Capítulo 03: memorias

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Panem - Capitolio

—Es un verdadero placer tenerte aquí de nuevo, Morgan— Cygnus le concedió una palmada al hombro —. Aparentemente tienes a los tributos del año.

Cygnus Click era un hombre adinerado que se dedicaba a la fabricación de municiones, especialmente supervisado en el distrito 2. Era una de las pocas personas que podrían considerarse naturalmente sinceras.

—Eso parece— asintió Morgan metiendo una mano en el pantalón del traje —. ¿Te parece que apostarán por ellos?

—Por supuesto— sonrió abiertamente bajo su barba negra —. Hasta yo estoy interesado, aunque sabes que el tema de las apuestas no es mucho de mi categoría.

Eso pareció causarle gracia puesto que comenzó a reír, lo que no le dejó a Morgan más remedio que sonreír como si también le pareciera gracioso.

—Siempre existe una primera vez— lo animó. Vió la duda en su rostro, pero comenzó a caer sobre un lado de la balanza y supo que tenía que empujarlo —, pero no te arruinaré la oportunidad. Disfruta del desfile y entonces tomas tu decisión.

Cygnus asintió, dejando otro par de palmadas en su espalda antes de despedirse. A lo lejos Morgan reconoció la figura de Katniss, acariciando con suavidad la cabeza de uno de los caballos.

—¿En dónde está Peeta?— le preguntó tan pronto llegó hasta ella.

La habían vestido con una malla de cuerpo entero, negra al igual que las botas que le sujetaban hasta las rodillas. Llevaba una única trenza que le descansaba sobre el hombro, adornada con un tocado. Y el maquillaje, sutil pero notable, le resaltaba los ojos grises.
Antes de poder premeditarlo, su mirada le recorrió el cuerpo. Katniss pareció notarlo, porque se aclaró la garganta.

—Aún no llega— respondió pasando los dedos entre el cabello negro del caballo —, ¿en dónde está Haymitch?

—No ha llegado tampoco— Morgan metió ambas manos en los bolsillos del pantalón y ella miró el gesto, más específicamente su ropa.

—Parece costoso— comentó devolviendo la vista al animal.

—No es mío— escudó Morgan mirando alrededor para intentar encontrar a las únicas dos personas que les hacían falta —, me obligan a vestir así.

—¿Te obligan a verte arrogante?— su pregunta ganó la atención de Morgan nuevamente.

—¿Crees que luzco arrogante?— Katniss encogió los hombros y finalmente la miró de nuevo —. Aunque así fuera no puedo oponerme. Salir del estadio no se convierte en una salvación, por si es lo que pensabas.

Katniss estaba a punto de responder cuando Peeta interrumpió. Saludó a ambas algo agitado, girándose posteriormente para halagar la apariencia de Katniss. Comenzaron una conversación sobre arrancarse las capas en cuanto sintieran que empezaban a arder vivos.
Morgan por su parte se sintió repentinamente aburrida, por lo que se desvió hasta el grupo que habían formado entre Cinna, el estilista de Katniss, Portia, la estilista de Peeta, y Effie Trinket.

—¿No lucen sensacionales?— le preguntó Effie en cuanto la vió llegar.

—Lo hacen— asintió mirando en su dirección. No fue consiente de que miraba directamente a Katniss hasta que ésta conectó la mirada con la suya y la sostuvo, acariciando al caballo nuevamente —. Han hecho un buen trabajo, Cinna.

—Gracias, Morgan— sonrió él con ligereza —. Me hubiera gustado trabajar contigo. Me han dicho que tienes carisma.

—¡Es extraordinaria!— estalló Effie de pronto —, ¿no es así, Portia?

Cenizas | Katniss EverdeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora