Cap32 Estás molesto

0 0 0
                                    

Elisa y Max llevaban rato conversando, el tema de Sophie había quedado de lado pero Eli iba a tener una conversación muy seria con ella. O, sería al revés. A Max no se le salía de la cabeza lo que paso fuera del restaurante, lo bueno. Podía usarlo para molestar a Elisa.

- Eli.

- Mmmm. - hizo un sonido indicándole que tenía su atención.

- ¿Recuerdas lo que paso ayer?

- ¿Qué de tanto? - preguntó girando a verle.

- Ya sabes... Lo que paso, fuera del restaurante antes que Sophie llegara.

Y ¡Bum! Una Elisa con las mejillas sonrojadas - haciéndole similitud a un tomate - se hizo presente. Ok ella tenía que admitir que no se esperaba eso, no. Ni le paso por la cabeza.

- No. - mintió.

- Aja, si no te hagas. - rió Max por su cara - Si te acuerdas.

- No, no me acuerdo. - mintió cruzándose de brazos.

- Si, no te acuerdas. - dijo sarcástico - ¿Y entonces por qué te estas riendo?

Sin palabras. Ahora si que perdió, ni siquiera se había dado cuenta de ese pequeño detalle que siempre la delataba. «¡Una sonrisa y mejillas rojas tenían que ser!» grito en sus adentros. En ese momento ya no habían excusas para decirle al ojiazul.

- Vez, yo también se cuando estas mintiendo.

Canturreo Max haciéndola molestar. Jamás le callo bien el Max burlón. Pero, ella también tenía un As bajo la manga, rodar le los ojos.

- ¡Elisa!

- ¿Qué? - enarco una ceja sonriente.

- No me ruedes los ojos. - ella solo le saco la lengua infantilmente - Pareces niñita.

- ¡Yo no soy una niñita! - chillo.

- ¿Ah no? ¿Y que eres? - preguntó el rubio curioso.

- Shequeta. - canturreo Eli poniendo ojitos de borrego.

- Ya madura. - negó Max. Elisa formo una perfecta O con la boca mientras achinaba los ojos. Estaba ofendida.

- No te hablo. - giro a ver por la ventanilla.

Ok, ese "no te hablo" no duraría mucho entre ellos. Uno: porque por más orgullosa que fuera Elisa, jamás podía dejar de hablarle a Max ni por cinco minutos. Y dos: el no aceptaba ese trato.

- No me respondiste. - le recordó.

- Habla con la mano. - levanto la misma Elisa.

- Bien...- sorío - Manito sabrás que tu dueña es muy orgullosa verdad.

«3...2...1...»

- ¡El orgullo antes que todo! - chillo la castaña, haciendo a Max explotar en carcajadas. De verdad no sabia de que libro había sacado esa frase, pero si que le divertía.

- ¡No te rías de mi frase! - volvió a chillar. Eli andaba muy chillona ese día.

- No es tuya... Es de un personaje literario... - dijo el ojiazul carcajeandose.

El móvil de Elisa comenzó a soñar rompiendo las carcajadas de Max, buscándolo en todos lados, Eli no conseguía el dichoso aparato. Y eso a Max le divertía.

- ¡Y ahora no consigue el teléfono! - rió.

- ¡Cállate! - ordeno la castaña tomando su móvil de asiento trasero.

- Hoy andas muy callona. - le reprocho.

- Shhhhh...

Silencio viendo el móvil y el nombre de Emiliano apareció en la pantalla. La expresión de Elisa cambio de una serena a una molesta y colérica, el simple hecho que la llamara hacia que echara humo. De verdad no quería ni verlo. Elisa arrojó el aparato a le guantera, Max al ver eso se sorprendió, Elisa cuidaba ese móvil con su vida y le parecía raro verla arrojarlo de tal manera.

- ¿No vas a contestar? - preguntó.

- No. - «Huy, esta molesta» pensó el ojiazul haciendo una mueca.

Estirando se a la guantera, tomo el móvil de Elisa desbloqueando lo. Lo bueno de ser el mejor amigo o amiga de alguien, es que sabes la clave de su teléfono. El nombre de Emiliano aprecio en la pantalla de llamadas recientes, devolviendo lo a su lugar cerró la guantera y se dedico a conducir. Elisa solo lo miraba con una sonrisa en el rostro, le divertía verlo molesto y más si era por Emiliano.

Haciéndole un ademan de hablar no logro tener su atención al principio, aunque la segunda vez si la capto.

- No le contestes ninguna llamada. - le pidió molestó.

- Y es que no lo iba a hacer. - le aseguro ella.

- Bien. - 3...2...1... - ¿Pero por qué Williams sigue insistiendo tanto en llamarte? ¿Acaso no ve que ya no tiene oportunidad de hablar contigo?

- A pues yo que voy a saber. - alzo las manos riendo.

Max le dirigió una mirada seria indicándole que no le era gracioso.

- No me mires así, ni te molestes porque tu te burlas de mi cuando me molesto. Así que no entiendo tu cara de perro rabioso. - se cruzo de brazos.

Una risa se escucho de parte de Max, tenia que darle la razón. Si se burlaba de ella cuando se molesta. Los dos se burlaban uno del otro. - que relación tan "normal" ¿no?

- Ok si, perdón, sabes que me es imposible no reírme cuando te molestas. Es que te ves tan tierna. - le hizo ojitos

- ¡Disculpa!

Se llevo una mano al pecho fingiendo estar ofendida. - ok eso no le callo bien.

- Eli es enserio, te vez tan tierna, - repito Max - ¿Acaso no te has visto?

- No. Y tu comentario me ofende. - el rió negando.

- ¿No te gusta verte tierna? - preguntó.

- ¡No! Y mucho menos cuando me molesto. - respondió más furiosa que antes.

Entre las Sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora