Sus amigos y él habían estado toda la tarde haciendo llamadas, todo el instituto estaba avisado. Tenía la casa, la piscina, la música preparada, todo listo para los litros de alcohol que se necesitarían para aquella noche. Quitó las sábanas de todas las habitaciones, sabía perfectamente que si no lo hacía aquella noche, luego no tendría ninguna limpia para dormir.
Conocía a los de su instituto y a sus amigos aún más. La fiesta sería grande y si alguien la iba a disfrutar eran sus amigos: unos borrachos obsesionados con el sexo y demostrar su fuerza bruta, la armarían. Se llevarían chicas a las habitaciones y no saldrían hasta quedar rendidas.
La gente derramaría sus bebidas, vomitarían por todas partes, y destrozarían muchas cosas, pero ese es el precio que se había de pagar por ser el más grande de los grandes, y Jungkook estaba dispuesto a pagarlo.
Yoongi y sus amigos no estaban sorprendidos, sabían que no les invitarían a la fiesta. Estaban en la casa de su amigo Jin, fumando y tocando un poco de música.
— A mí me importa una mierda que no me hayan invitado —dijo una vez más Jimin, dejando entrever que en realidad estaba molesto.
— ¿Entonces puedes dejar de hablarnos de la puñetera fiesta? —le espetó Jin, intentando que se concentraran de una vez en la pieza que estaban componiendo.
— Solo estoy un poco molesto porque somos los únicos que no están invitados... ¡Hasta Irene irá! —se quejó Jimin.
— No le des más vuelta, Jeon solo lo hace por jodernos —dijo Yoongi dando otra calada a su cigarro.
— Yo sigo diciendo que deberíamos ir —dijo Zico trayendo un par de botellines de cerveza más.
— Mmm. Aunque no lo crean, estoy con Zico en esto —dijo Yoongi de pronto.
— ¿Y se puede saber qué interés tienen en esa fiesta? —preguntó Jin exasperado.
— ¿No es obvio? —preguntó Yoongi como si Jin fuera bobo.
— Alcohol gratis —respondió Zico con entusiasmo.
— Chicas —dijo Jimin alzando las cejas.
— Fastidiar a Jeon —aportó Yoongi.
— Alcohol gratis —repitió Zico, dejando claro que era lo más importante.
Jin se quedó callado un momento, pasando la mirada de uno a otro.
— Bueno, ya veo que ya han decidido que vamos a ir, así que es una estupidez que me siga oponiendo —dijo Jin levantándose y haciendo que los demás lo hicieran también mientras reían.
— No mientas, te ha convencido lo del alcohol gratis —dijo Zico pasándole un brazo por los hombros a Jin mientras salían hacia la fiesta.
La casa de Jungkook era enorme, una mansión por así decirlo. Dos plantas enormes, un gran jardín, piscina con luces, grandes ventanales... Un lugar perfecto para una fiesta. Jungkook se encontraba en el jardín, rodeado de gente vitoreándole por el evento. Las chicas le rodeaban, se agarraban a su brazo diciendo estar demasiado borrachas, le abrazaban y le susurraban al oído, insinuando sus escotes e invitándole a que le enseñara las habitaciones.
— Lo siento, chicas, pero no puedo ignorar al resto de los invitados —dijo Jungkook muy galán.
— Oh, vamos, Jungkook, si sabemos que lo estás deseando —le dijo una morena mientras le mordisqueaba la oreja.
