Parte 17: El secreto de la luna llena

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Tras un buen tiempo de batalla el trio finalmente había logrado abrirse paso a través de la academia, no solo los caballeros del cuco se revelaron, también había magos y tarros, incluso se encontraron una especie de no muertos que absorbían la magia.

-¿Qué demonios pasó aquí?¿Como La Reina Rennala permitió esto? –Dijo el cariano desconcertado–.

-Ya verás.

-Yorhaya, pareces saber lo que pasó, la reina no está muerta ¿Verdad?.

-No.

-¡Qué bien! ¡Sería una decepción si esa bella reina estuviera muerta!.

-Mmmm... ¿Hiciste esto para ver una cara bonita?.

-¡Por supuesto!.

-Para que lo sepas, no tendrías ni una oportunidad con la reina –Dijo el cariano subiendo unas escaleras– Vamos, falta poco.

Kaleb cruzó una puerta que lo llevaba a una habitación y sus acompañantes le siguieron, el cariano se quedó paralizado al entrar, la habitación estaba llena de piedras refulgentes y una escultura de la luna colgaba en el techo cual candelabro, pero lo que le impactó evidentemente no era eso, al fondo se encontraba un gran lobo de pelos rojos, ambos cruzaron miradas y se reconocieron al instante ¿Cómo el cariano podría olvidar a semejante bestia? La bestia que acabó con su vida anteriormente.

-Tú... ¿Qué haces tú aquí? –El caballero tomó su espada y pese a su trauma miró con furia a la bestia–.

-Guarda tu arma, él no es tu enemigo.

-¡¿De qué demonios estás hablando? ¿Sabes cuantos miembros de la academia ha matado esta bestia?¡.

-Sí, y a juzgar por tu reacción eres uno de ellos.

-Mmmm... Chicos, se están distrayendo un poco.

Mientras los caballeros discutían el lobo rojo ya se había acercado al trio, Yorhaya sostuvo la mano del cariano mientras la hermosa bestia comenzaba a olfatearlo, Kaleb estaba temblando mientras todo esto pasaba, la mano de la imputrescible no le dejaba usar su espada, no podía soltarse, al terminar el lobo simplemente se apartó del caballero y se sentó.

-Parece que puedes pasar.

-¡¿Qué?!.

-Es difícil de explicar, pero este lobo ahora es el guardián de tu reina –Yorhaya empujó al cariano y este guardó su espada sin soltar el mango, mientras salía de la habitación a dirigirse con Rennala el hombre no le quitaba la vista al lobo– Él se va a llevar una gran sorpresa.

-Si... Supongo... –La tiznada rápidamente se acercó al lobo y se dispuso a acariciarlo, este respondió al gesto con alegría–.

-¡Woof!.

-¿Enserio vas a hacer eso? Es mala idea.

-Claro que no, míralo, es súper manso –La sin luz trató de darle pasas al lobo, pero este le contestó con una mordida– ¡AHHHHHHH!.

-¡No le des dulces para caballo, boba!.

Por su parte el caballero cariano estaba subiendo unas escaleras, unos cuantos magos que se habían mantenido leales le dijeron que había otro caballero similar a el quien decidiría si merece o no ver a la reina, este finalmente las cruzó y pudo ver a su compañero de cargo y lo saludó.

-Buenos días, soy Kaleb, un caballero cariano como tú.

-Un placer, mi nombre es Moongrum –El guardián estrechó las manos con su compañero–.

-Un placer, Moongrum, entonces...

-No.

-¿Qué?.

-No puedes ver a la reina.

Yorhaya la imputrescible - Elden RingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora