Parte 14: Caminos separados

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Yorhaya finalmente pudo encontrarse con su alumna tras bajar unas escaleras a la derecha del trono, esta se encontraba limpiando la herida Nepheli, la guerrero se veía mejor ahora, estaba bebiendo un líquido rojo de una botella, parecía que le ayudaba a recuperarse un poco, aunque cara denotaba que aun tenia dolor de cabeza.

-¿Y cómo te va, Millicent?.

La joven de pelos rojos no respondía.

-¿Millicent?...

Su alumna seguía sin responder.

-¿Qué te pasa? Primero me gritas y ahora me ignoras.

-¡Pues tú me dejaste sola, me ignoraste cuando te dije que me preocupabas y ahora no te importó en nada salvar a esta chica cuando ese tal Godrick pudo matarla!.

-Oh ¿Es eso? Millicent, en el campo de batalla no puedes concentrarte en los heridos, a los que les tocó la muerte les tocó la muerte, tú misma comprobaste que tu error te pudo costar muy caro, sé que suena muy cruel, pero te lo digo como maestra.

-Quizás ya no quiero que seas mi maestra.

-¡¿Qué?! ¿Sabes lo que dices? ¡Deberías considerar un total honor ser entrenada por mí!.

-Preferiría a cualquier otro maestro antes que alguien capaz de dejar morir a alguien para enseñar una simple lección, Yorhaya –Millicent dijo con una mirada que a la caballero le dio un escalofrió que no había sentido hace tiempo–.

-Tú... Bien, haz lo que quieras.

Yorhaya se fue bajando unas escaleras y cruzando una puerta que conectaba al castillo con Liurnia, mientras caminaba por el lugar encontró un campamento con soldados del cuco que la atacaron al verla, esta rápidamente los masacró con una gran ira y siguió atacándolos ya muertos, era todo un berrinche, y nada más peligroso que el berrinche de alguien poderoso, el ego de la caballero estaba muy lastimado, Godrick se había negado a arrodillarse, Millicent la había abandonado y para colmo estaba esa mirada, esa mirada que le recordaba a Malenia, se sentía como si su propia señora estuviera decepcionada de ella, tanto que incluso pudo oír su voz.

-Mírate, haciendo un berrinche como una niña pequeña ¿Te parece un comportamiento adecuado para una caballero imputrescible? Que deshonra.

-Yo... Yo...

Yorhaya rápidamente se volteó para arrodillarse y pedir perdón, pero al darse la vuelta notó que no había nadie tras de ella, eso era obvio, pero ella lo sintió tan real que enserio creyó que Malenia estaba ahí, ella se levantó y miro a su alrededor sumamente avergonzada y esperando que nadie la haya visto hacer esa rabieta.

Yorhaya soltó un suspiro al ver que estaba totalmente sola y comenzó a vagar por la zona, mientras lo hacia ella tomó su cantimplora y trató de beber un poco, pero notó que no había nada de alcohol ¿Cuándo demonios se había quedado vacía? Ella no recordaba haber bebido hace poco ¿Acaso se acabó hace rato y ella no lo notó por no haber intentado beber antes? La caballero se comenzaba a poner nerviosa hasta que notó una voz llamándola, al mirar a su dirección vio acercarse a uno de los tiznados de la banda de Abel, este tenía una armadura de cota de maya y una alabarda.

-¡Hey! Aquí estas ¿fuiste tú quien debilitaste mucho a Godrick? Lo encontramos cansado y lleno de cortes cuando llegamos a él.

-Sí, aunque también mi alumna y otra tiznada lo enfrentaron antes ¿No se toparon con ella? Estaba muy cerca.

-Bueno, si estaba con otra tiznada y ella no era de nuestro ejército, supongo que fue a la mesa redonda con ella, nosotros no podemos ir por nuestra debilidad, pero los tiznados fuertes pueden acceder a ella.

-Bien, supongo que buscaran ahí algún buen profeta que cure a su nueva amiga.

-¿Le paso algo?.

-Nada que sea extraño en el combate, como sea ¿Para qué me buscabas?.

-Oh si, vamos a tener un pequeño festejo por la caída de Godrick ¿Te gustaría acompañarlos?.

-¿Hay alcohol?.

-Claro, tenemos licoreros entre nuestro grupo.

-¡Cuenta conmigo!.

Mientras tanto en la mesa redonda un profeta llamado Corhyn finalmente curó por completo a Nepheli, luego esta guio a Millicent hasta el señor de la mesa redonda para que se presentase con el, se trataba de Sir Guideon Ofnir, el omnisciente.

-Padre, he vuelto, no he podido reclamar la gran runa, fui derrotada en el último momento, sin embargo, me gustaría presentarle a quien me ha ayudado a medirme con el injertado.

-Nepheli, hija, no te lo tomes a mal, pero estoy algo ocupado ahora para que me presentes a tus amigos –Sir Guiedon se impresionó al levantar la vista– Sin embargo, esta es bastante interesante, dime ¿Cómo te llamas?.

-Millicent, señor, soy Millicent.

-Bien, Millicent, ese pelo rojo y ojos dorados son bastante interesantes ¿Sabes acaso de dónde vienen? –Guideon se levantó y rodeó la mesa mirando con interés a la joven–.

-Prefiero no revelar eso, señor –Millicent dijo con desconfianza–.

-Oh, entonces lo sabes, esos pelos se originan en Radagon, los gigantes lo maldijeron con sus pelos rojos ya que este los detestaba, y su descendencia también terminó maldecida con ese pelo, sin embargo, tu brazo perdido y esas marcas en tu cara, sin duda son obra de la putrefacción, entonces eres descendiente de Malenia o te has enfrentado a ella y sufriste las consecuencias ¿Me equivoco?.

-Yo...

-Sorprendida ¿Verdad? Soy Sir Guideon Ofnir, el omnisciente, fue una deducción obvia para mí, una semidiosa perdida, sin duda eres un gran descubrimiento, y a mí me alegra descubrir cosas, pídeme lo que quieras, te ayudare sin dudas.

-Gracias, pero ahora mismo estoy buscando cumplir por mí misma mis objetivos, no me lo tomes a mal, simplemente prefiero que sea así –Millicent trató de irse, pero una mano la tomó por el hombro–.

-¿Esa desconfianza es por tu maestra? Tranquila, mi padre es diferente.

-No, simplemente he decidido que lo haré así de ahora en adelante, mi camino es algo peligroso.

-Y ese camino es el camino hacia Malenia ¿No es así?.

Guideon interrumpió y el lenguaje corporal de Millicent delató que tenía la razón.

-Veo que estoy en lo correcto, déjame decirte algo, necesitaras un medallón especial para llegar a su ubicación, se de una mujer de piel plateada en Liurnia que posee un fragmento de este medallón ¿Qué tal si la buscas por mí? Ayudémonos mutuamente.

-Yo... –Millicent se quedó pensando, le impactaba que el hombre conozca sus objetivos, pero según Nepheli era un buen tipo, además, si lo que decía era cierto ella no tenía otra opción– De acuerdo.

-¡Fantástico! En ese caso, déjame darte un compañero para tu búsqueda –Guideon aplaudió y rápidamente un hombre con una armadura semejante a un esqueleto humano se adentró a la habitación– Él es Ensha, uno de mis tantos sirvientes, te acompañara en tu búsqueda, solo ten algo de paciencia, él no puede hablar.

-De acuerdo ¿Pero puedo preguntar cuáles son tus intenciones?.

-Es obvio, conocimiento, soy Sir Guideon Ofnir, el omnisciente, la búsqueda del conocimiento es lo que me mueve, quiero averiguar el paradero de los semidioses, y tú tan solo cumpliendo tu viaje me ayudaras con eso.

-De acuerdo, supongo que puedo confiar en ti –Millicent mintió antes de mirar a su nuevo compañero– Ensha ¿Verdad? Intentemos comenzar lo más rápido posible.

Yorhaya la imputrescible - Elden RingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora