Capítulo 21 - Que comiencen los juegos

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MARATÓN 2/4

Panem - Capitolio

Entre los aplausos del público Katniss apenas pudo reconocer el zumbido que indicaba que su tiempo se había agotado. Bajó nuevamente de la pequeña plataforma para tomar su lugar, no pudiendo evitar mirar furtivamente a la tributo que tomaba el puesto al inicio de la fila; Morgan parecía despreocupada con el brazo sobre el respaldo mientras miraba a Peeta tomar su lugar junto a Caesar.

Ellos siempre habían tenido buena química frente a las cámaras. Habían iniciado haciendo un par de chistes sobre pollos asados y carbón, hasta que la audiencia parecía no reaccionar puesto que en sus mentes había una sola duda presente.

—Peeta, ¿qué sentiste cuando después de todo lo que has pasado te enteraste del vasallaje?— preguntó Caesar finalmente.

—Me quedé conmocionado— admitió él —. Es decir, un segundo estaba viendo a Katniss con sus preciosos vestidos de novia y al siguiente...

—Caíste en cuenta de que no habría boda— concluyó él recibiendo un asentimiento —. No obstante, debo confesar que me alegra que por lo menos tuvieran unos cuantos meses de felicidad juntos.

—Yo no me alegro— rebatió Peeta con firmeza —. Me alegraría quizá de no ser por... de no ser por el bebé.

El impacto que sus palabras habían dejado fue notorio al instante. Fue como una bomba que los tributos se habían dedicado a construir con cada entrevista, esperando que alguno de los trágicos amantes la encendiera.
Al estallar la bomba, la onda expansiva fue mucho más intensa de lo que habían anticipado.

Katniss estaba embarazada.

De pronto, tras un segundo de asimilación, el público rompió en gritos, en reclamos y gimoteos que se volvieron ensordecedores dentro del set.
Caesar no lograba frenar a la multitud, ni siquiera cuando sonó el zumbido apenas audible de que el tiempo de Peeta había terminado. Éste, de lo más tranquilo, hizo su camino de vuelta a su asiento para encontrarse con Katniss, completamente estupefacta.
De fondo, el himno comenzó a sonar siendo amortiguado por el ruido de la audiencia, mientras los tributos uno a uno comenzaban a tomarse de las manos.

¿Había terminado?

Katniss, tras sentir que Chaff tomaba una de sus manos y Peeta la otra, miró en dirección a Morgan sin entender. No había tenido su entrevista.

¿Había sido a causa del revuelo que las palabras de Peeta habían causado o en sus planes nunca estuvo dejarla hablar?

La castaña recibió su respuesta al verla sujetar la mano de Cashmere sin un atisbo de perplejidad en el rostro, luciendo totalmente calmada y levantándose al igual que el resto de su asiento mientras la pantalla comenzaba a fundirse en negro. Era demasiado tarde; todos lo habían visto. Entre la confusión no habían conseguido cortar la transmisión a tiempo y esa era la primera muestra de unión entre los distritos desde la rebelión.

...

A la mañana siguiente, Morgan apoyó ambos brazos sobre la delimitación del balcón en su planta; mirando la fracción de ciudad que era visible. No había podido dormir, su cabeza había estado punzando en un dolor latente que le quitaba todo rastro de sueño.
Faltaba poco para que Demia hiciera su aparición en compañía de todo el séquito que llamaba equipo de preparación para alistarla antes de ser llevada al centro de lanzamiento.

Escuchó repentinamente el timbre del ascensor que indicaba que alguien había llegado a su planta, por lo que suspiró atravesando las puertas del balcón para entrar.

Cenizas | Katniss EverdeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora