pequeñas caricias saludando a mi bebé y le doy un beso en la mejilla a mí mujer intentando no despertarla. Aún es temprano y se que necesita descansar. El primer trimestre del embarazo lo está llevando regular. Las náuseas son su rutina diaria y aunque se que es algo normal en los embarazos no me gusta verla pasarlo mal.
Bajo al salón y comienzo a prepararle el desayuno. Hace una semana que nos vinimos a vivir a nuestra casa. Fue duro dejar a mi madre y mis hermanos pero sabíamos que tarde o temprano teníamos que dar este paso en nuestra relación. La casa está en la urbanización cerca de mis compañeros de equipo y a cinco minutos de la casa de mi madre. Es acogedora pero bonita y eso era lo más importante para nosotros.
Una vez que tengo el desayuno preparado lo dejo en el comedor y voy a ducharme antes de despertar a Anne. Hoy tenemos un día bastante ajetreado. A las diez tenemos cita con la ginecóloga para al fin ver a nuestro bebé. Mi mujer está muerta de miedo, está convencida de que vienen más de un bebé y yo solo puedo reírme. Me hace ilusión uno no os imagináis ya cuánta ilusión me haría si fueran dos o más. La verdad es que lo único que me importa es ver al bebé y saber que todo está bien tanto con el embarazo como con nuestro pequeño.
Después de salir del médico hemos quedado con sus padres. Han venido unos días a Madrid y tenemos que contarles muchas cosas. Las más importantes, que nos hemos casado y que van a ser abuelos. Mi mujer tiene miedo por la reacción de sus padres, dice que son dos personas muy impulsivas y que pueden reaccionar de cualquier forma. Yo solo los he visto una vez en mi vida y me lleve bien con ellos pero la que los conoce bien es ella.
Y esta noche tenemos la gala de la empresa. Con eso sí que hay novedades. Resulta que mi primo Paulo denunció a mi padre. En el testamento de su padre, el hermano gemelo de mi padre, él le había dejado la mitad de la empresa a mi primo y mi padre le pago a un notario para que cambiará todo. Total, que mi primo a ganado el juicio y se ha quedado con toda la empresa. Quiso ofrecerme la parte de mi padre pero me negué, yo no quiero nada de esa persona y mucho menos me interesa la empresa, eso lo lleva mejor mi primo, lo mío es el fútbol.
Cuando salgo del baño veo a mi mujer despierta, me mira y una sonrisa instantánea se forma en nuestras caras a la vez.
Muchas veces me da miedo la complicidad que tenéis.
Se levanta y se acerca a mí. Me rodea el cuello con sus brazos y yo rodeó su cintura. Se pone de puntillas y une nuestros labios en un corto pero precioso beso. Me acaricia la nuca y sonrió cuando nos quedamos con las frentes apoyadas mirándonos fijamente.
-Buenos días mi amor, ¿como te encuentras?
-Bien amor, pero tengo un poco de fatiga.
Asiento y vuelvo a besarla, ella se separa rápidamente y va corriendo al baño, en cuanto se arrodilla para vomitar le agarro el pelo y le acarició la espalda. Se que no le gusta que la vea vomitar pero a mí me da igual, no la pienso dejar sola. Una vez que a terminado y se a lavado la boca apoya la cabeza en mi pecho y suspira, le acarició el pelo y le doy un beso en la cabeza.
-No me gusta que me veas así amor.
-Y yo te he dicho que me da igual mi vida, estás así por mi bebé, no pienso dejarte sola.
Sonrie y vuelve a unir nuestros labios. Desayunamos planeando un poco el día. Aunque lo tenemos a tope de eventos nos gusta tenerlo bien organizado por cualquier cosa que pudiera pasar. Una hora y media después estamos entrando en la clínica. Pasamos a la consulta y no puedo evitar ponerme nervioso cuando la doctora enciende la pantalla.
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AURPAIR (Rodrygo Goes)
FanfictionAnne Unzu decide irse a Madrid a cuidar a los hijos de una de las familias más importantes para poder pagar sus estudios universitarios. Lo que no sabía es que aparte de tres niños pequeños también se encontraría con un hermano mayor el cual no le v...