Parte 19: El mango y la hoja

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Millicent se estaba tomando un descanso y pasando el tiempo con Nepheli, un hermoso halcón estaba volando la zona y aterrizó sobre un guante de tela que la guerrero le había prestado a la joven.

-Wow, está muy bien entrenado.

-Sí, fue un poco rebelde al principio, pero se amansó cuando lo comencé a alimentar –Nepheli se puso otro guante de cuero y extendió la mano para que el halcón salga del brazo de Millicent y se pose en el suyo– Acarícialo.

-¿Segura? –Millicent dudó un poco antes de quitarse el guante con los dientes y comenzar a acariciar al ave– Sus plumas se sienten bastante suaves.

-Sí, se sienten muy bien, puedo pasar horas solo mimándolos.

-Suena bastante relajante.

-Lo es, por cierto ¿Por qué te interesaba tan pronto la cetrería? ¿Estás buscando un pasatiempo?.

-Sí, supongo, diría que quisiera descubrir más de mí.

-¿A qué te refieres?.

-Bueno, estuve mucho tiempo afligida por la podredumbre, no podía hacer más que quedarme inmóvil y sufriendo sola por culpa del dolor la mayoría de mi vida, nunca pude descubrir que me gustaba, quien soy, me gustaría poder aprender todo eso.

-Bien, entonces ¿Qué tal si te enseño cetrería y te ayudo a aprender que te gusta? Claro, quiero algo a cambio –Nepheli sonrió–.

-Suena bien... Pero ¿Qué vas a querer a cambio?.

-Nada material, pero ya que vas a estar al servicio de mi padre y yo voy a instruirte en esto, creo que es justo que yo te llame hermana menor y tú me llames hermana mayor.

-¡¿Qué?!.

Por su parte Yorhaya estaba aún andando por las aguas de Liurnia y viendo que podría comer, pero unos tonos verdosos en el agua llamaron su atención y la obligaron a acercarse, ella se agachó a revisarlas, no parecía ser veneno obra de la putrefacción, se parecía más a algún tipo de toxina artificial como las que se pueden hacer usando flores venenosas o heces de animales, sin duda era hecho por el hombre ¿Quién haría eso?¿Serian las defensas de alguien quien se escondía por ahí? Sería un sinsentido envenenar el lugar donde vives, de todos modos, no era el veneno que es causado por la podredumbre, así que no era de su incumbencia, pero repentinamente una voz la interrumpió.

-Hey, Yorhaya.

-¿Eh? –La caballero miró a su alrededor antes de volver a intentar marcharse– Debo estar viendo cosas.

-Yorhaya, soy yo, Trina.

-¿Eh?.

-Nos conocimos en un sueño ¿Recuerdas?.

-Sí.

-Yorhaya, siento mi esencia aquí cerca, necesito que te adentres en el agua y la busques.

-¿Ah sí? –La caballero fue en dirección contraria–.

-¿Qué haces? Es para el otro lado.

-Mmmm... ¿Por qué debería confiar en ti? El día que te vi me atacaron ¿Qué pruebas tienes de que no te metieron en mi menta para mandarme a una trampa?.

-Solo hazme caso, eres Yorhaya ¿Verdad? Eres muy fuerte, una trampa no te matara.

-Sí ¿Y tú como sabes eso?.

-No sé cómo, solo es información que tengo desde el nacimiento.

-No es una respuesta satisfactoria, ahora cállate, tengo que cazar mi almuerzo.

Yorhaya la imputrescible - Elden RingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora