Capítulo 06: en nombre del espectáculo

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Panem - Distrito 12
Dos años atrás

Hacía un calor insoportable y estar de pie al centro de la plaza no mejoraba la situación. No importaba a dónde mirara lo único con lo que parecía encontrarse eran rostros tristes, molestos o petrificados de miedo. Aún así los niños caminaban hasta tomar sus lugares.

Comenzó la ceremonia después de poco, era tan lenta, tortuosa y aberrante como siempre. Morgan no podía esperar a que todo eso terminara para que pudiera ir con Katniss al bosque a cazar la cena de esa noche. No podía esperar a volver a casa para tener una de esas platicas con Madge en las que recordaban a su madre y terminaba teniendo que arroparla.

—¡Primero las damas!— exclamó Effie Trinket, dando repiqueteos sobre sus tacones excesivamente altos hasta la urna. Eligió un papel entre el resto, desdoblándolo mientras retomaba su lugar frente al micrófono —. ¡Morgan Cassel!

Hubo silencio. Todos sabían quién era, sabían sobre su familia. Habían rostros perplejos, otros duros, como si creyeran que lo merecía, y otros en los cuales sencillamente había alivio. Cruel pero justificado alivio.

Morgan sintió su cuerpo entumecerse, el sol se sentía aún más abrazador que antes. No podía moverse, las piernas sencillamente no le respondían.
Entonces vió a Madge, dos hileras antes que ella, sus ojos se habían comenzado a enrojecer por las lágrimas acumuladas, y la vió hacer el amago de salir de la multitud. Fue ahí cuando su cuerpo respondió de nuevo, corrió tras de ella empujando a quien estuviera en el camino y sujetó el brazo de la rubia para jalarla hacia ella y cubrir su boca.

—¡Suéltame!— gritó contra su palma, había comenzado a llorar —. ¡Morgan suéltame, no te dejaré!

Morgan la abrazó con fuerza contra sí misma, conteniendo las ganas de ceder al llanto al sentir la desesperación de Madge.

—No lo hagas— pidió Morgan con la voz ronca pero baja —. Déjame a mí, Maggie. Estará bien, te lo prometo.

Llegaron los agentes de la paz, quienes sujetaron rápidamente a la rubia para permitir que Morgan hiciera su camino hacia el escenario.

—¡No!— gritó Madge, tironeando de sus brazos para librarse del agarre —. ¡Morgan, no!

Panem - Capitolio
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Al día siguiente los equipos de preparación tomaron partido con cada uno de ellos. Cinna se apropió de Katniss por el resto del día hasta entrada la tarde, Portia hizo lo mismo con Peeta y Morgan fue llevada de un sitio a otro para probarse distintos trajes de un color azul naval. Optaron por dejarle el cabello negro suelto, como siempre, y terminaron delineándole el contorno de los ojos con un lápiz negro; lo cual hizo que acabaran resaltando el doble. Ensartaron diversos anillos de plata en sus dedos, acompañándolos por una esclava de oro blanco que brillaba alrededor de su muñeca.

En cuanto terminaron, se reunió con el resto de los que se encontraban listos frente a las puertas del ascensor. Peeta lucía bien, el negro del traje con los detalles de lentejuela que asemejaban el reflejo de las lenguas de fuego hacían un buen contraste con su cabello rubio.

—No pierdes el encanto nunca, ¿o no?— halagó Haymitch.

—Estás excepcional— contribuyó Effie también.

Morgan agradeció, sonriendo brevemente mientras miraba al pasillo.
Dentro de otra de las habitaciones, Cinna había pedido al equipo de preparación salir para poder platicar con Katniss a solas, mientras le daba oportunidad a que se acostumbrara al vestido y a los zapatos.

Cenizas | Katniss EverdeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora