Capítulo 18
Mareado, sin saber lo que ha ocurrido, abro mis ojos y estoy en frente de un caos total. No tengo camisa, estoy en interiores, me duele la cabeza. Phill está en su cama en interiores ¿Qué demonios pasó anoche?
Al levantarme lentamente, voy hacia el baño y abro la regadera para ducharme. No recuerdo nada, no sé qué paso y eso me preocupa. Generalmente no bebo alcohol y está vez creo que bebí más de la cuenta. Sinceramente necesito recordar todo y prepararme para lo peor. En medio del agua caliente me dejo sumergir hacia el pasado. Lo único que recuerdo es que estaba con Phill, William y sus amigos.
Me seco todo el cuerpo con la toalla, aprovecho de cepillarme los dientes y vestirme como si nada hubiese pasado. A mi amigo le pongo una sábana para que no le pegue frío y salgo de la habitación hacia el comedor pues me estoy muriendo del hambre. Al salir todos me aplauden y felicitan. ¡Maldición! Hay que fingir que estás en sintonía con ellos, por lo visto me ven como un héroe.
—Eres el mejor, hermano. No lo olvides —me grita un chico alto dándome unas palmaditas en la espalda.
Al llegar al comedor todos vitorean y están emocionados. ¿Qué es lo que hice anoche que causa tanta emoción? El personal de allí me da los mejores platos y no tengo que cancelar nada de ahora en adelante. Me siento en la única mesa libre y me dispongo a comer. Pasan chicos, chicas, profesores, y me saludan como si fuera una celebridad.
—Cristopher —es William—, ¿estás bien? —me pregunta y asiento con la cabeza.
—Gracias —sin ser grosero. La gente nos está viendo mucho y cuchichean emocionados—. ¿Qué hicimos anoche? —mi pregunta es directa y sincera. No necesito darles vueltas a las cosas, ya estoy demasiado nervioso como para digerir lo que ocurrirá, así que estoy preparado. Ya he pasado por cosas peores.
—Bebiste muchísimo, Cris. Te quitaste la ropa, comenzaste a bailar, seguías bebiendo. Fue lo más divertido que he visto en la vida. Le dabas tragos a todo el mundo, armaste la fiesta. Tuve que llevarte hacia la habitación, estabas borracho y me pediste que me quedara contigo. Luego te desnudaste y después te quedaste dormido. Te puse el interior porque no podía con la camisa estabas muy inquieto. Phill también bebió muchísimo y un compañero lo trajo hacia la habitación después de que te quedaste dormido.
—Pensé que había sido peor —confieso con sinceridad. Ya lo he hecho muchas veces.
—Fue súper divertido.
—Supongo.
—La gente se emocionó y pues tienes unos cuántos admiradores.
—Supongo.
—¿No te molesta?
—Me da igual, Will.
Sigo comiendo y la mirada de Will no se retira. El tipo pareciera que estuviera hipnosis o algo parecido. La verdad es que me da igual. No quiero molestarme, quiero vivir mi vida y aunque no quiera estar con los hombres, tengo que encontrar la forma en la que me respeten como soy y me dejen en paz.
—Eres demasiado hermoso, Cris.
—Ya lo sé. Me lo dicen todo el tiempo que llega un punto en que me lo creo —le digo sin miedo. No sé qué me pasa últimamente, es como si estuviera conversando con un amigo más y no me afecta en absoluto. Quizás estoy feliz de no estar en la escuela y tuviera que lidiar con gente inmadura.
—Tengo entradas para ver a los Águilas y me preguntaba si te gustaría venir conmigo.
—¿Tú y yo? —le pregunto.
—Vienen otros chicos más, y bueno a mí me sobra una entrada.
—Me duele la cabeza y no tengo humor en ver fútbol.
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Macho pecho peluo © (BORRADOR)
Novela JuvenilUn verdadero hombre que le gustan los hombres Es un verdadero macho pecho peluo Todos los derechos reservados © No se permite plagio ni adaptaciones