La emoción del día me había despabilado. Nora me había enviado un chat por la red interna avisándome que el torneo de videojuegos se extendería hasta la mañana. Melisa y Caterin dormían en sus camas.
Me había colado en la estrecha cama de Vanesa y, sin darnos cuenta, nos habíamos pasado horas en la penumbra viendo videos musicales de BTS en su laptop —con audífonos por condescendencia hacia nuestras compañeras durmientes.
Los videos eran demasiado adictivos y casi pegué un grito fangirl cuando vi la referencia a mi adorada novela "El señor de las moscas" en el video de “On”. Los chicos eran geniales. Pero por desgracia, habían llegado a mi vida demasiado tarde.
—¿Sabes? Hay como una especie de leyenda sobre BTS —me había dicho Vanesa—. Se dice que ellos llegan a tu vida en el momento justo.
Sonreí a medias.
Si esa leyenda era real... ¿por qué habían llegado a mi vida ahora, cuando había decidido dejar todo este mundo atrás?
Pero no pude dedicarle mucho tiempo a ese pensamiento porque Vanesa estaba ansiosa por mostrarme los videos graciosos del grupo de chicos; grabaciones casuales que habían hecho para las fans, o actividades inusuales que hacían cuando no estaban de gira.
Eran pasadas las dos de la madrugada cuando sentimos un deslizamiento de sábanas en la cama de Melisa.
Hubo un momento de tensión cuando ella se incorporó en el colchón y nos miró desde las sombras.
—Ups, lo siento Melisa, ¿hicimos mucho ruido? —se disculpó Vanesa con un susurro.
—No, tranquila —Ella estiró los brazos mientras bostezaba—. Estos días no estoy durmiendo muy bien. ¿Qué están haciendo ustedes dos a esta hora?
—Estamos viendo videos cómicos de BTS —respondí.
—¿En serio? ¿Puedo ver yo también? —dijo Melisa más animada.
—¡Claro! ¡Por supuesto! —respondimos Vanesa y yo al unísono.
Me levanté para ayudar a Melisa a juntar las dos camas, con cuidado de no despertar a Caterin, y nos acomodamos en el ahora espacioso colchón.
Era la primera vez desde el suceso con “el que no merecía la pena nombrar” que Melisa pasaba un rato con nosotras. Al principio fue un poco incómodo, pero las desternillantes bromas y los momentos divertidos y alocados de los chicos de la banda hicieron que nos olvidáramos de que alguna vez estuvimos distanciadas.
Volver a escuchar la contagiosa carcajada de Melisa fue música para mis oídos. Estuvimos llorando de la risa hasta que los primeros rayos de sol se colaron por la pequeña ventana encima de la puerta. Por unas efímeras horas, parecía que todo volvía a ser como antes de la tormenta.
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¿Fangirl? Siempre (#PGP2024)
Teen Fiction💜¿Hay una edad límite para ser fangirl? 🚫"Ya estás muy mayorcita para esas cosas", "Pon los pies en la tierra", "Baja de la nube", "El fanatismo no te va a llevar a ninguna parte" son las frases que estoy acostumbrada a escuchar, y puede que me l...