Yorhaya la imputrescible - Elden Ring

Parte 10: Preludio antes de la caza

Yorhaya se encontraba durmiendo y en su sueño reconoció rápidamente esas paredes de grava y esa gran puerta cerrada, era el lugar de sus sueños tan violentos que siempre despertaban a los Melena Roja, curiosamente no había tenido esas ansias de salir desde que comenzó a viajar con Millicent, la caballero luego de mirar a los al rededores pudo centrar la vista en una joven andrógina y de pelos blancos.

-¿Nueva aquí? ¿Qué parte de mi subconsciente se supone que representas?.

-Veo que tú eres Yorhaya.

-Si.

-La conexión es baja, pero es un alivio poder encontrarnos al fin.

-¿A qué te refieres?.

Repentinamente los ojos de Yorhaya fueron bañados por las luces del sol, haciendo que la caballero termine por despertar, al voltear Yorhaya pudo ver a Millicent abrir los ojos también y despertarse junto con ella.

-Uaaahhhh... Buenos días maestra ¿Cómo dormiste?.

-Bien –Ella se levantó– Parece que nuestra expedición al lago ha sido un completo despropósito.

-Sí... ­­–Se notaba el descontento en su voz–.

-Ahora deberíamos pasar por el Velo tormentoso para llegar a Liurnia y posteriormente a la Meseta de Altus –Se notaba el desagrado en la voz de la caballero–.

-¿Pasa algo?.

-Nada especial, solo odio Liurnia sin alguna razón aparente.

-¿Quieres que nos quedemos entrenando un poco antes?.

-Quizás.

Ambas mujeres comenzaron a entrenar, pero mientras tanto en el castillo de Velo Tormentoso se podía ver a un preocupado soldado de Godrick entrar en busca de su señor para darle los informes.

-¡Mi señor, esto es malo!.

-Déjame ver, tiene que ver con esa tonta Yorhaya.

-No, los tiznados, la caballería nocturna nos ha dado informes de tiznados muy poderosos avistados recientemente.

-Oh ¿Es eso? Bien, cuéntame quienes serán los próximos en unirse a mis injertos.

-Un hombre ha limpiado todo el Castillo de Morne, el que fue asediado por malnacidos, el los venció a todos y se hizo con la espada hoja injertada.

-Alguien muy fuerte ¿Eh? Un vástago con un gran martillo se vería bien.

-Se ha avistado un pequeño ejército de tiznados sin doncella, no son muy fuertes, pero su líder parece saber lo que hace.

-¿Un montón de muertos de hambre que ni siquiera podrían unirse a mis vástagos? Ni me hables de eso.

-También se ha reportado de un poderoso tiznado con una lanza envuelta en relámpagos rojos, por mucho el más peligroso de todos.

-Oh ¿Los poderes de la comunión dracontina?.

-Ese es Vyke, no podrías contra él, así que si llega a posar los ojos en ti te recomiendo que escapes –Dijo Margit quien estaba escuchando por los al rededores–.

-¡¿No deberías estar en el puente?!.

-Yo también debo escuchar los informes.

-Como sea, no sigo tus órdenes, vas a ver cómo puedo vencer a cualquiera con estos injertos.

Mientras tanto Yorhaya y Millicent estaban entrenando, era más parecido a un juego, la primera que toque a la otra con la palma ganaba, así que debían esquivarse y buscar brechas, Millicent trataba de alcanzar a su maestra tanto yendo de frente como flanqueando, pero esta la evadía fácilmente con sus agiles y flexibles movimientos, cuando la caballero dirigió su mano hacia ella, la joven pelirroja trató de imitarla y pasar por debajo de su ataque para tocarla, pero su falta de brazo le hizo perder el equilibrio y mientras trataba de recuperarlo para no caer su maestra la logró tocar.

-Maestra...

-¿Si?.

-¿Cómo haces para moverte así?.

-Bueno, primero tienes que desarrollar cierta flexibilidad para no dañarte ¿Quieres ver a lo que puedo llegar?.

-¡Claro!.

Yorhaya sacó su espada y apuró el paso antes de dar un pequeño salto y derrapar empujando una pierna hacia el frente y otra hacia atrás mientras daba un estoque, todo su cuerpo estaba inclinado imposiblemente cerca del suelo, desde las rodillas hasta la cabeza, era algo increíble de ver.

-¿Qué opinas?.

-Oh ¡Se ve genial! ¡¿Podemos entrenar mi flexibilidad?!.

-Oh, créeme, se ve interesante, pero no sería muy útil en tu contexto, este tipo de movimiento es el postre que entrenas luego de comer, tú aun tienes que acabarte un cerdo entero.

La caballero dio unos pequeños saltos antes de comenzar a dar cortes giratorios al aire tanto horizontales como verticales con varios saltos y piruetas, recorría unas buenas distancias con cada tajo, llegando incluso hasta los seis metros, era un auténtico espectáculo.

-Te mueves bastante bien.

-Lo sé, aunque esto no le hace sombra al danzar de Malenia, de todos modos, lo entiendes ¿Verdad?.

-¿Qué cosa?.

-Agilidad, precisión, potencia y equilibrio, tu agilidad y precisión son bastante buenas, pero aún tenemos que mejorar tu equilibrio y potencia de corte, cuando considere que estén en un buen nivel voy a trabajar en tu flexibilidad.

-¡Bien! Trabajemos uno de ellos entonces.

-De acuerdo... –Yorhaya sonrió antes de tocar el suelo con su mano y usarla para levantar todo su cuerpo–.

-Jeje... Olvidé que así lo entrenábamos –Millicent dijo algo frustrada por ser ese el entrenamiento que más le dificultaba–.

-Bueno, ya no puedes retractarte ¡Jajaja!.

Por su parte en una cueva del Necrolimbo se podía ver a un gran número de tiznados reuniéndose y pasando el rato, su líder portaba unas garras y los atuendos de un bandido, entrando al lugar se hallaba un hombre con las prendas de un campeón y la espada hoja injertada en sus manos.

-Tú debes ser Abel la garra ¿Con que motivos me llamas aquí?.

-Bueno, como camarada tiznado deberías saberlo.

Y bueno, me falta poquito para acabar con la saga de Godrick, quería darle también introducción a algunos tiznados que estarían emprendiendo su propio viaje para volverse los señores del circulo, tendrán su papel cuando llegue el momento del asedio.