Cap45

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Aquel encuentro de miradas con ese ser dejó a ambas amigas aterrorizadas. Esa mirada fría y sin vida les ponía los pelos de punta al recordarla; eso sería lo que no las dejaría dormir en la noche. Ben se acerco a a Sophie y empezó a revisarla como loco preguntándole una y atrás vez si estaba bien, ella le contó la verdad, no le mentiría de nuevo. Max se acerco a Eli quien miraba los árboles, parecía estar buscando a alguien.

- ¿Qué tienes?

- Nada, no es nada. - negó Elisa mirándolo.

- Eli, ya estoy cansado de que me digas "nada" cada vez que te pregunto que te te pasa. ¿Podrás decirme la verdad de un buena vez?

Ella dió un respiro hondo y profundo, dudas y después la verdad.

- Creí a ver visto algo entre los árboles, Sophie también lo vió. - bajo la cabeza.

- ¿Y ese algo era que cosa?

Pregunto Max curioso.

- Una persona. - respondió Elisa encendiendo silueta linterna - Justo hay. - señaló con la luz - Pero creo que fue un engaño de mi mente.

- ¿A qué te refieres con engaño? - enarco una ceja.

- Sophie vió mismo que nosotros, pero en una foto. - explico empezando a caminar - En la del cine. La que tiene ella muestra un hombre detrás de nosotros, el mismo que vimos ahora.

Max la miro como si estuviera loca.

- A ver, déjame ver si entendí. - colocó bien su morral en su hombro - Me estas diciendo que, lo que vieron en los árboles esta en la foto del cine que tiene Soph.

- Uh-huh. - hizo un sonido afirmativo.

- Pero hay algo que no entiendo. Lo que vieron es real... O... Solo fue. ¿Cómo es que se llama?

- Espejismo, engaño del cerebro. - habló rápido Elisa.

- Si. - asintió el ojiazul.

Parando en seco, Sophie y Ben se pasaron a la parte de atrás dejando a Max y Elisa al frente. Ella sabía bien lo que haría, pero necesitaba el mapa que tenía Carlos en su morral.

- Carlos el mapa por favor.

El no le presto atención a Eli, estaba muy inspirado escuchando musica en el teléfono. Elisa le hablo una vez más, y lo que recibió por repuesta fue el corazón de la canción favorita de Nashira y Carlos. Parando de cantar a todo pulmón, miro a sus amigos que lo veían raro.

- ¿Qué? - se quito los audífonos.

- Lo perdimos.

Risas y carcajadas surgieron al aire.

- ¿Alguien me puede decir qué pasa?

- Me puedes dar el mapa. - demandó Elisa riendo.

- ¡Ah, si!

Hurgando entre sus cosas, saco el mapa impreso que le había dado Elisa por la mañana. Cerrando el ciper se lo entrego a Max, que con una sonrisa burlona en su rostro  cogió el papel entregándose lo a la castaña. No sin antes soltar un comentario sobre el show de Carlos.

- Mira Carlos, - Max le puso su mano en el hombro - Nashira te dejo por las margaritas, y no te escribe porque. Bueno eres su ex y... Las margaritas.

Rió el rubio.

- Ja, ja, muy gracioso Max.

- Max por favor no seas malo con el. - le regaño Sophie - Carlos dime algo, ¿Quién necesita a Nashira teniendo a dos amigas como nosotras? - dijo ella con aires de grandesa - Cierto Eli.

- Así es, y no es por ser mala ni por nada del estilo, pero esa Nashira no me caía bien. - se cruzo de brazos - Me quito mi puesto al lado de Carlos por celosa, no me quería ver cerca de el.

- ¿Enserió? - preguntó el asombrado - A mi me dijo que no te querías acercar a mi. Te confieso que me sentí muy mal.

- Oh cariño y no sabes la última, - le dijo Sophie - no solo hizo eso. Una vez te lleve galletas de avena y canela; y la muy igualada me dijo que no le daría esas galletas a su Carlitos porque era alérgico a la canela.

- Pero si yo me las he comido. - hizo un tierno puchero.

- Exacto.

Contestaron todos a unísono.

- ¿Soy yo o ella tenía algo en contra de ustedes dos? - las señalo.

- ¡No me digas!

Dijeron ambas cruzadas de brazos.

- Saben que, - alzó las manos el - déjenos a Nashira, yo vine aquí a morir no para acordarme de ella. ¿Eli a donde vamos ahora?

- Ah, bueno. - rió ella - ¿Max podrías sostenerme la linterna?

Este asintió sin queja alguna tomando el aparato cilíndrico.

- Gracias. Tenemos que llegar a la zona para camping, pero...

- ¿Pero? - indago Carlos.

- Pero no hay caminó, - respondió Max - Así que...

- Tendrá que ser por nuestra cuenta.

Culminó la castaña y regresando a la caminata, Max y Elisa comenzaron a dirigir al pequeño grupo a la zona de camping. Era un poco difícil ver, la penumbra del bosque lo hacía ver mas tenebroso más los constantes ruidos de las ramas rotas incrementaban el miedo en ellos. A cada paso parecía que el lugar tuviera vida propia, varios murmullos se escuchaban pero creían que era Carlos con la música, lo que no sabían es que no era el quién hacia los ruidos extraños...

Entre las Sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora