Capítulo 22: Carreras

364 37 16
                                    

Narra Sophie Marthen:

Aparentar que estaba todo bien con Celeste me resultaba cada día más complicado. Especialmente, cuando mi relación la ojiverde se estaba volviendo más estrecha conforme nos veíamos.

Había un lado casi dramático en nuestra relación, que era lo de vernos a escondidas, pero todo se complicaba cuando llegaba a Trevils y tanto la castaña como su madre me llevaban a eventos y exponían ante todos nuestra relación.

- ¿Está todo bien, cielito?.- Escuché que me dijo.

- Claro que si.- Comenté con unas sonrisa algo forzada.

- Espérame después de tu formación de historia en nuestro lado secreto el jardín.- Susurró en mi oído para luego dejar un beso en mis labios.

No sabía en qué momento había pasado a ser tan insoportable su contacto, reprimí mis ganas de apartarme y fui a saludar a mis amigos.

- ¿Problemas en el paraíso?.- Preguntó Lucas con diversión.

- Déjame.- Comenté rodando los ojos.- debería ir yendo ya a la clase de historia de las habilidades.

Llegué para reunirme con la señora Nancy, quien ponía demasiado esfuerzo y empeño en explicarme los miles de años de historia en los que sucedieron diversas cazas de brujas. Mi sorpresa fue que al llegar no la vi con uno de sus extensos volúmenes que me leía, sino que estaba sentada con tazas de té.

- Llegas tarde.- Informó la señora en tono de reproche.- Siéntate que se te va a enfriar.

Me acerqué algo confundida, procediendo a sentarme donde me indicó.

- ¿Qué sucede?.- Pregunté ante su extraña conducta de aquel día.

- Dime una cosa niña, ¿has aprendido algo de las lecciones que te he impartido?.- La severidad de su mirada comenzaba a darme algo me miedo, me sentía como en el colegio cuando reprobaba matemáticas.

- Por supuesto que si, en la última clase vimos la vida de de Ada...- Comencé a hacer un repaso de lo que había ido viendo con ella.

- No hablo de aprenderte historias que sucedieron. - Dijo rodando los ojos.- Dime una cosa, ¿nunca te has preguntado en qué punto comenzó todo esto?, ¿desde dónde contamos nuestra historia?.

- Bueno, siempre hablaste de a quienes procuraron quemar en la hoguera o las ofrecieron como sacrificio a algún Dios hasta que su mismo poder las salvaba.

- Pero, ¿quién fue la primera?.- Esa pregunta me desconcertó.

- Nunca me lo dijiste. - Respondí.

- Ahí está la cuestión, niña. - La mire en busca de que continuara hablando.- En estas clases siempre se cuenta una parte de la historia, siempre desde la visión del Cónclave. Pero, ¿crees que eso es conocer la historia?. - Noté que se puso detrás mía, pasando mi cabello a un lado y pasando un dedo por la extraña marca de nacimiento que tenía en mi nuca.- Lo que quiero es que nunca te conformes con lo que te digan, que te hagas preguntas, pero elige bien con quién las compartes.- Sentí que me estaba queriendo decir algo con todo aquello.- Que nadie te diga quien eres Sophie Marthen. Piensa en lo que te he dicho.- Comentó dando un último sorbo a su té, para luego marcharse de allí.

La señora Nancy era una mujer bastante peculiar, pero sus palabras me hicieron pensar. ¿Cómo se manifestó por primera vez el poder en alguien?.

Alargué mi tiempo allí antes de ir en busca de Celeste que me dijo que fuera al jardín.

- ¿Qué tal la clase, mi cosita preciosa?.- Preguntó, haciendo que tuviese que reprimir una mueca por el apodo.

Esa chica, ¿podría parar de inventarse formas empalagosas de llamarme? 

Llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora