Capítulo 34

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34.- Hemos venido para ayudaros.


Observé al hombre a través del cristal. Aquella figura en medio de la amplia sala blanca parecía completamente fuera de lugar. No supe acertar si se prestó voluntario para presumir o, simplemente, para poder acabar con aquello lo antes posible.

- Blake, vamos a comenzar en menos de cinco minutos -ordenó Sapphire.

Él simplemente asintió con la cabeza, esperando, pacientemente. Observé a Sheryl y Klaine. Parecían completamente tranquilos.

- ¿No estáis preocupados?

- ¿Preocupados? -Preguntó Sheryl.

- No tenemos que preocuparnos demasiado. Estamos hablando de Blake, al fin y al cabo -Klaine se encogió de hombros sin apartar la mirada de la pantalla de cristal-. Siempre ha sido "el mejor".

¿El mejor? Era cierto que aún no sabía nada de Blake. Todo lo que rodeaba a aquel hombre estaba rodeado de misterio y, aunque quería haberme acercado a él un poco más, nunca había encontrado el momento. Cuando creía que podría él siempre se mostraba completamente inaccesible, terco y un poco maleducado. Entendí desde el primer momento que era una persona difícil, pero no imaginé que sería tan complejo poder acercarse a él.

- Va a comenzar, prepárate -anunció Sapphire manipulando con brío un panel repleto de botones, colocado con esmero en una de las paredes: el controlador de la sala.

Una leve sacudida; Blake se cruzó de brazos observando como las paredes de la sala se iban abriendo poco a poco dando paso a un arsenal incontable. Las pesadas armas de fuego apuntaban hacia él. Algo me decía que aquellas armas estaban cargadas con munición de verdad.

El tiroteo empezó sin demora; la sala envuelta en pólvora y una atroz sinfonía metálica.

El sonido de los disparos ensordecía y, por si fuera poco, en aquella lluvia de balas resultaba imposible encontrar a Blake. Sin embargo, tras medio minuto de aquel intenso fuego, una de las ametralladoras estalló causando un atroz sonido. Después otra, y otra, y otra... Así hasta que la lluvia de balas cesó. Blake, con su misma expresión hostil de siempre, yacía en el centro de la sala, ileso.

- Blake posee una habilidad muy peculiar -Sheryl se alzó, estirándose-, no entiendo muy bien cómo va, pero parece que puede alterar los impulsos y la velocidad. Es algo... Complejo -continuó, gesticulando atropelladamente.

- Es difícil de entender, pero en realidad no es más que un cambio en la velocidad y dirección de los cuerpos -aclaró Sapphire-. He hablado con él sobre ello y pensamos que esa era la única opción posible.

- Yo también hablé de eso con él -intervino Klaine-. Buscamos en los archivos del Gobierno y hay información sobre una habilidad llamada "Interceptor". Sospechamos que se podría tratar de eso.

- ¿Por qué soy la única a la que no le ha dicho nada? -Preguntó, ofendida, Sheryl, hinchando los carrillos.

- Tranquila, yo tampoco sabía nada -bromeé.

- Sea como sea -nos interrumpió Sapphire-, tenéis delante de vosotros a un hombre muy capaz. Deberíais agradecer no tener que cruzaros en su camino.

Tras las palabras de Sapphire y aquella demostración de poder, comencé a ver a Blake de otra manera. Entendí que lo que había hecho había sido alterar el rumbo de las balas para hacerlas chocar contra las armas. Y, seguramente, eso no era nada sencillo.

Cuando entró por la puerta se sentó inmediatamente y llevó ambas manos a la cabeza. Klaine corrió a su encuentro, sentándose a su lado; pasó uno de sus brazos por los hombros de su pareja.

El Ángel de Lucifer [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora