Capítulo 13
—Scott, detente por favor —le digo con el corazón acelerado. Él se detiene, frunce el ceño, estaciona el auto y se baja de primero yéndose con su familia. Al bajarme del auto me siento liberado por los dioses y no hago más que fingir que nada está pasando.
Phill es mi mejor amigo y obviamente nota que no estoy como siempre. Pregunta que tengo y en resumen le digo lo que me pasa. Él se quiere reír, pero deja que termine mi relato. Cuando ya le cuento todo, se detiene y deja que pase su padre y el resto de mi familia.
—Cris, bésalo. Mañana te irás y no tienes que perder nada.
—Prefiero besarte a ti mil veces —mi comentario hace que se ría con ganas—. No lo besaré, porque no me gusta. Yo te besaría porque sé que no nos gustamos y sabemos que somos amigos y ya.
—Estás loco. Aun así, si no lo besas, pues yo puedo hacerlo si no hay problema, pero lejos de Britt. Lo nuestro va en serio.
—Al menos que quieras besarlo solo para que deje el fastidio y luego lo haces conmigo. A mí me produce asco, pero acepto el reto si eso te hace feliz.
Dejamos la propuesta para después y nos sentamos. Todos charlan, comen y se divierten. En la otra mesa está Will y sus padres, sé que no deja de observarme, así como Scott. ¡Estos hombres me van a volver loco literalmente! No sé qué hacer para decirles que no los soporto y que en serio no me gustan.
Voy a respirar aire puro y me salgo para calmar la tensión. Scott está molesto conmigo, pero viene hacia donde estoy. Supongo que desea charlar un poco.
—Lamento ser tan impulsivo, Cristopher. Lamento mucho fastidiarte en serio.
—¿Para qué lamentas si vuelvas a hacerlo una y otra vez?
—Porque es la forma correcta, yo sé que no puedo resistirme a ti, pero tengo que parar.
Se retira y es un alivio, al menos reconoce su error y me deja en paz. Al rato viene Will. No sé qué hice para merecer desgracias, pero no sé cómo lidiar con esto.
—Se que te vas pronto, eso me pone un poco triste, mariposita. De verdad me harás muchísima falta. Quisiera pedirte algo antes de que me vaya.
¡Dios! ¡Pero qué estrés!
—Bésame, Will si es lo que quieres. ¡Hazlo! Y te quitas esa mortificación de encima.
Will se queda inmóvil por primera vez, cree que estoy bromeando y no actúa. Ya debería actuar antes que me arrepienta y aun así se mantiene firme sin dar un paso hacia adelante.
—No necesito besarte para extrañarte, ese beso que nos dimos ese día es más que suficiente para mí. Jamás te voy a olvidar, Cris.
Este... ¡Okey! Eso es inesperado.
—No dejes que te golpeen —ese es su gran consejo. ¡Vaya! Me sirvió demasiado. Sonríe y se retira también.
Se siente extraño que jamás lo volveré a ver, es como una carga que se quita sola y por la otra me siento nostálgico. Will puede ser un completo bastardo, pero sé que llegará a ser una gran persona.
Voy hacia la mesa con mi familia y siguen charlando como siempre. Yo me siento a comerme el postre. Pienso en mi futuro, en cómo será la universidad y mi nueva vida en ese país.
—Felicidades a los graduados —nos felicita mi padre. Alzamos la copa de vino y brindamos entre todos.
Scott está todavía molesto. Sé que no desea hablar conmigo y eso me vale, aun así, siento un poquito de lástima por él.
—Necesito ir al baño —digo de repente—. Scott, ¿puedes acompañarme?
Nadie dice nada. Scott asiente preguntándose porque lo llamó a él, pero quizás sepa lo que me pasa o tal vez pueda disculparme. No lo sé. Me siento raro y me duele algo, pero no sé qué es.
El baño queda en el piso 2 y entramos. Scott me espera en los lavados, mientras voy hacia el sanitario. Allí empiezo a vomitar. Es una sensación demasiado horrible y cuando me siento mejor, salgo a lavarme la boca.
No sé porque, pero me caigo hacia el suelo y él me agarra.
—¿Estás bien? —oigo su voz a lo lejos.
Niego con la cabeza. Acto seguido su fuerza es tan brutal que me despierta de la pesadilla del desmayo y me levanto con cuidado.
—¿Te ha pasado antes?
—Jamás. Me siento un poco mal, pero creo que estaré bien.
—Deberías ir al médico.
—Estaré bien, te lo juro.
—De acuerdo.
—¿Sigues molesto conmigo?
—No. Yo te comprendo un poco, Cris. Sé que todo el mundo te forza a ser algo que no te gusta y eso es en parte mi culpa.
Vuelvo a tumbarme en el suelo, veo borroso. No sé qué me pasa. Es como si todo estuviera dando vueltas. Jamás me había pasado.
Siento que me está cargando, pero no puedo visualizar nada. Ahora siento algo muy suave.
—¿Puedes oírme? —dice en tono de preocupación.
Asiento en modo de respuesta.
Siento algo eléctrico en mi cuerpo que me activa de una manera impresionante. Cuando abro los ojos, está Scott sin camisa y algo sudado.
—Genial. Ahora volvamos antes de que se preocupen.
Se coloca otra camisa y me peina el cabello. No sé qué demonios tuve, pero ahora me siento muchísimo mejor.
—Trata de mantenerte firme, mañana te irás y será horrible si pierdes el vuelo.
Okey... ¡Qué actitud más extraña!
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Macho pecho peluo © (BORRADOR)
Roman pour AdolescentsUn verdadero hombre que le gustan los hombres Es un verdadero macho pecho peluo Todos los derechos reservados © No se permite plagio ni adaptaciones