Toda posibilidad de divertirme esa noche se había desmoronado.
Trataba de sonreír para no aguarle la fiesta a Nora, pero me resultaba cada vez más incómodo estar en presencia de una persona que había intentado tomar ventaja cuando yo no podía defenderme.
Más aún, me sentía impotente. No podía sencillamente recriminarle al chico lo que había tratado de hacer, porque me estaba basando en un recuerdo difuso. Él no tendría más que negarlo y yo solo podría morderme los labios con frustración. Era su palabra contra la versión de una... persona alcoholizada.
Me atreví a mirar al tal Brayan, alias Light Yagami. Él ni siquiera se había mostrado nervioso o arrepentido; solo se limitó a hacer como si nada hubiera pasado, lo cual me hizo sentir aún peor. A simple vista, no parecía un mal chico, pero estaba claro que las apariencias engañaban. Charlaba y reía con Melisa de una manera muy íntima, como dos viejos amigos, y Travis a su lado no dejaba de mirarlos con un mal disimulado fuego de celos en sus ojos.
Quería abandonar la fiesta cuanto antes, pero me contuve por no defraudar a mi amiga. Contenerme. Eso era lo único que sabía hacer.
Respiré aliviada cuando alguien advirtió que casi tocaban las doce y debimos ubicarnos todos, o los que cupiesen, en torno a la mesa con el pastel, comprado con mi "sangre, sudor y lágrimas". Nora rebozaba de alegría. Le encantaba ser el centro de atención mientras le cantábamos Feliz cumpleaños.
—Pide un deseo —gritó alguien.
Mi amiga cerró los ojos para concentrarse. Y por un instante, imperceptible para muchos pero no para mí, frunció el ceño y apretó los párpados en un gesto con el que parecía querer reprimir algún dolor. Se acercó al pastel y sopló las velas, momento en el que Melisa y Caterin aprovecharon para llenarle la cara de merengue. La felicidad, solo esfumada por unos segundos, había vuelto a su rostro. Ella nunca me había contado su deseo, pero yo sabía, por su expresión que se repetía año tras año, que siempre pedía lo mismo.
Mi cabeza estuvo a punto de caer sobre mi rústico bol con gachas. No había pegado ojo en toda la noche. La imagen de chicos pelirrojos me atormentó en sueños. Nora me decía algo sobre el último reporte de Lady Whistledown pero yo no atinaba a escucharla.—¡Oye! —Chasqueó los dedos frente a mi cara para desvelarme—. Tienes un aspecto terrible.
—Gracias, tú también.
El cansancio y el adormecimiento postfiesta habían contagiado a todos en el gran comedor.
Carla, que lucía hoy un cabello castaño natural porque aparentemente no había tenido tiempo de teñirse, reclamó la atención de los presentes desde la tarima del fondo.
—Hola, hola, ya llegó una nueva semana y con ella nuevas actividades. Pero esta vez tenemos una muy muuuuy especial. Por eso implicó un poco más de presupuesto.
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¿Fangirl? Siempre (#PGP2024)
Teen Fiction💜¿Hay una edad límite para ser fangirl? 🚫"Ya estás muy mayorcita para esas cosas", "Pon los pies en la tierra", "Baja de la nube", "El fanatismo no te va a llevar a ninguna parte" son las frases que estoy acostumbrada a escuchar, y puede que me l...