"Un mundo ideal"🌈

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Casi nunca las cosas solían ser como las había imaginado. Pero ante mí tenía una excepción. Era el campamento que había soñado desde hacía años.

Un plácido lago de aguas cristalinas, con un pequeño embarcadero muy similar al de la película The Notebook, parecía ser la fuente vital de aquel lugar. Alrededor de él se erigían unas graciosas cabañitas como las del país de Liliput, las cuales inferí que fueran las habitaciones. Había aquí y allá edificios más grandes, decorados con su particular estilo.

Cerca de las aguas se alzaba imponente un estandarte con la bandera del campamento: Un sobrio fondo blanco con el corazón negro en el centro, por ser los colores del Yin y el Yang.

A lo lejos, unas enormes montañas formaban una barrera que nos aislaba del mundo exterior. Y como si se tratara de una auténtica tierra de ensueño, un arcoíris hacía una sonrisa invertida en el cielo. No me hubiera extrañado si al final de él hubiese habido un auténtico tesoro...

—Bien, atiendan un segundo.

La orden provenía de un muchacho que aparentaba tener un par de años más que yo.

No tuvo que repetir el mandato dos veces porque el complaciente grupo rápidamente se posicionó en torno a él. Sin duda había personas que tenían el poder de hacerse escuchar.

—Primero, bienvenidos al fancamp —comenzó a decir con una grave pero melodiosa voz—. Son casi los últimos en llegar, lo que significa que ya he tenido que repetir el discurso unas ocho veces; así que, si no les importa, seré breve. El resto de las informaciones se las dará la directora en la inauguración de esta noche.

El cansancio de su rostro no ocultaba sus agraciadas facciones. Nora también parecía haberse percatado de ese hecho, porque no dejaba de darme toquecitos con el codo.

Me llamó la atención que el chico calzara unas converse negras. Por mucho tiempo fueron unos zapatos muy populares, pero ya habían dejado de serlo. Una pena, porque lucían magníficas en él.

—Podrán recoger las llaves de sus cabañas en la recepción. —El chico siguió con su explicación, ajeno a los suspiros que estaba generando en más de una, y uno—. Las habitaciones tendrán un máximo de cinco personas, y no están equipadas con baños, así que tendrán que ir a los lavabos que se encuentran a mis espaldas.

Miré a Nora con cara de "no me habías dicho este pequeño detalle". Ella se limitó a guiñarme un ojo.

—Está prohibido nadar en el lago después de las seis de la tarde.

—¿Y eso por qué? —preguntó una chica de rasgos asiáticos, visiblemente más interesada en interactuar con él que en obtener la respuesta a su pregunta.

—Por el monstruo del lago —comentó uno en son de burla.

—Por las sirenas del lago —dijo otro.

—O tal vez... —retomó la palabra el chico de las converse negras—, porque ese es el momento del día en que los jóvenes comienzan a hacer más tonterías. —Nadie rebatió el lógico argumento—. El gran comedor donde se celebrará la inauguración, y bueno, donde se celebrará casi todo, está en aquella dirección. —Señaló un enorme edificio rectangular a lo lejos cuya imponente fachada no dejaba dudas sobre su importancia.

<<Hay un espacio para la fogata — enumeró—, un pequeño estadio para miniconciertos, un café literario, una taberna, un maid café, una tienda de cosplay, un cuarto de videojuegos y una sala de karaokes para aquellos que se crean cantantes, que gracias al cielo es insonorizada.>>

El comentario despertó las risas del grupo y alguna que otra interrogante sobre la ubicación de esas instalaciones.

—Hay señales por todo el lugar, así que les aseguro que no se perderán, y si lo hacen, pues, les tocará explorar su lado aventurero —dijo encogiéndose de hombros—. Por último, y esto les sonará muy familiar. —Guiñó un ojo a la chica asiática mientras lo decía—. Hay dos sitios que deberían evitar por su propia seguridad: La cabaña embrujada por aquellas montañas, si no quieren sufrir una muerte dolorosa; y el Bosque Sombrío a mis espaldas. —Apuntó sus pulgares a una tenebrosa y espesa vegetación que, en efecto, no tenía nada que envidiarle al Bosque Prohibido de Harry Potter. 

—Pero ¿no es en esa dirección donde están los lavabos? —preguntó el muchacho regordete de los ojos de cervatillo.

—Exacto, buena suerte. —Chocó las palmas y se disponía a marcharse cuando una chica preguntó su nombre; bueno, no una chica cualquiera, sino mi amiga Nora—. Erik, mi nombre es Erik —respondió con una media sonrisa y el muchacho de las converse emprendió su camino.

Una parte del grupo se quedó especulando sobre los posibles misterios del Bosque Sombrío y la casa de la montaña, mientras que el resto fue directo a la recepción para buscar sus llaves.

—¿No es lindo? —me preguntó Nora con una sonrisa pícara.

—¿El campamento? Sí, es lindo —dije fingiendo inocencia.

—No me refiero a eso.

—Siii —respondí a mi pesar—. Tan lindo que debería ser ilegal. ¿Contenta?

Ella esbozó una sonrisa de triunfo.

—Se parece un poco a Noah Centineo —continuó ella intentando sonsacarme las palabras.

—¡Nora! —la interrumpí—. Yo todavía estoy en una relación. Y además él no se fijaría en mí.

—¡Hum! La chica insegura que no se cree lo suficientemente buena para el protagonista. ¿Dónde he visto ese cliché antes? —Se tocó la sien con el dedo simulando pensar.

—¿Quieres parar, Nora? —En ese momento recordé algo—: Por cierto, tengo que llamar a mi madre.

—Sí, sí, cambia de tema.

—No, es en serio. Le prometí que la iba a llamar nada más llegar al campamento.

Saqué mi móvil y marqué el número de mi casa, pero algo andaba mal.

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FRIKI-DICCIONARIO

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¿Fangirl? Siempre (#PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora