Capítulo 33 - La veo en ti

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Panem - Distrito 13

Fueron llamados a reunirse entorno a la enorme mesa en la sala de comando. Coin con su gente. Plutarch, Fulvia, su equipo de preparación. Un grupo del doce que incluía a Peeta, Gale y Haymitch. Beetee, Finick. Coin había armado una extraña variedad de personas como testigos de su fracaso.

Estaba pensando en ello cuando Haymitch se puso en pie para darle la bienvenida a todos y, por sus palabras, la castaña supo que habían asistido por su invitación personal. Katniss miró a su antiguo mentor, notando que lucía ligeramente amarillo además de haber perdido demasiado peso, dándole una apariencia mucho menos fornida. Por un segundo, temió que estuviera muriendo, y tuvo que hacer un esfuerzo por recordarse que no era algo que le importara.

Lo primero que Haymitch hizo fue mostrar el material que acababan de grabar. Era desastroso. Como ver a un títere siendo manipulado por fuerzas invisibles.

—De acuerdo— dijo Haymitch una vez terminó la grabación —. ¿Alguien quisiera discutir si esto es de utilidad para ganar la guerra?— miró alrededor pero nadie habló —. Bueno, eso nos ahorra tiempo. Así que, todos nos quedaremos en silencio por un minuto. Quiero que todos piensen en un incidente en el que Katniss Everdeen genuinamente los conmovió. No donde ustedes estuvieran celosos de su peinado, o donde su vestido se encendiera en llamas o que ella hiciera un más o menos decente disparo con el arco. No donde Peeta o Morgan estuvieran haciendo que ella les agradara. Quiero escuchar un momento donde genuinamente les hiciera sentir algo real.

El silencio se prolongó y Katniss durante un instante pensó en que quizá nunca acabaría, removiéndose en su silla hasta que Peeta habló.

—Cuando tomó el lugar de su hermana en la cosecha— él la miraba. Katniss sintió por un breve instante esa mirada que solía darle en los primeros juegos, cuando parecían encerrarse en su propia burbuja dentro de la cueva. Cuando aún estaban a salvo.

—Bueno, excelente ejemplo— la voz de Haymitch los hizo romper el contacto visual. Éste tomó un marcador para garabatear voluntariado sobre la pizarra inteligente en la pared, volviéndose para mirar alrededor de la mesa —. ¿Alguien más?

—Cuando cantó la canción para esa pequeña chica que moría— Boggs fue el siguiente, lo cual inevitablemente sorprendió a la castaña.

—¡Lloré cuando besó a Morgan antes de que se desmayara y la abrazó suplicándole que no la dejara!— soltó Octavia sin querer, cubriéndose la boca como si se arrepintiera.

—Oh, sí— dijo Haymitch mirando furtivamente a la castaña, quien había bajado la mirada e intentaba no prestar atención a los ojos que la observaban —. Su amor por Morgan. Muy lindo.

El momento comenzó a ponerse denso demasiado rápido y sin un orden en particular. Cuando tomó a Rue como aliada, cuando drogó a Peeta para ir al banquete, cuando intentó cargar a Maggs.

Haymitch miró la pizarra antes de girarse para encararlos de nuevo.

—Así que, la pregunta es, ¿qué tiene en común todo esto?

—Eran acciones de Katniss— respondió Gale de manera queda —. Nadie le dijo qué hacer o decir.

—¡Improvisado, sí!— exclamó Beetee, extendiendo una mano para darle palmaditas a la de la castaña —. Así que deberíamos sólo dejarte ser, ¿cierto?

La gente rió, incluso Katniss tuvo que sonreír un poco.

—Bueno, todo eso es muy lindo pero no muy útil— dijo Fulvia fastidiada —. Desafortunadamente, sus oportunidades para ser espléndida son limitadas aquí en el trece. Así que a menos que estés sugiriendo que la lancemos a mitad de la guerra...

Cenizas | Katniss EverdeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora