Italy...

5K 277 169
                                    

════════════════
Extra I
════════════════

Seis meses después:

Su vida era una completa locura, sus clases estaban matándolo pues era su cierre de semestre, tenía exámenes prácticos que presentar -lo que se traduce en diseñar y confeccionar una colección con inspiración en alguna época histórica- y por si fuera poco, estaba corroborando que la colección de Lilouan estuviera completamente lista para un evento de moda de Milán en dos semanas.

—¡Mierda!— chilló cuando al recargarse en la mesa de su estudio se encajó un alfiler en la palma de su mano.

Todo era un caos en esa parte de la villa, afortunadamente Louis -tras varios intentos- había logrado que sus cosas no estuvieran por toda la casa. La idea de tener su propio espacio en la villa no fue de su autoría, él ni siquiera lo veía necesario, pues estaba acostumbrado a trabajar en el taller de Lilouan y casi no llevar cosas a casa. Claro, en aquel entonces Harry no estaba estudiando y trabajando al mismo tiempo, por lo que su esposo había decidido aclimatar un cuarto del piso de abajo tras su primer bimestre como estudiante de moda, solo por tenerlo con toda la comodidad posible.

Bueno, eso y también tuvo que ver el hecho de que el castaño casi se cae al pisar un pedazo de seda natural azul cielo que había dejado tirada en el piso del comedor. El desorden causado por el rizado había sido un constante motivo por el cual tenían pequeñas discusiones pero siempre lo solucionaban.

Mientras guardaba los alfileres y agujas en su lugar pensó en su matrimonio, este tiempo en Italia les ha servido para reforzar su decisión de permanecer juntos. Al desplazar sus orbes verdes por la habitación, observó una foto de ambos colgada en la pared, de cuando decidieron hacer un recorrido por un viñedo de La Toscana hace un par de meses, había insistido a su esposo con tomarse una foto con el atardecer cayendo tras de ellos para publicarla en su Instagram, por supuesto que cuando le sugirió la idea fue rechazada de inmediato pero solo bastó con que Harry pusiera ese puchero en su rostro para que el empresario terminara cediendo.

Dió un suspiró, extrañaba al castaño, pues había viajado a Canadá desde hace diez días por motivos de trabajo y había poca comunicación, aunque el empresario siempre hallaba tiempo para al menos hacerle saber que estaba bien y también lo extrañaba.

Terminó de ordenar su estudio y observó con orgullo la limpieza que probablemente solo duraría un par de horas. Su celular vibró en la mesa notificando que alguien había ingresado a la villa, sonrió al saber de quién se trataba.

Mimado, ya llegué— anunció su esposo un par de minutos después desde la sala y el rizado no pudo evitar salir corriendo para lanzarse a los brazos de su amado sabiendo que siempre lo iba a atrapar, y así lo hizo— Vaya, me iré más seguido—musitó cerca de su oído, con las manos sosteniéndo al menor de los muslos.

—Ni se te ocurra, William— le advirtió con un dedo acusatorio y acercando sus labios a los del mayor para cerrar el espacio entre ellos, el beso fue lento y se separaron con un chasquido— te extrañé, amor.

—Solo fueron diez días, cariño— rodó los ojos el castaño con una sonrisa— pero yo también te extrañé, especialmente por las noches— agregó con un tono coqueto mientras apretaba su trasero cubierto solo por la vieja camisa del castaño y frunció el ceño al rozar la tela de encaje— ¿has andado así por toda la villa?

The proposal that changed my life (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora