Cap42

0 0 0
                                    


Volviendo al lugar donde estaban las pertenencias de todos, Elisa caminaba de prisa sin prestarle la mínima atención a los gritos y llamados de Max. El por su parte, corría a tropezones para alcanzarla y tomándola de un brazo, la giro haciéndola chocar con su pecho.

- ¿Podrías calmarte un momento?

Pidió mirándola a los ojos. El pulso de Elisa se descontrolo por completo, tener tan cerca a Max no era algo que le hiciera bien y mucho menos si la miraba directo a los ojos. - pobre - Poniendo ambas manos en el pecho de el, lo alejo a distancia considerable para ambos. - y para ella. Repito, pobre.

- Max... Esta ya es la segunda vez que nos pasa esto.

- Si, lo lo sé. De seguro hay una explicación lógica para todo esto.

- ¡Max se que todo tiene una explicación lógica, pero cual podría tener esta! - exploto ella.

- Mira, ¿Qué tal si mejor tomamos asiento y conversamos el tama?

La tomo de los hombros girando la para encaminarla hacía el mantel. Ya que no le quedaba de otra, se dejo llevar. Parecía mejor escucharlo a el que a la voz de su cabeza.

.

.

.

La mirada y el gesto de Ben no había cambiado, la única diferencia era que ahora estaba sentado en una gran roca. Después de que escuchara a Sophie su gesto se endureció más. ¡OK, ESTADO DE EMERGENCIA! ¡NADA DE ESTO ES BUENO! - ¡Llamen al 911! - ¡¿Qué creían?! ¡¿Qué habría corazones en el aire?! ¡Pues no! - dramática.

- ¿Por qué no me dijiste nada? - demando saber.

-  Benjamín por favor no te molestes conmigo, - le rogó Sophie acuchillando se frente al el - si no te dije fue por miedo?

- ¡Miedo! ¿A qué? ¿A mí?

- Es que... Se como te pones cada vez que te ocultan algo. Y lo que pasa es que no quería preocuparte, más que no quería recordar.

- Sophie. No estoy molesto contigo. - la tomo de las manos levantándose con ella - Pero si me decepciona que no hayas confiado en mi. Como me vas a pedir que no me preocupe. ¿Si te hubiese pasado algo grave? Ahí tu papá si me hubiese matado.

Bromeo haciendo que Sophie riera.

- Yo te amo. Pero tienes que confiar en mi, promete que lo harás.

- Si.

- Prometelo. - pidió el.

- Lo juro. - alzo su mano derecha poniendo la otra en su corazón - Que tal si vamos con los demás ¿si?

Regresando al puesto del picnic, ambos volvieron con la esperanza de encontrar a sus tres amigos; pero en realidad encontraron solo a dos. Max estaba verticalmente, tendido de espaldas con su brazo izquierdo cubriendo sus ojos, con el otro rodeaba un cuerpo a su lado. Si, era el de Elisa, estaba tendida a la par de el abrazándolo muy cómodamente y con su cabeza apoyada en el pecho de Max.

- Valla, valla, valla. Mira que tenemos aquí, par de tórtolos.

- Tendré los ojos cubiertos pero si te escucho Ben. - musito el ojiazul.

- ¿No deberías estar dormido?

Preguntó Ben tomando asiento con Sophie.

- No. - respondió Max quitando su brazo de sus ojos - Trate de dormirme pero no pude y me quede así porque Eli si se durmió. - la miro tiernamente.

- ¡Hey Max!

Gritaron desde los árboles y notar que era Carlos.

- ¡Shhhhh! - le silenciaron todos.

- ¿Qué? - susurro confuso.

- Elisa esta dormida. - señaló Sophie - podrías callarte.

- Perdón. ¿Chicos quieren venir a explorar conmigo el bosque?

Ambos se miraron las caras. Max se quedo callado, de todos modos no iba a ir, estaba muy ocupado. Haciendo de cogin.- noten el sarcasmo - Y Ben tampoco tenia ganas de ir.

- No yo me quedo, ya camine mucho. Pero que hay de ti Max...

- No, - interrumpió el - no quiero despertar a Elisa. Aparte tengo una pereza horrible.

- ¿Sophie?

Preguntó el poniendo ojitos de cachorro.

- A mi ni me veas. - le advirtió ella - También camine bastante, no te creas.

- Bien, entonces me quedo. - dijo sentándose.

- ¿Y por qué no vas?

Inquirió una confundida Sophie.

- Porque no, porque no quiero ser el primero al que maten. Es más, aquí todos vamos a morir, pero Ben y Max morirán felices de la vida porque te tienen a ti y al Elisa. En cambio yo... Moriré triste, sólito y soltero. - hizo un puchero.

- ¿Y eso es lo único que te importa? - interrumpió Sophie el drama de Carlos mientras Max y Ben se aguantaban la risa - ¿Morir soltero?

- Si.

Sin poder creer lo que acababa de escuchar, Sophie cerro los ojos colocando sus dedos pulgar he índice en su entrecejo murmurando un «Maten lo, Dios mio, maten lo.»

- ¡Te escuche! - chillo Carlos haciendo que Ben no aguantara la risa.

- ¡Se pueden callar! - grito una segunda voz.

- ¡Ah! - volvió a chillar el castaño pegando un brinco  - ¿Tu no estabas dormida? - preguntó Carlos mirándola horrorizado.

- Lo estaba hasta que comenzaron a discutir. - dijo malhumora.

- ¡Gritas como nenita Carlos!

Dijo Ben entre risas.

- Porechita. Duerme tranquila preciosa. - beso Max su cabeza.

- ¡Que lindos! - chillo la pelinegra.

- Que melaza. - dijo Carlos asqueado - Me dan diabetes. ¡Y tipo mil!

Ben le dió un golpe en la cabeza rápido.

- ¡Auch! - se quejo.

- Enserio - insistió Sophie - se ven tan tiernos.

- ¡Ya!

Pidió Elisa cansada. Haciendo reír a los demás. Poco rato después Ben y Sophie también se durmieron, seguido de Max minutos después. Carlos quedo despierto escuchando música, tenía que estar atento a la hora y al día.

- Soy el despertador.

O pensó el, sonó mejor en su cabeza que en voz alta.

Entre las Sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora