Yoongi no había aparecido en las primeras horas de clase. Jungkook no le había visto desde lo sucedido en la fiesta de Halloween, no sabía lo que sentía Yoongi. No pensaba pedirle disculpas, de eso estaba seguro, solo había sido una broma que se había descontrolado.
Ellos eran así desde siempre, haciéndose gamberradas, por lo que no creía que a Yoongi le molestara más de lo necesario. Se la devolvería y punto. Además, tenía la teoría de que lo de las fotos de Instagram había sido obra de sus amigos.
Se dirigió al vestuario con sus compañeros para cambiar su ropa por el uniforme deportivo. El profesor les condujo a los campos exteriores. Todos observaban a las chicas de clase en el campo de enfrente, las miraban con sus pantalones cortos y sus camisetas estrechas de deporte. A los chicos les molestaba una barbaridad no tener que dar la clase con ellas, según Hoseok, los calentamientos por parejas serían mucho más entretenidos.
Se colocaron para comenzar a calentar. Jungkook solía ponerse con Namjoon, Hoseok era demasiado bruto y le hacía polvo la espalda.
— Vaya, señor Min, gracias por deleitarnos con su presencia —dijo el profesor al ver a Yoongi.
— Un placer —contestó.
Ni siquiera se había cambiado, llevaba sus vaqueros, su camiseta y sus zapatillas.
— No lo aguanto... —susurró Namjoon a Jungkook.
— Vaya a ponerse el uniforme y venga enseguida —dijo el profesor dejándose de tonterías.
— A sus órdenes —contestó Yoongi haciendo un saludo militar.
El profesor les hizo sacar el equipo mientras venia Yoongi. Tardó un par de minutos en llegar. Yoongi odiaba aquel uniforme, si fuera por él lo quemaría. Se colocó junto a sus compañeros para empezar el entrenamiento.
— Señor Min, ya que ha tardado tanto ¿podría dirigir el calentamiento individual? —le dijo el profesor.
— Mm... no creo ser adecuado para esa tarea —contestó.
— Oh, venga, no sea tímido —le dijo el profesor indicando que se acercara con la mano.
— Si, venga, Min, ¡no seas tímido! —gritó Jungkook.
Yoongi se dirigió al centro, no tenía ni idea de cómo se hacia el calentamiento. Cuando el profesor les ordenaba qué hacer, él siempre se escaqueaba y simplemente giraba los brazos para aparentar que estaba haciendo algo.
— Bueno, a ver, un poco de... articulaciones —dijo, haciendo girar los brazos, era lo único que sabía.
— ¡Qué gran técnica de giro de brazos, Min! —gritó Jungkook, todos rieron.
— ¿Verdad? Tú ten cuidado, Tucán, no vayas a echar a volar cuando lo hagas —le contestó Yoongi, todos rieron más fuerte.
— ¡Cállense y a calentar! —ordenó el profesor— ¿Qué más, Yoongi?
— Mm... Ahora lo mismo con la cabeza —dijo girándola mientras se agarraba el cuello.
Jungkook susurró algo a sus compañeros y volvieron a carcajearse.
— ¡Silencio he dicho, Jeon! —gritó el maestro cansado de niñeces.
— Y ahora la cintura —dijo Yoongi, haciendo círculos con ella.
Jungkook no podía aguantar aquella imagen y rompió a reír.
— Y luego bailaremos la macarena ¿no? —le gritó sin dejar de reír.
— ¡Se acabó! —chilló el maestro perdiendo la cabeza—. Ahora el calentamiento por parejas. Jeon, ya que tienes tan buena relación con Min, pónganse juntos.
