Parte 15: En busca de una llave

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Tras una larga noche Yorhaya finalmente había despertado y comenzó a mirar a sus alrededores, había unas gigantescas langostas muertas al lado de ella y estas estaban totalmente quemadas y a medio comer, mirando al suelo pudo notar algo de su propio vómito, parecía que estando totalmente ebria se los había estado intentando comer completos y había tragado de más.

Mientras tanto en una iglesia destrozada se podía ver una reunión entre dos peculiares hombres, uno de ellos tenía una máscara blanca y otro estaba totalmente en prendas obscuras que imitaban el plumaje de un cuervo.

-Varre ¿Estás seguro de que ella está aquí por eso?.

-¡Claro que sí! Dios mío ¿Para qué otra cosa estaría aquí ella? Tu único trabajo es obedecer y no hacer preguntas estúpidas y ni eso puedes hacer bien.

-Si ella es tan letal como dicen no voy a lograrlo, ya viste lo que le pasó a Nerijus, deberíamos llamar a Eleonora.

-¡¿Esa niña estúpida y caprichosa?! Ella no obedece a nadie ¡No voy a dejarle esta misión a alguien cuya única virtud es matar mucho!.

-Son más logros de los que ti tienes –Murmuró el hombre–.

-¡¿Qué dijiste?!.

-Nada, ahora, dame tiempo para reunir más dedos, no conseguiré nada solo y sin un plan.

-Oh dio ¡Eres un asesino! ¡Ataca en la maldita noche! No puedo creer que haya reclutado a una persona tan sumamente estúpida ¡Largo de mi vista fracasado, tienes trabajo que hacer!.

-Si señor –El asesino dijo desanimado antes de marcharse–.

Esa misma mañana Ensha y Millicent seguían buscando la primera mitad del amuleto, el primero estaba peleando contra algunos albinauricos, un grupo les había atacado y parecía que en general estaban muy agresivos a lo largo de Liurnia, por su parte Millicent ya había erradicado a la mitad del grupo y solo quedaba uno de su parte, este asustado de la joven no paraba de retroceder mientras temblaba, pronto este se quedó acorralado al chocar su espalda contra un árbol, este solo pudo ver con total terror a la pelirroja, ambos hicieron contacto visual por unos segundos y esta última solo guardó su espada y lo dejó escapar, Millicent se volteó hacia su compañero que por suerte no la vio por estar ocupado acabando con el ultimo albinaurico de su mitad.

-Parece que esos eran todos ¿Verdad?.

Ensha solo volteó la vista hacia ella.

-Se asustaron mucho cuando comencé a acabar con ellos y no tienen mucha técnica, parece que no son guerreros, tiene que pasar por algo que los esté obligando a luchar.

El hombre con armadura esquelética solo guardó su arma y siguió caminando.

-Lo siento, me perdí en mis pensamientos –Millicent apuró el paso siguiendo a su compañero–.

Esa misma tarde Yorhaya había decidido aprovechar para entrenarse y tratar de imitar la danza de aves acuáticas, era algo muy difícil de hacer, la caballero era móvil, sí, pero la capacidad de prácticamente volar con la mera fuerza que producen los cortes era una hazaña que ella no podía conseguir, por lo tanto decidió trabajar en eso, haba cortado un árbol y clavado su espada en el tronco para usarlo como una especie de mancuerna y entrenar su fuerza dando cortes al aire con el peso del tronco en su contra.

Por su parte la tiznada que Yorhaya había conocido en Caelim estaba siguiendo un mapa junto con otro sin luz en armadura de caballero cariano, ambos dieron con la ubicación que daba el mapa, la ubicación a la llave de la academia, pero había un problema, un dragón de cuatro extremidades y cubierto en piedra refulgente estaba frente a ellos.

-Podría usar a Torrent y recogerla simplemente.

-No, es algo peligroso, déjame encargarme, está vulnerable mientras duerme, pero puede despertarse si corremos al lado.

El Cariano levantó su bastón y rápidamente invocó una poderosas ráfaga de piedras refulgentes, incluso un dragón debería recibir un enorme daño de un ataque así, pero algo extraño pasó, una pequeña gota de sangre se deslizó por la cabeza del dragón quien abrió los ojos y dio un poderoso rugido antes de alzar el vuelo, su piel apenas había sido dañada.

-¡Vámonos, vámonos, vámonos! –La tiznada gritó invocando a su caballo y recogiendo a su compañero antes de escapar corriendo del aliento del dragón–.

-¿Por qué demonios no le afecta?.

Dijo el caballero Cariano totalmente sorprendido, pero sus preguntas serian contestadas por un enorme disparo de piedra refulgente que salió disparado de la boca del dragón, el caballo apenas pudo evadir el ataque, aparentemente aquella criatura podía usar magia, los magos generalmente adquirían una gran resistencia al poder de las piedras refulgentes.

El dragón comenzó a perseguirles mientras soltaba su aliento de fuego azul, la criatura cayó en picada tratando de atraparlos con sus garras y ellos pudieron esquivar este ataque, al tenerlo cerca le dieron un corte en una de sus patas, pero no fue nada profundo y el dragón alzó vuelo casi tumbando a los sin luz con la fuerza liberada al impulsarse.

-¿Algún plan? –Dijo la tiznada al caballero–.

Yorhaya la imputrescible - Elden RingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora