Capítulo 13

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13.- Lo que nos confesamos a escondidas.


La fortuna seguía sin sonreírnos. Al contrario que Sapphire, Fortuna parecía tomarse las cosas muy en serio. ¿Veríamos su sonrisa antes de morir? La simple idea de morir me aterrorizó, agarrotado y cansado sobre la cómoda silla. La mujer deslizó sus dedos sobre el escritorio. Abrió un cajón, rebuscó y sacó unos cuantos papeles. Después de ojearlos los tiró de cualquier manera frente a nosotros.

- Esa es la orden de detención, la cual está redactada con todo lujo de detalles, por cierto, que han enviado a todas las ciudades del Gobierno – comentó. La tranquilidad con la que lo dijo daba hasta miedo.

Incliné la cabeza sobre el informe. La letra era pequeña y confusa, como si la hubiera escrito a mano un niño y luego hubieran fotocopiado el escrito unas cuantas veces. Odiaba aquel tipo de cosas. ¿Siempre tenían que complicase tanto?

- Y... ¿De qué os conocéis tú y Jane? - Preguntó Sheryl, apartando la mirada del papel que tenía entre las manos.

- Considero que esa información no es relevante en este momento. Ya habrá tiempo para contarnos nuestra vida.

Sapphire apoyó un codo sobre la mesa y la cabeza sobre la mano correspondiente. Quise reprocharle, enfadarme con ella y pedirle un poco de consideración. Pero, como siempre, todo terminó en un simple enfado que guardé tras de mil candados. Lo mejor sería no hacerla enfadar.

Aunque parecía ser bastante madura, Sapphire aparentaba no más de treinta años. Esbelta, atractiva al fin y al cabo. Lo que más me llamó la atención de ella fue su rostro severo y sus ojos. Ojos como el azulado color del mar. Si te quedabas un buen rato mirándolos, parecían poseer una profundidad sin fin.

Blake y Sheryl dejaron los papeles en el sitio dónde Sapphire los había dejado caer. Esta los recogió.

- Tenemos pocas alternativas – dijo, finalmente, Blake-. No te conozco y quizás tú no sepas quién soy... Pero te pido por favor que, si nos puede ayudar, nos ayudes.

Clavé la mirada en él. ¿Blake estaba pidiendo ayuda a una desconocida sólo porque Jane nos había comentado que era de confianza? Entonces me di cuenta de que estábamos más desesperados de lo que creía. Sólo entonces vi el verdadero peligro de nuestra situación. ¿Y todo por qué? ¿Querer vivir como personas y no como animales es tan grave? Agarré la mano de Blake por debajo de la mesa y la apreté con fuerza. La impotencia lamía las heridas que el cansancio había dejado por todo mi cuerpo.

- ¿Cómo quieres que no sepa quién eres? Un Capitán tiene un rango más alto incluso que una alcaldesa como yo. De todas formas...

La alcaldesa miró a Jane. Ella simplemente desvió la mirada. Me seguía intrigando qué tipo re relación tenían. No parecía ser la más normal del mundo. Aunque... ¿Qué parte de las dos últimas semanas de mi vida había sido normal?

Sapphire suspiró. Se recostó en la silla y se cruzó de brazos.

- Ya he hablado de esto con Jane. Os ayudaré, sí. Pero a cambio de un escondite, comida, protección y una cama en la que poder dormir, tengo que pediros algo.

Necesitaba que alguien me pellizcara. ¿Aquello era real? Antes de que me diera cuenta, las palabras ya habían brotado de mis labios.

- Pero... ¿No te pone eso a ti en peligro? - Me escuché preguntarle. Inmediatamente apreté los labios y bajé la mirada.

- Si yo fuera una alcaldesa normal, sí, me pondría en peligro. Quizás en más peligro que a vosotros. Pero si os ofrezco mi ayuda es porque yo salgo ganando también con este trato, ¿no creéis?

El Ángel de Lucifer [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora