Cap35 Neumático

0 0 0
                                    

Por suerte nada más había pasado, Emiliano por su parte logro que Nataly durmiera. - después de pelear y ella salir perdiendo - Veinte minutos a decir verdad. Ya despierta lo que hizo fue mirar por la ventanilla y revisar la hora en su teléfono que marcaba las 11:33am. Nataly estaba desesperada, sabia que no llegarían a tiempo pero podían ir un poco más rápido, ya sentía que había pasado diez horas en el auto cuando en realidad habían pasado seis.

Emiliano noto la actitud de Nat desde que despertó, ver la hora cada cinco minutos era algo que hacia siempre que estaba nerviosa, apurada o desesperada, aunque en esa situación no sabia cual de las tres era.

- Tranquila, ya falta poco.

- Si, medio camino. - rodo los ojos - ¿Podríamos ir un poco más rápido?

- Estamos casi al límite, pero si lo hacemos nos ahorraríamos una hora. - dijo sin despegar la vista del frente - Aunque por otro lado, no quiero arriesgarme a morir.

- Vas camino hacia tu muerte Em. - lo miro sin ninguna emoción alguna.

Sin estar completamente seguro acelero un poco más y unos minutos, solamente eso, unos minutos fue lo que pudieron andar rápido.

- No, no, no. - dijo Emiliano - ¡NO!

- ¿Qué pasa? - preguntó Nataly mientras Emiliano estacionaba el vehículo.

- Se pincho un neumático. - bajo del auto.

- ¡Que! - exclamó Nat.

- No puede ser.

- ¿Cuán grave es?

- No es muy grave, - se agachó Emiliano revisando el neumático que perdía aire rápidamente - pero hay que cambiarlo rápido - Esto nos retrasará...

- No me digas, - le interrumpió Nataly - ¿Podría ponerse peor la situación?

- No lo invoques...

La frustración de Emiliano era notable, Nataly sabia que esto no era una buena señal, lo bueno, un par de manos extra a Em le vendrían bien.

- ¿Te puedo ayudar en algo? - preguntó asomando su cabeza para mirarlo.

- ¿Sabes cambiar un neumático? - enarco una ceja.

- Em, ¿Qué pregunta es esa?

- Una pregunta, - se cruzo de brazos - ¿Sabes o no sabes?

- Obvio que se Emiliano.

Una sonrisa apareció en el rostro del pelinegro mientras veía a Nataly.

- Bien, ven. - le extendió la mano para que bajara por el lado del piloto - Baja por aquí, no quiero que lo hagas por allí.

La idea de que ella abriera la puerta y un auto pasará al límite muy cerca no se le salia de la cabeza. Aceptando la mano de Emiliano bajo con su ayuda cuidadosamente. Ya fuera del auto pudo ver la gravedad del asunto, después bajarse un poco y revisar el neumático se levanto, recogió sus cabellos en una coleta alta y se puso en acción.

Entre las Sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora