Capítulo 22 - Hábitos viejos

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MARATÓN 3/4

Panem - Capitolio

—Estará inestable durante un par de días— dijo Plutarch a mitad de un suspiro, mirando la pantalla empotrada en la pared de azulejos blancos frente a ellos —. No pudieron retenerla antes de que viera la pintura.

—Eso está en los últimos puestos de las cosas que me preocupan ahora, señor Heavensbee— respondió su presidente con calma —. Consiguieron contenerla y eso es lo único que interesa por el momento.

—Administrar de manera continua tantas dosis de veneno podría crear una reacción contraproducente— señaló el hombre mientras se volvía para mirar al anciano, notando que parecía satisfecho con los sucesos recientes —. Incluso podría tener el efecto contrario.

—¿Qué es lo que le inquieta exactamente?— preguntó Snow mirándolo.

—Que el veneno que modificaron en los laboratorios pueda crear una estimulación contraria en tanta cantidad y sin el procedimiento adecuado— respondió Plutarch analizando el rostro avejentado frente a él; en donde no encontró nada más que calma. Era casi escalofriante lo tranquilo que estaba, como si hubiera anticipado lo que sucedería —. Quizá podría incluso hacerla recordar.

Snow permitió que una sutil sonrisa tirara de sus comisuras por debajo de la barba, volviendo la mirada a la pantalla en donde habían estado observando la transmisión del inicio de los juegos.

—Cuento con eso— confirmó el anciano recibiendo una mirada perpleja por parte de su vigilante en jefe —. Katniss Everdeen será quien termine con los indicios de rebelión cuando se vea en la necesidad de proteger a su amado, incluso aunque eso signifique la muerte de Morgan.

...

Dentro de la arena

Avanzaron hasta adentrarse en la jungla, una especie de naturaleza densa que era característica por guardar humedad.

Morgan sintió a Mags tirar de su manga mientras caminaban, balbuceando un par de cosas hasta que la vencedora le tendió un punzón que había tomado de la pila de armas, y la anciana, encantada, sonrió poniéndose el punzón entre las encías antes de treparse sobre la espalda de Finnick.

Durante la caminata Morgan pudo sentir el agua evaporarse rápidamente de su traje debido a la tela, sin embargo comenzaba a adherirse a su piel a causa del sudor. Peeta, quien iba enfrente, lideraba la marcha abriéndose paso entre la vegetación con un cuchillo largo. Katniss había optado por ir de última, sabiendo que ningún arma era tan útil como sus flechas en un espacio como la jungla.

Ésta observó a Morgan caminar delante de ella, empuñando una de sus espadas tal como había hecho en las sesiones de entrenamiento. Una extraña necesidad por acercarse a ella le cosquilleaba en el pecho, sin embargo sabía que tenían que ganar terreno antes de que la noche cayera, por lo que se dedicó a seguirlos en silencio.

Un par de minutos después, Finnick pidió un descanso que seguramente era más por Mags que por sí mismo. Debido al follaje no tenían una vista clara a la cornucopia, por lo que Katniss tuvo que trepar uno de los árboles que parecía tener ramas de goma.
Al mirar alrededor se arrepintió de haber subido. Habían manchas de sangre que se distinguían a lo lejos en el agua, cuerpos inertes sobre algunos rayos de tierra firme pero, incluso así, era imposible decir quiénes eran los que habían muerto.

Era de esperar que su momentánea unión en la transmisión de las entrevistas no duraría más que eso, una noche. No se tomaban de las manos, tampoco había una oposición a los juegos entre los tributos.

Cenizas | Katniss EverdeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora