Aquellas semanas pasaron increíblemente rápidas. Los Tigers ganaban todos los partidos, eran los favoritos de la temporada. El entrenador Jung fue un par de noches a cenar con su mujer a casa de Jungkook. No paraba de alargarle, cosa que le encantaba ya que su padre por fin parecía que estaba completamente orgulloso de él. Le arregló el coche y le fue a ver un par de veces al campo. La vida le sonreía.
Había quedado un par de veces con Soojin, no tenía necesidad, pero era muy insistente. Además, sus amigos tenían que verle alguna vez con alguna chica por lo que salir con Soojin de vez en cuando lo beneficiaba. Pero cuando más disfrutaba era en los momentos que pasaba con Yoongi.
Después de la gamberrada que le hicieron a Jimin estaba algo más quisquilloso, pero sinceramente a Jungkook le encantaba verlo enfurruñado. Era lo que más le alegraba al ir a clase, lanzarse pullas con Yoongi y luego encontrar algún momento para estar juntos. Solían meterse en algún aula vacía, ir al baño al mismo tiempo en medio de clase, e incluso una vez provocaron una pelea en gimnasia para que el profesor los mandara antes al vestuario.
No habían ido más allá de lo que fueron en las hogueras, pero a Jungkook ya se le empezaba a pasar por la cabeza, aunque no le había dicho nada a Yoongi. Aún no estaban del todo cómodos con la situación. Además, su odio seguía existiendo.
Yoongi tras lo ocurrido con Jimin no sabía si continuar con lo de Jungkook, pero Jimin dijo que no quería hablar más de aquel tema, que quería olvidarlo y no darle más vueltas, así que Yoongi también terminó olvidándolo.
Jimin dejó de hablar con Taeyeon, a la cual no pareció importarle y aquello no ayudó a Jimin a superarlo. Para animarlo, Yoongi le enseñó la nueva canción que hizo la noche de las hogueras. Al grupo le encantó y decidieron incluirla en sus conciertos, la titularon "Fucking smug". Era algo cruel e insinuaba demasiadas cosas de Jungkook, pero nadie del instituto solía ir al local donde tocaban por lo que quedaba entre él, sus amigos y el público.
Se intentó esmerar más en las clases para que su madre estuviera más contenta. No le dijo nada de lo que vio en el callejón con Frank, ya que pensaría que se lo estaba inventado para que rompieran, así que por el momento lo dejó pasar. Bastantes problemas tenía él ya. Irene no volvió a molestarlo, pero a veces le daba la sensación de que lo seguía, sin dudaba estaba loca, aquello le recordaba a la película de "Atracción fatal". Aquella última semana de octubre el instituto se volvió en la elección del lugar donde se iría de viaje de último curso. Los del equipo de los Tigers habían hecho campaña para ir a Cancún. Calor, playa y mujeres, eso había sido lo que dijeron a todos para convencerlos.
Tarde se pusieron las pilas Yoongi y sus amigos para convencer a los alumnos. Solo un cuarenta por ciento aproximadamente votaría en las urnas por Barcelona. Muchos sabían que era una mejor opción, pero había demasiados lame-culos de los Tigers según Jin. Así que se decantaron por las trampas.
La noche de la elección se escondieron en el instituto para estar adentro cuando cerrara. Colocaron celofán en la puerta del despacho de la directora para poder abrir la puerta. Cuando terminaran saldrían sigilosamente por la entrada principal, ya que desde dentro de podía abrir, era el plan perfecto. Todo ello para cambiar los papeles y hacer ganadora a la bella ciudad de Barcelona.
— Vale, contar el mismo número de papeles que tenemos. No puede haber más votos que los alumnos que sí votaron —explicó Jin cerrando la puerta del despacho y quitando el cerrojo.
— Y dejar varios de Cancún, que si no será muy sospechoso —dijo Yoongi en voz baja.
— Aquí hay uno que ha votado por Corea del Norte... qué demonios ¿lo dejo? —preguntó Zico, carcajeando al leer los papeles que sacaba.
