Between masks and lovers...

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El pelinegro estaba de lo más tranquilo en su oficina, había estado esperando a Louis pero nunca llegó a la oficina así que él lo tuvo que cubrir en las reuniones de todo el día, no era nada nuevo, en ocasiones el ojiazul delegaba su trabajo pero esta vez no le había avisado a nadie, así que como es de esperarse todo fue un caos.

Suspiró con cansancio hace dos horas que se supone debió abandonar el edificio pero aquí seguía bebiendo su reserva de licor, no tenía ánimos de llegar a su casa y encontrarse solo, no precisamente porque careciera de amigos invitándolo a salir o personas sugiriendo verse para pasar un buen rato de sexo, simplemente porque no le apetecía y ya no podía con lo último. Lo intentó, Malik lo intentó con hombres y mujeres pero después de esa noche de septiembre todo cambió, ahora ya no podía sentir los labios de alguien más sin pensar en aquellos que le son ajenos, todos los toques y caricias se veían reducidos al recuerdo de esa fatídica noche, en Vancouver lo comprobó con ese chico, mientras lo hacían en el baño, él no pudo evitar pensar en el castaño de orbes marrones y el cómo sus manos estaban tocando un cuerpo que no era el suyo.

Zayn sabía que no tenía derecho a reclamar o montar una escena por lo de Sophia, después de todo ella era la novia de nuevo y él, solo era el pobre idiota que siguió los deseos de su corazón enamorado y ahora intentaba recoger los pedazos. Encendió un cigarro, para tranquilizar su mente y cuerpo, fue difícil después de todo lo qué pasó mantener una relación "normal" con su amigo de toda la vida, más aún cuando él llegaba oliendo a perfume femenino o alguna marca adornando su cuello, la epidermis que él tuvo el placer de saborear por una noche o cuando hablaba de ella con Louis y el pelinegro solo tenía que fingir ser el amigo de siempre pero era muy difícil con esos recuerdos agrupandose en su cabeza.

Así que tomó la decisión de tomar distancia, por su salud mental y la de su corazón herido, ahora ya no hablaba como solía hacerlo con Liam, su chat se ha perdido en los demás del montón, en su departamento ya no recibía visitas sorpresas para jugar videojuegos o ver películas, ni siquiera salían a tomar una cerveza como cada viernes desde que trabajaban en Tomlinson Enterprises. En los pasillos de la empresa se evitaban y solo había cabeceos en forma de saludo, ya no se detenían a platicar, ahora Mindy -su secretaria- se comunicaba en todo momento con Rachel -la secretaria de Liam- para cualquier asunto laboral, no había más visitas sorpresivas en la oficina del otro, solo se dirigían la palabra en las juntas de trabajo o cuando Louis estaba presente. No fue un acuerdo mutuo pero al parecer a ambas partes les resultó conveniente.

Apagó su cigarro y se colocó en pie para irse, acomodó su americana y se dirigió a la puerta, cuando iba a la mitad de su camino, esta misma se abrió revelando a su verdugo que lucía sorprendido de verlo ahí.

—¿Qué haces aquí?

El ojimiel frunció el ceño— Esta es mi oficina—le respondió con obviedad. — Creo que el que debería hacer esa pregunta soy yo.

—Y-yo... ya lo sé, a lo que me refiero ¿Que haces aquí todavía? Es viernes.

Sabía a lo que se refería, ese día de la semana el pelinegro siempre acostumbraba a salir puntual, pues siempre tenía algún plan de ocio.

—Sé que es viernes, Liam.— respondió sarcástico— Tengo un calendario ¿Los conoces? Son esas cosas que tienen los doce meses del año y...

—No tienes porque ser tan borde conmigo—interrumpió con seriedad.

«Cínico» pensó Zayn pero se mordió su lengua para no soltarlo.

The proposal that changed my life (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora