Parte 12: ¡Que comience el asedio!

27 4 0
                                    


-Entonces, maestra, sobre lo de anoche ¿Podrías guardarlo en secreto?.

-Claro, entiendo que puede ser vergonzoso.

-¡Gracias!.

-Por cierto, Millicent, sobre lo que me dijiste de no disfrutar el combate, creo que es una declaración un poco precipitada, quizás simplemente necesitas un rival digno que despierte tu interés –Yorhaya repentinamente se detuvo– Ustedes, salgan de donde están escondido, puedo notarlos.

Repentinamente salieron de los arboles varios tiznados con el símbolo pintado de un arañazo en sus escudos, Yorhaya se apresuró a desenvainar su espada, pero pronto el grupo de sin luz le abrió paso a un hombre con las manos detrás de la cabeza y que portaba dos garras, su líder.

-Relájense, relájense... Solo vengo para reclutarles, planeamos asediar el Velo Tormentoso, así que queríamos su ayuda, oímos que sus soldados están bastante asustados de ustedes.

-Oh ¿Quieren que me una a su ejército?.

-Sí, exactamente, incluso podemos pagarte con unas cuantas runas.

-Déjame pensar... No, pero pueden quedarse viendo como arraso con todo, ahora déjenme pasar.

-¿Segura? No creo que lo puedas conseguirlo sola.

-Si no me crees solo mira.

-Voy también –Dijo Millicent tomando su espada–.

-De acuerdo, te servirá para calentar.

Yorhaya se volteó y se dispuso a dirigirse a unas ruinas protegidas por unos soldados de Godrick, no se preocupó en esconderse, rápidamente de dispuso a masacrarlos a plena luz del día con Millicent rápidamente uniéndose a la carnicería detrás de ella, cuando los soldados trataban de responderle a la caballero ella rápidamente salía de su rango y volvía a entrar para matarlos, la joven pelirroja no era tan hábil, pero se movía bien y lograba anteponerse incluso a un trio de caballeros atacándola a la vez, así siguieron y cuando los sin luz se dieron cuenta ya estaban a las puertas del castillo, la imputrescible sonrió antes de acercarse al líder de los tiznados.

-¿Lo ven? Esto no es nada para mí.

-Es... Bastante impresionante –El líder sacudió la cabeza y levantó la garra para que sus soldados le noten– ¡Compañeros, estas dos guerreras han despejado el camino, es hora de que avancemos a la victoria, hoy las tierras intermedias conocerán nuestros nombres!.

Los tiznados alzaron un grito y comenzaron a avanzar hasta llegar a un puente que conectaba con el castillo y se dispusieron a cruzarlo, pero una voz repentinamente interrumpió a la banda de guerreros Sin luz y los hizo alzar la mirada junto con Yorhaya y Millicent.

-Los veo, repugnantes sin luz... Ustedes que andan tras el Círculo de Elden. Envalentonados por las llamas de la ambición.

Frente a ellos se manifestó la figura de un augurio, figura que la imputrescible ya reconocía, sin duda se trataba de Morgott, este dio un salto y fracturó el suelo levantando una cortina de polvo al aterrizar frente a la banda de tiznados y a la caballero.

-Alguien debe extinguir su llama ¡Y ese será Margit, el caído!.

El augurio rápidamente se lanzó para golpear al líder con su gran bastón, este no pudo reaccionar, pero para su suerte Yorhaya desenvainó su espada y detuvo el ataque de Morgott, el oro inmaculado se incrustó en la madera y reveló un brillo dorado proviniendo de esta, al parecer ese tal Margit era una ilusión de Morgott.

Su oponente inmediatamente reconoció a Yorhaya y con su mano libre invocó un gran martillo dorado y trató de aplastar a la caballero, esta lo esquivó, pero de todos modos alguien se interpuso innecesariamente en el camino, se trataba del tiznado que portaba la espada hoja injertada, quien había recibido y resistido el ataque cubriéndose con su espadón, aunque la presión era tanta que sus rodillas tocaron el suelo.

-¡Fascinante! ¡Hace mucho que no encuentro alguien que me haga arrodillar!.

-¡Tiznados, márchense! Solo estorbaran contra este tipo, Millicent, tú quédate, observa y aprende.

-De acuerdo, no vale la pena perder a todas mis tropas contra ese monstruo.

-Entendido maestra!.

-Ni lo sueñes, Yo Atlas no pienso perderme este combate –Dijo el hombre del espadón injertado–.

Todos los tiznados excepto Atlas pasaron alrededor de Margit y se dirigieron al velo tormentoso ya que el augurio sabía que no podía darle la espalda a Yorhaya, Millicent tomó distancia para observar el combate con seguridad, aunque este tal Margit le daba mala espina, por su parte el sin luz de prendas haraposas se levantó y se puso en posición para combatir al augurio, parecía que Yorhaya tendría que hacer equipo con ese bárbaro.

-Déjamelo a mí, estoy emocionado por luchar con un augurio.

-De acuerdo, avísame si terminas destrozado –Yorhaya bromeó antes de llamar a Millicent y cruzar el puente con ella–.

Por su parte el Sin Luz y el augurio ya habían empezado a chocar sus armas, espadón contra bastón de madera, ambas armas rebotaban al chocar la una con la otra, una ligeramente más peligrosa por el material, otra por la fuerza de su usuario, aun así el hierro se abría paso y provocaba pequeños cortes contra la madera, Atlas lentamente estaba venciendo, así que Margit no tardó en liberar una de sus manos y volvió a manifestar ese gigantesco martillo y golpear al hombre, aunque este se cubrió el golpe lo hizo volar unos metros.

-Hey, guerrero augurio ¿Ese arma es el aplasta gigantes?.

-... –Margi se quedó pensando un momento antes de asentir con la cabeza–.

-Bien, sin dudas tus habilidades son superiores, por tus venas debe de correr la sangre de guerrero, augurio –Dijo el hombre impresionando a Margit con sus palabras ¿Acaso él también lo sabía? Pero el augurio no tenía mucho tiempo para pensar, rápidamente Atlas corrió hacia el con espada en mano y ambos continuaron el combate–.

Por su parte Yorhaya y Millicent había llegado a las puertas del castillo, en frente de ellas estaba el portón totalmente cerrado y a su costado una puerta que les llevaba a una habitación con un hombre de aspecto desgastado, este les dijo que había un agujero en la pared que los soldados no conocían y que era mejor idea asediar el castillo por ese lado, ya que entrar por la puerta era una muerte segura, la joven pelirroja se lo pensó un momento, sonaba a una evidente trampa, pero se notaba que el hombre no mentía cuando hablaba del peligro de entrar por la puerta delantera, aparte el portón estaba cerrado, si era una trampa entonces los tiznados seguramente cayeron en ella y había que rescatarles, pero repentinamente su maestra interrumpió sus pensamientos.

-Abre el portón.

-¿Qué? Maestra ¿Estás segura?.

-Claro, no necesito entrar por la puerta trasera contra adversarios tan débiles.

El hombre ordenó que abran las puertas y Yorhaya se envolvió en llamas y rápidamente comenzó a correr hacia el interior del castillo, al instante le dispararon con varias ráfagas de saetas que ella logró esquivar, rápidamente notó de dónde venían, a la izquierda tras subir unas escaleras estaban cuatro balistas, rápidamente la caballero uso una de sus réplicas de fuego para impulsarse hasta el operador más lejano y que estaba detrás de todos, esta cayó sobre la balista y mató de un solo corte al soldado que la operaba.

La caballero no tardó en acercarse a los otros tres soldados y estos trataron de defenderse como podían, el primero trato de apuñalarlo con su espada, pero Yorhaya la desvió y luego le apuñalo y rápidamente retiró la espada del corazón del hombre, ella en un instante rodeó a los otros dos soldados con un salto mientras daba un tajo giratorio que cortó el cuello de uno de sus oponentes y cuando estuvo detrás del ultimo le atravesó el pecho con su espada.

Millicent no tardó en adentrarse al ver como su maestra se metió corriendo de lleno, cuando Yorhaya se impulsó hacia las balistas ella trató de seguirla, pero dos soldados le cortaron el paso, ella se detuvo para mirarlos, analizó la situación, estos se veían diferentes a los caballero de Godrick que enfrentó hasta ahora, era probable que tuvieran algunos trucos que no conocía, debía tomarse su tiempo con estos enemigos.

Yorhaya la imputrescible - Elden RingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora