En la fogata, Carlos asaba los malvaviscos para preparar los smores, si el pobre termino cocinando solo a una distancia considerable - excesiva - del fuego. Elisa y Max no paraban de reír, parecían haberse arreglado. - ¡Hurra! - Sophie y Ben bueno... No paraban de darse mimos, ya ellos los asemejaban a un chicle; uno que otro beso robado, cuchicheos, caricias, diabetes, diabetes y más ¡Diabetes! Pensaba Carlos. Lo peor es que dijeron que iban por las chaquetas y nos las tenían siquiera en la mano.Rodando los ojos, se abrigo más ya que el ambiente se puso horriblemente frió de repente, los malvaviscos comenzaban a verse bien muy apetecibles y olían rico. Hasta que ese olor a azucar y caramelo se desvaneció dejando en su lugar un desagradable olor a carne podrida, más que sintió una presencia detrás de el.
Un grito vino del otro lado del campamento, Elisa y Max miraron en esa dirección encontrando una escena espantosa. Carlos estaba con las manos dentro del fuego acercándose lentamente más a el; Ben corrió hacía el y lo tomo de la capucha de la chaqueta tirando de ella, sacándolo de allí. El castaño calló de espaldas soltando una carcajada de ultratumba. Ben y Max lo tomaron de los brazos volviendo lo a recostar al verlo querer levantarse, Elisa se abalanzo encima de el aprisionando sus piernas y torso, pero no dejaba de mover la cabeza, así que dándole indicaciones a Sophie ella le sostuvo la cabeza.
Un fuerte escalofrío recorrió el cuerpo de todos. Los ojos de Carlos estaban en blanco con esa sonrisa demoníaca, a Elisa se le pusieron los pelos de punta al verlo y la imagen del río volvió a su mente.
- ¿Qué hacemos? - preguntó Max.
- Dame un momento.
Elisa coloco sus dedos indice y medio en el cuello de Carlos tomándole el pulso mirando el reloj de Max.
- Más de cien latidos... - murmuró.
- Tenemos que suministrarle algo. - le indico Sophie.
- ¡No! - exclamó Eli.
- ¿Qué?
La miraron todos confundidos.
- ¡Te volviste loca! - añadió Ben - ¡Tenemos que suministrarle algo.
- ¡No! ¡Ah! - grito al ver que Carlos la intento morder.
- ¡Sujeten lo bien! - ordeno Max - ¡Que no te muerda!
- ¡Elisa! - chillo la pelinegra.
- ¡No le voy a suministrar nada mientras tenga el pulso acelerado! - dijo revisando lo otra vez.
- ¡¿Y qué propones hacer?!
Le pregunto Max. Elisa repaso rápidamente con la mirada el lugar posando la en dos objetos, mirando a Sophie ella le suplicaba con sus ojitos color esmeralda que lo ayudará.
- Sophie pásame el mantel y busca agua. ¡Ya!
Asintiendo, siguió las ordenes de su amiga quien se amarraba el cabello rápidamente.
- ¡¿Qué pretendes?! - le miro Max asustado.
- Hacer una de mis locuras. - sonrío de lado - Sostenga lo.
Tomando el mantel lo coloco en la cara de Carlos cubriéndola por completo.
- El agua, échale en la cara.
El liquido comenzó a caer en el mantel empapando lo por completo, el castaño movía la cara frenéticamente de lado a lado, pero no hacia más, hasta que empezó a tocer como loco. Parando a Sophie, la castaña retiro el mantel de su cara dejándolo respirar. Elisa ordeno que lo soltaran cundo se le quito de encima, y cometiendo el primer error, Carlos apoyo sus manos en el suelo con maleza, piedras y ramas. Un grito de dolor salió de su garganta desgarrando la por completo.
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Entre las Sombras
Misterio / SuspensoUn grupo de amigos va en busca de la verdadera razón del porque tantas muertes en un bosque muy conocido, pero poco concurrido en su ciudad. La curiosidad en Elisa despierta cuando reportaron otro asesinato en el Bosque Prohibido, a los planes de ac...