Capítulo 23

13 1 0
                                    

Capítulo 23

—Voy a aprovechar de decirte algo importante.

― ¡Qué fastidio!

—Te amo, Cris.

La seriedad, la conformidad de palabras es sincera. Me quedo congelado, porque no le tengo una respuesta a su confesión. Para mí es difícil decir a una persona que lo quiero, si no se lo he dicho a mi familia menos se lo diré a otros.

Will se retira frustrado. Me siento un poco culpable, me parece de mal gusto no responder, pero no tengo nada que decirle. Nadie me puede obligar a querer cuando mi corazón no está acelerado. Yo me encuentro normal, todo mi cuerpo no muestra síntomas de enamoramiento.

— ¿Estás bien? —pregunta Scott.

Hay algo que debo comprobar y tiene que ser urgente. Le tomo la mano a Scott y vamos hacia afuera de la casa. Will no se ha ido y eso ya lo sabía. Me dirijo hacia Will con paso firme. Mi corazón actúa normal como si no le interesará. Lo atraigo hacia mí y lo beso sin lamento. Tengo los ojos abiertos, él los tiene cerrados.

Al separarnos, quiere intentarlo de nuevo y lo detengo con la mano.

—Buenas noches, Cris. Sabía que vendrías corriendo hacia mí.

Ahora me toca Scott. Hago lo mismo y mi corazón comienza a reaccionar como si se fuera a explotar. Siento el beso de verdad y no sé cómo definirlo, es difícil para mí. Duramos más de un minuto y al separarnos abro los ojos.

—Entremos. Hace frío —comenta—. No quiero que te congeles, Cristopher.

—Si.

Le comento rápidamente a Phill.

—Ya sabía que te gustaba, solo que no lo reconoces todavía.

— ¿Gustar?

—Si. Eso es normal, Cris.

—A mí me gustaba Stefany.

—No creo. Si no la hubieses buscado.

— ¡Maldición!

—No abriré la boca, Cris.

Es imposible que me guste Scott, no lo acepto, me parece estúpido. De verdad no entiendo que me pasa. Me volveré loco y necesito calmarme, fingir que nada me pasa y ocultar todo tipo de sentimiento. Tendré que entrenar para volverme más frio de lo que soy.

La cena es agradable, sonrió de vez en cuando y no comento nada de lo que hablan. Los padres se van a dormir primero que nosotros. Britt tiene la idea de ver una película chistosa y no tengo ganas. Sigo pensando en mi corazón traidor.

Es una cosa loca. Me preocupo por Will, pero mi corazón decide querer al otro. Aunque sé que Will ha hecho cosas malas en el pasado, lo que vive con su familia no es fácil y si ellos se enteran que yo le gusto, será el caos para él.

—Veremos "¿Cómo perder a un hombre en 10 días?"

Quizás no sea tan mala idea ver esa película, me puede dar ideas buenísimas para perder a estos idiotas.

Al comienzo es un trato y me da gracia como los dos acceden sin que el otro se entere. La chica escribe en una de las revistas más importantes y tendrá el reto de escribir un articulo sobre como perder a un hombre en 10 días, y por otro lado el chico es un ejecutivo que necesita enamorarla y llevarla a una fiesta de la compañía, si lo consigue, entonces tendrá a cargo la publicidad de una nueva empresa de diamantes.

Creo que es demasiado predecible, porque obviamente se van a terminar amando.

— ¿Te gustan las películas románticas?

—Si —le respondo.

Suena mi teléfono y el ring ton es de 50 cent y su canción 21 Question. Mi madre me desea buenas noches, que no la pase mal y que sea feliz. Se enteró que estoy en la casa de Scott y eso le genera emoción. Le cuelgo de primero.

—No sabía que te gustaba el hip hop —comenta Scott.

—Lo amo demasiado.

—Pensé que esa palabra no estaba en tu diccionario.

—Lo está solo con estas cosas: hip hop, Nutella, novelas románticas, series criminalísticas, vampiros, terror y el futbol.

—Eres único, Cris.

¡Que fastidio mi corazón traicionero! Esto no me gusta. Tengo que deshacerme de este sentimiento o terminará por asesinarme.

—Voy a dormir. Muero del sueño —miento un poco y Phill no me delata, sabe que estoy incómodo.

—Te llevare.

Subiendo las escaleras, estoy más nervioso que cuando le tuve que decir a mi madre que me salte 3 clases seguidas. Tuve que quedarme en la casa de Phill para que no me jodiera tan rápido.

—Aquí es.

La habitación es espaciosa. Me da miedo dormir sólo en este espacio tan grande. Además, es como si estuviera abusando de su hospitalidad.

— ¿Sólo?

— ¿Cómo que sólo?

—No importa.

— ¿Te da miedo?

—No.

— ¿Entonces? ¿Me quedo contigo?

— ¡NO! ¡ESTOY BIEN!

—Oye, no te haré nada, Cris. Lo prometo.

— ¿Puedo dormir en la sala?

—Hace demasiado frío.

—Lo prefiero. Me siento más seguro allá abajo que aquí.

— ¿Seguro?

—Si.

— ¿Qué tiene? Me siento más seguro que duermas aquí.

— ¡Soy sonámbulo!

Macho pecho peluo © (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora