Capítulo 46
No puedo dormir así tenga la música más relajante del mundo. Pienso en Scott una y otra vez, me encantaría que me abrazará y sentir su calor, tener la certeza que estará allí conmigo en cada momento, aunque estoy dolido, igual lo extraño demasiado, sé que él desea hablar conmigo, pero soy demasiado idiota para no prestarle atención y obviarlo.
Finalmente decido salir para refrescarme un poco, no soporto pensar y aunque desee tener la mente vacía, es cuando pensamientos se me vienen a la mente. No despierto a mi amigo, aunque es imposible, Phill no se despierta así sea el fin del mundo.
La sala luce tenebrosa, pero igual me arriesgo y me siento en el sofá a ver la chimenea como un idiota. De repente comienza a llover a cántaros, suenan relámpagos y tengo miedo. Como un estúpido mi celular ya no tiene baterías y no sé dónde prender las luces, tengo los nervios de punta y quisiera gritar.
―Que no salga ningún fantasma, que no salga ningún fantasma, por favor. Tengo miedo ―lo más sano es rezar y cerrar los ojos para no ver nada, oigo unos pasos escalofriantes y estoy temblando como un idiota.
― ¿Qué haces aquí tan oscuro? ―alguien prende las luces.
― ¡AUXILIO! ―Comienzo a gritar como un desesperado maniático y corro por las escaleras, me tropiezo con algo y es Scott―. ALGUIEN QUIERE ASESINARME, AYÚDAME, AYÚDAME.
―Nadie te va a asesinar.
―Pero me mira raro y apareció en la oscuridad, eso me asusto demasiado ―digo temblando.
―Discúlpame, Cristopher, no era mi intención. ―Krist sonríe y me alivio un poco.
―Casi me causaste un infarto al pobre, menos mal que los demás tienen el sueño profundo. Espérame en mi habitación, Cris.
― ¡NO! Y si sale un fantasma, espero aquí contigo.
Scott conversa con Krist. No sé a qué vino y me causa bastante curiosidad. Krist se retira con una tremenda sonrisa. Voy a la habitación de Scott temblando de pies a cabeza, aún tengo miedo.
― ¿Quieres un chocolate caliente? Puedo hacerlo rápidamente ―no estaría mal y acepto su invitación, pero voy con él hacia la cocina ya que tengo la excusa de no querer estar solo por el tema de los relámpagos y los truenos.
Él hace su magia y yo me le quedo viendo a ver cómo lo hace, se nota que está feliz, no puede ocultarlo y sinceramente no quisiera preguntarle otra cosa. Quizás ambos se reconciliaron y para él es lo máximo, mientras que yo sufro en silencio. Olvido el miedo a los rayos, me concentro en el dolor, en las lágrimas que recorren mis mejillas. ¿Hasta cuándo tengo que soportar esto? ¿Por qué debo sufrir?
―Cris ―él observa mis lágrimas―, ¿por qué lloras? ¿Qué sucede?
―Me enamoré de ti, Scott ―es difícil decirlo, pero logré hacerlo―. Lo siento, sé que te gusta alguien más y prometo alejarme de ti, de verdad, lo lamento.
― ¡Cris! ¿Por qué lo sientes?
―Lo siento, Scott. Dejemos las cosas así, no lo hagas difícil. Solo espero que él te haga feliz y puedan vivir juntos para siempre.
Voy nuevamente hacia la habitación con Phill y me quedo despierto toda la madrugada, he estado llorando y cuando escuchas música triste es peor el sentimiento. Es horrible enamorarse, tener la esperanza y que te desvanezcas, no puedas hacer nada y solo queda el terrible recuerdo feliz en el que una vez eso te hizo sonreír. Es como abrir las nuevas heridas, nunca sanarlas y no poder romperlas para hacerte fuerte. Mi mejor amigo se despierta y me observa arrinconado en la esquina con un suéter.
―Cris, ¿qué sucede? ―él necesita saberlo.
―Me enamoré, amigo, sufro y quisiera alejarme de todo esto. Scott se reconcilió con Krist y ese es el final ―rompo en llanto al terminar de hablar y él me abraza dándome palmaditas en la espalda.
―Chicos ―entra Britt―, ¿qué le pasa a Cris?
―Lo mismo de siempre, amor ―le responde Phill.
―Estamos contigo, Cris. Vamos a superarlo juntos y pase lo que pase no te vamos a abandonar.
―Gracias, chicos.
―Bueno, Will nos espera afuera. La playa es un lugar mágico para olvidar las cosas malas.
La playa es para desahogarse, sentirse libre y escuchar el sonido de las olas rompiéndose. Todos saben que ando triste, no es secreto y como son mis amigos merecen saberlo. No me dicen nada, tampoco discuten delante de mí como hacer para que pueda sonreír.
El dolor no se quita de un día para otro, es cada vez más fuerte, es sentir que tuviste los labios más perfectos y ya no están contigo para hacerte feliz. Ya no tienes a la persona a tu lado para consentirte, aunque te enojes, vale la pena que se preocupen por ti, te fastidien y te hagan molestar, aun sabiendo que igual lo tendrás sin importar lo que haya pasado.
Ahora que lo pienso cada discusión con Scott fue una experiencia increíble, cuando me buscaba, la vez que salió de la piscina todo mojado y le pedí ayuda para que me ayudará a defenderme de Joss, cuando me trajo el pastel, cuando le dije que no me gustaban los hombres y que me dejará en paz. La vez en que besé sus labios, sentí hormigueos en el estómago. Extraño todos esos momentos que ahora ya no van a estar presentes en mi vida.
**
La semana pasa tan rápido, que no nos damos cuenta que el viaje para mí ha sido llorar, no dormir, quedarme en la playa hasta tarde, comer poco, no importarme nada y visitar varios lugares interesantes sin ánimos. Britt, Phill, Will, Jeremy, Colin, Marcus, y otros compañeros están tristes por mí, quieren alentarme, hacerme sentir mejor y nunca lo consiguen, mi seriedad continúa. Mis padres me llaman todos los días para saber de mí, jamás los vi tan preocupados, quizás los señores Jackson le comentaron de mi reacción hacia el mundo. Mamá desea que viva mi juventud al máximo, papá solo quiere hacerme reír de sus tonterías, mis hermanas también quieren lo mismo que todos.
―De verdad estoy cansada de verte así, Cris ―dice Britt―. Ya llegaste al límite de las cosas y en serio estoy obstinada. Sé que eres tú quien tiene el dolor, pero no me gusta y estoy harta de esta situación. No me digas que estás bien porque no te voy a creer nunca, tampoco la excusa que me dijiste después.
―No puedo hacer cambiar de opinión a una persona, Britt. Ya le dije lo que sentía.
―Lo sé, pero debemos estar seguros si es cierto lo que dice. Así que ya tengo un plan armado, aunque él fue quien me pidió ir a un restaurant para decirme algo importante se me ocurrió esa idea en que fueras conmigo y tuvieras un micrófono para que escucharás la conversación. Así que hoy es el momento. ¿estás listo?
―Si, ya lo peor ha pasado, así que estoy listo.
Nos cambiamos la ropa y dejamos las cosas en la casa en donde nos estamos hospedando. Aún estamos disfrutando los paseos y hoy los chicos están haciendo una comida especial, ellos están al tanto del plan y aunque sea positivo o negativo lo que diga Scott igual vamos a celebrar lo que sea y seguir viviendo y compartiendo los momentos que podamos. Nos desean suerte y nos vamos, la idea es estar con Phill en otra mesa y escuchar todo a través de un micrófono que se adapta a la oreja y podamos escuchar sin que nadie sepa. Phill y yo entramos de primero y nos dan una mesa para dos, nos dan una copa de vino para comenzar.
―Ya están entrando ―susurra Phill viendo a su novia y su cuñado sentarse en una mesa de la esquina―. Es el momento de la verdad.
ESTÁS LEYENDO
Macho pecho peluo © (BORRADOR)
Novela JuvenilUn verdadero hombre que le gustan los hombres Es un verdadero macho pecho peluo Todos los derechos reservados © No se permite plagio ni adaptaciones