Cap36

0 0 0
                                    


- ¿Qué era lo que quería Sophie?

- Nada importante. - sonrío de lado.

- Entonces si no es nada importante, - dijo Max confuso - ¿Por qué no me puedes decir?

Elisa miro a Max indicándole que no iba a contarle nada.

- ¿Qué? ¿Enserio no me piensas decir? - preguntó viéndola reír.

- Te cuento después si. - respondió finalmente ella.

- Ok.

- ¿Vas a seguir preguntando verdad? - dijo sin mirarlo.

- Así es... ¿Qué hora es? - dijo con ojitos de cachorro.

- ¡Por favor, que tengo hambre!

Pidió Carlos.

- ¡Doce y veinte! - grito Ben que iba alante para que todos escucharan.

- ¿Podríamos parar a comer? - preguntó ahora Carlos caminando sin animo.

- Por dos. - se le unió Max.

- ¿No pueden aguantar un poco más? - intervino Sophie colgada del brazo de Ben - llevan caminando media hora, ¿No pueden aguantar media más?

- Claro, si quieres que a medio camino se desplomen. - se burlo Elisa mirando su móvil.

- Ven, alguien que si me entiende. - dijo Carlos caminando hacia Elisa - Gracias mi querida amiga por defenderme. - la abrazo por los hombros - Ves Max, déjame decirte que esta amiga nuestra es única.

- Ok, gracias por el cumplido. - dijo la castaña entre risas - Pero no te estoy defendiendo, a ninguno, - los señalo a ambos - solo digo la verdad.

La expresión de Carlos cambio de felicidad a seriedad en el momento en que Eli dijo eso.

- Gran amiga la que tengo, ¿No me podías defender?

- En realidad no te estaría defendiendo a ti, sino a tu estómago. Y ya enserio, ¿No pueden aguantar un poco más?

- Claro si quieres que nos desmayemos. - dijo Max.

- ¡Ah! Sabia que esto pasaría así que traje algo. - registro su morral - Tomen. ¡Ben, Soph! - grito arrojando les las bolsas de cereal dulce.

- ¡Gracias!

Repitieron a unísono. - Huy, esos ya dos me dan miedo - La calma se hizo presente, pero no duro mucho cuando Carlos comenzó a cantar desafinando mientras Max y Elisa le suplicaban que se callara. Después fueron las risas de Elisa ya que Max comenzó a hacerle cosquillas mientras Carlos seguia cantando como radio mal sintonizada.

Sophie y Ben caminaban alante tomados de la mano, Soph no estaba muy contenta y Ben lo había notado. Su sonrisa alegre no estaba plasmada en su angelical rostro y tenia ojitos de borrego atropellado. Dejando el teléfono en no su bolsillo del pantalón, rodeo a Sophie con su brazo izquierdo acercándola a el y terminar dándole un beso en su cabeza.

- ¿Qué pasa? - preguntó mirándola.

- Nada, - respondió sin ánimos - Solo que... Estamos a punto de morir y estos dos no se han confesado nada.

- Si lo se, pero sabes que no nos podemos meter en eso.

- Si, también lo sé. Pero si yo no hubiera interferido ayer fuera del restaurante, ellos se hubieran besado y ahora estuvieran juntitos. - dijo en un tono de niña chiquita.

«Con que fue eso.» - dijo para si sonriendo de lado.

- Así es, y aquí estamos en las mismas.

- Por mi culpa.

Pateando una roca, Sophie se cruzo de brazos.

- Hey, no fue tu culpa, solo... Llegaste en el momento menos indicado.

- Exacto.

- Pero sigue si ser tu culpa. - le sonrío el - Además, te entiendo solo falta un año para terminar la universidad, más que posiblemente moriremos hoy y estos no se han dicho nada.

Le susurro al oído a Sophie.

- Se que hay que ser miedoso - continuo - pero tampoco tanto.

- ¡Ah, enserio! Mira que habla.

Chillo la pelinegra mirándolo.

- Yo te dije. - se adelanto Ben.

- Tu no me dijiste nada. - le contradijo Sophie - Yo te tuve que robar un beso para terminar como pareja.

- Bien tienes razón.

- Cuando no la tengo.

Ben hizo un ademan de hablar pero Sophie lo freno.

- No vallamos a discutir por eso.

- Ok. - dijo cerrando la boca.

Entre las Sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora