📫Reporte de mitad de semana

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Queridos lectores:

Sé que es usual que esperen mis escritos a inicios de cada semana. Pero mi certera intuición me dice que estarán muy ocupados para ese entonces con la ceremonia final del campamento. Y no quería abandonar este barco sin dedicarles una última reflexión, al menos, a través de este formato.

No sé ustedes, pero esta autora está más que hastiada de escuchar de los adultos las mismas frases clichés: "Esta generación está perdida" o "Son la generación de cristal".

Aunque varios insistan en opacarnos, somos la generación que rompió los esquemas; que convirtió la utopía de la inclusión y la igualdad de derechos en una "quasi" realidad.

Somos la generación que vio nacer el movimiento Me Too y Black lives matters en defensa de los derechos de los que por largos siglos fueron llamados "subalternos".

Somos la generación que empezó a tomar acción por el cuidado del medioambiente y la protección de los animales, porque por una vez, fuimos conscientes de que el ser humano no era el centro del universo, como aseguraban los intelectuales del Renacimiento europeo.

Somos La Resistencia; los que rompimos los estrictos moldes de la sociedad.

Todavía insatisfechos, nos inventamos una profesión: el influencer.

Los booktubers y bookstagramers asumieron como nuevos críticos literarios, los blogueros fungieron como periodistas, y Wattpad se convirtió en la gran editorial del pueblo. Hicimos de la ficción nuestro refugio.

No somos la élite, sino "los de abajo".

Difuminamos las fronteras terrestres. Consumimos doramas coreanos, telenovelas turcas, mexicanas, brasileñas y series de Netflix. Leemos comics de Marvel y DC, y aún esperamos por el final del manga de One Piece. Escuchamos k-pop, rock británico, música norteamericana y ritmos latinos. La barrera del lenguaje nunca fue un obstáculo cuando se trataba de disfrutar de las cosas que más amábamos.

En fin, queridos míos, requeriría de varias páginas para enumerar nuestras luces y no es intención de esta autora abrumarlos.

En efecto, somos "la generación de cristal", pero no por la fragilidad que caracteriza al material, sino por el brillo que desprende al recibir la luz del sol.

Ya lo decía el gran escritor Shakespeare hace siglos en una generación que "supuestamente" aún no estaba perdida: "Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes".

Queridos míos, tengan siempre presente esto: No somos la generación perdida, somos la generación encontrada. Que nadie les haga creer lo contrario.

                Atentamente,

                       Lady Whistledown

¿Fangirl? Siempre (#PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora