The proposal that changed my life (Larry Stylinson)

Epílogo...

════════════════
Epílogo
════════════════

Se despertó lentamente, sentía unos rizos invadir su rostro y sonrió antes de abrir los ojos, al hacerlo se encontró con el cuerpo semidesnudo del menor abrazado al suyo, como era costumbre desde que comenzaron a compartir cama. Eso le hizo recordar que ahora siempre despertará de esa forma, con rizos rebeldes en su rostro y un chico aferrado a su cuerpo cual koala. Con cuidado de no despertar al chico quitó alguno que otro rizo que invadía su barbilla o boca y los colocó en su lugar.

Anoche simplemente había sido el mejor día de su vida, pero también el más estresante, antes de declararse a Harry tuvo miedo no solo de ser rechazado sino porque el menor había estado apunto de irse a Roma sin más, lo entendía, tal vez se comportó distante pero no lo hacía con esa intención, solo quería que todo estuviera perfecto y que él no sospechara de nada. Lo que al parecer consiguió, el ojiverde no tenía idea que tanto Hande como Malik estaban de su lado, al final todo ese esfuerzo valió la pena y hoy despertó con su chico durmiendo plácidamente sobre su pecho.

La sorpresa había sido extraordinaria, simplemente algo imposible de hacer, a menos que tu apellido sea Tomlinson. Tuvo que realizar diversas llamadas para lograr que cerraran el museo todo el día de ayer para montar la pintura y organizar todo, pues no solo hubo flores, sino también un cuarteto de músicos que interpretaron para ellos la canción que bailaron en su boda junto a otras más con las que Louis trató de expresar sus emociones y bebieron la cosecha de vino favorita del rizado que había sido casi imposible de encontrar, pero lo hizo.

Todo sea por su chico mimado.

Indudablemente al llegar al hotel después de su sorpresa se entregaron en cuerpo y alma, hicieron el amor mientras Louis murmuraba palabras de completa adoración, habían terminado agotados.

Había cumplido con aquella cita que una vez le comentó al rizado le haría, en ese entonces no sabía que estaba realmente enamorado y que su visión era por completo a partir de los gustos de Harry. Eventualmente le había dado un toque extra la pintura de óleo de ellos en su boda exhibida como una obra de arte más.

De pronto sintió el cuerpo del menor removerse y le acarició la espalda para que volviera a dormir, sin embargo sólo funcionó unos cuantos minutos pues el ojiverde se estiró y bostezó por lo bajo para incorporarse parcialmente con una sonrisa en el rostro en cuanto lo vio y eso instintivamente lo hizo elevar sus comisuras como un idiota enamorado también.

—Buenos días, mimado.

—Buenos días, Lou— saludó el rizado trepando por su cuerpo y dejando un casto beso en sus labios.

—Debemos de regresar a París— informó el castaño, tenía planeado recuperar los días perdidos— el avión nos espera en el hangar en una hora— corroboró echando un vistazo al reloj de pared.

—Pero solo estaríamos cuatro días, nuestros trabajos...-

—Mimado, tu esposo es el jefe— musitó con cierto toque de arrogancia que hizo rodar los orbes verdes— y es algo así como nuestra breve segunda luna miel.

—Está es la primera— le corrigió el menor acomodándose mejor sobre su torso— la otra no cuenta, nos evitamos la mitad del viaje.

—Y la otra parte follando— le recordó el mayor aprisionando a Harry debajo de su cuerpo en un giro rápido. El contrario chilló y sus rizos se extendieron en la blanda superficie— no se tú, pero eso suena a una luna de miel para mi.