Parte 3: Un pequeño revivir

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En una cueva una loba y su cachorra se habían despertado, ambas soltaron un pequeño bostezo y el pequeño cachorro se dispuso a caminar torpemente alejándose de la madre, está la atrapó y comenzó a lamerla para limpiarla, más parecido a lo que haría un gato, la cachorro entrecerró los ojos y comenzó a gruñir y ladrar mientras mordisqueaba un poco las patas delanteras de la madre, esta ignoró el berrinche y siguió limpiando a su cachorro, la cría se detuvo mientras su cola se comenzaba a mover, ella gruñó enojada mientras comenzaba a disfrutar de la limpieza, relajada comenzó a entre cerrar los ojos, antes de volver a dormir.

Al atardecer, la pelirroja finalmente se despertó de su sueño, sentía algo extraño en su hombro, lo tocó y era un brazo, mirando a su costado se avergonzó al ver a Yorhaya dormida a su lado, era muy vergonzoso especialmente tomando en cuenta el sueño que había tenido, ella trató de alejarse, pero sus movimientos despertaron a la mujer, quien se levantó sin quitar la vista de ella.

-Oouahhh... Buenos días, o buenas noches, supongo ¿Cómo dormiste?.

-Bien... parece que esa aguja sirvió mucho, puedo sentir la putrefacción frenarse, gracias, no sabría cómo agradecértelo justamente, pero haré todo lo que pueda si me mejoro.

-Es mi deber luchar contra la podredumbre, realmente no hay nada que agradecer, por cierto ¿Cómo te llamas?.

-... Millicent, mi nombre el Millicent.

-Mucho gusto, yo soy Yorhaya, voy a estar visitándote un rato para ver que no tengas ningún problema, así que no te alejes mucho, por favor –La mujer dijo levantándose y mientras seguía tratando de actuar como la curandera que alguna vez fue, en cierto modo quería llevarla al castillo, pero sería irresponsable hacerlo, podía infectar a otros si la aguja no funcionaba tan bien–.

-Bien, de todos modos no puedo moverme demasiado bien aún, pero lo tomaré en cuenta.

-Gracias, cuídate bien.

La caballero se despidió para ir rumbo al Castillo de los Melena Roja, durante el camino le dio unos cuantos tragos a su cantimplora, durante un momento pensó en que sería mejor tener un poco de agua en lugar de alcohol, no tenía ganas de emborracharse esa noche, realmente no podía parar de pensar en esa chica, había una sensación rara, casi rosando la sospecha, tuvo algunas ganas de averiguar si ella era buena peleadora por alguna razón, una descarga de adrenalina y curiosidad pasó por su espalda.

Yorhaya desenfundó su espada queriendo practicar un poco, se puso en posición para un combate, como si estuviera en un boxeo de sombra una guerrera reconocida se manifestó frente a ella, su pelo era escarlata y sus prótesis doradas, era infinitamente más débil que la Malenia original, pero no era un rival que se pudiera tomar a la ligera, y solo un instante se tardaría en demostrarlo.

La falsa Malenia se lanzó dando una serie de tres cortes, pudo esquivar el primero en una combinación de habilidad y puro instinto de supervivencia, pero tuvo que bloquear los últimos dos, aun así no se arriesgó a ver esto como una brecha para atacar y el tiempo le dio la razón, aquella copia dio un fuerte corte al que ella por suerte pudo anticiparse para esquivar; Ahora era el momento, Yorhaya se alejó lo suficiente para no se amenazada por el corte, ella preparó una embestida con su sable, la victoria ya se veía cercana, pero como si no fuera nada, Malenia levantó su pie y con una precisión imposible pisó su espada, empujándola contra el suelo y dejándola a su merced, la copia levantó su espada y dio un tajo al cuello, si esto fuera un combate real la cabeza de Yorhaya ya estará rodando en el suelo.

La caballero dio un suspiro "incluso una copia barata tiene una fuerza digna de una reina", Yorhaya sonrió preparándose para otro combate, otra falsa Malenia se manifestó y rápidamente atacó con una puñalada, ella la esquivo de nuevo a duras penas, la copia se giró mientras daba un corte, la caballero lo bloqueó y aprovechó la energía generada por el golpe para impulsarse en combinación con un salto hacia atrás, Yorhaya ya a una distancia segura usó dos clones de fuego que se lanzaban con una estocada, la réplica dio dos cortes perfectamente cronometrados que destruyeron a las replicas, la falsa Malenia se acercó a la caballero y se elevó en el aire, preparando su espada, ella reconoció su postura, el instinto para cualquiera que la reconozca debería ser huir o rendirse y aceptar la muerte, pero si esto no era una batalla real, Yorhaya no tenía ninguna razón para aterrarse, aunque incluso había un miedo instintivo, ella saltó y preparó su espada lista para bailar junto a su oponente, para bailar una danza de aves acuáticas; Ambas espadas chocaron y la Caballero se vio al instante superada en todo, no podía igualarse en potencia, cantidad de cortes o precisión, su ataque fue apenas una triste y pálida imitación, en una batalla real Yorhaya ya sería un montón de carne picada irreconocible.

Ella cayó al suelo, no estaba cansada en sí, pero necesitaba un momento para recuperar el aliento, la armadura le pesaba como no le había pesado en mucho tiempo, y aun así ese falso combate no se podría comparar en nada a su primera vez con ella, aquel primer combate con ella aun lo recordaba, toda su juventud se la pasó pensando que tenía el poder de una estrella en su espada, pero en esa ocasión ella se sintió, no, se dio cuenta de que solo era una antorcha extinguiéndose frente al mismísimo sol, Yorhaya suspiró luego de recordar aquella batalla, realmente tenía ganas de entrenar como nunca.

Yorhaya la imputrescible - Elden RingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora