Capítulo 43

14 1 0
                                    

Capítulo 43

Escenas llorando, Dj, Scott, Krist, el fútbol, las vueltas, la locura, esto y aquello hacen que me levante de un salto sudando hasta la coronilla. Me quedo recostado por unos minutos asimilando que tuve una pesadilla bastante fuerte. Ya más calmado, observo donde estoy, la habitación luce muy limpio y ordenado, hay varios libros, balones de fútbol americano de diferentes tamaños y colores, la ropa guindada y un olor peculiar de perfume que me encanta y caigo en cuenta que estoy en la habitación de Scott.

El desgraciado tiene una colección completa de mini carros más geniales del mundo, álbumes de todos los años de su vida y dibujos brutales que supongo que de eso se inspiró para realizarse tantos tatuajes. Sinceramente su televisor me da envidia, es más grande que el mío y pueden verse todos los canales que uno no tiene por ser un maldito pobre, los tiene él porque es Scott Jackson pues.

Debería comprarse una casa para él solo, no necesita vivir con nadie y puede tener todo lo que cualquier ser humano como uno requiere para vivir plenamente feliz. Viendo y curioseando hay un álbum que tiene y salen fotos de cuando era un niño, se ve tierno como carga a Britt y sonríe, maldito imbécil porque tiene que salir bien en todo, bastardo de mierda. Sigo viendo cada página y me causa felicidad, yo sé que Scott no quiere nada conmigo que sus sentimientos son hacia su novio, pero no puedo negar que me vuelve loco, me hace feliz en cierta forma y me gusta ver su pasado.

―Eres la única persona que ha entrado a esta habitación ―guardo inmediatamente el álbum y lo coloco en su lugar―. ¿Qué haces aquí? ―okey, bueno no sabía que era tu puta habitación, pienso detenidamente y no sé qué decirle a este ser para que no malinterpreté las cosas.

―No sabía que era tu habitación, solo tenía sueño y me acosté ―y curiosamente estaba viendo tus cosas sin que lo notarás―. Disculpa si te molesto con mi presencia.

―No me molesta que estés aquí, Cris. No pongas esa cara. Si quieres, te puedes quedar, iba a ver una película.

―Scott, en serio no quiero que seas amable conmigo ―es algo que no debo decir, pero por mi bien hay que mencionarlo―. De verdad.

―Cris, no estoy haciendo nada. Simplemente...

―Lo sé, Scott. No hace falta que me expliques nada. Dejemos las cosas como están, es más sano para mí y para ti. Lamento una vez más desordenarte tu cama.

―De acuerdo, olvida lo que dije. Phill y Britt están en la cocina, si deseas verlos.

Mi corazón se encoge, a veces me encantaría abrazarlo, besarlo, que me haga sentir incómodo y feliz a la vez; sin embargo, no puedo perdonarlo todavía y sonreír junto a él, me cuesta aceptar las cosas. Tranco la puerta y voy hacia la cocina donde están mis amigos. Ellos me miran misteriosamente, como no comento nada, se limitan a preguntarme.

¿Cuándo será el día en que olvide completamente a Scott? Es un sufrimiento que detesto, haber dormido en su cama y no poder eliminar esa escena de mi mente es imposible, vive en mi como si hubiese sido hace segundos. ¿Esto no era lo que necesitaba para que dejarán en paz? Pero precisamente el amor es traicionero y uno se ilusiona demasiado rápido, y finalmente no puedes dejar que las cosas fluyan porque es peor.

―Cris, ya deja de matarte tanto la cabeza ―si los consejos de Phill son directos―. Dile que lo extrañas y listo. ¿Qué tan difícil puede ser?

―Te ves demasiado tierno dando vueltas por la casa ―se da cuenta Britt―. ¡Scott no muerde! Que tenga los tatuajes y es grande no quiere decir nada, es un osito de peluche llorón.

Es más presión que tus amigos te inciten a lo prohibido, ambos se mueren de la risa como estoy actuando. Parezco un loco jalándome los cabellos, caminando en todas las direcciones murmurando cosas y sin comprender cuál es el maldito sentimiento que tengo por dentro. ¡QUE FASTIDIO Y QUE ESTRÉS!

Macho pecho peluo © (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora