Compañero

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La lluvia difuminaba el horizonte, la humedad provocaba un ambiente de nostalgia y tranquilidad, el sereno húmedo y frío, evocaba un aire de confort y paz, el sonido de las gotas impactando el suelo, mezclaban con el ambiente casi insonoro de la ciudad de Nueva Mombasa; las luces neón de los imponentes edificios, eran opacados por los salientes destellos del sol, que resbalaba su luz por las calles, silueteando los complejas y modernas edificaciones.

El Spartan por fin llegó hasta donde el radar le indicaba, un punto parpadeante, indicando su destino a tan solo unos pasos, ingreso al edificio, identificándose a la entrada, como B-312, la sorpresa fue inmediata, el personal que le recibió le veía como si fuera un cadáver andante, ya con la autorización, una de las recepcionistas, le llevó hacia la oficina del Coronel Urban Holland.

- ¿Cómo se encuentra Teniente? - preguntó amablemente la recepcionista.

- Muy bien, gracias - respondió sin siquiera mover su mirada de las puertas del elevador.

- Se que perdió a la mayoría de su equipo ... - dijo mirándole a los ojos, un poco nerviosa.

- Si, sólo yo sobreviví - interrumpió fríamente.

- No, también sobrevivió el Spartan A-266.

- ¿Jun? - dijo bruscamente 6, mientras le dirigía una mirada de sorpresa.

- Así es, él cumplió su misión y trajo con bien a la Doctora Halsey es solo que ...

- Pero ¿cómo lo hizo?

La puerta del elevador se abrió y frente a ellos, con una posición recta se encontraba el Coronel Holland.

- ¡Teniente! - dijo con brusquedad el Coronel.

- Señor - respondió 6 rápidamente, mientras se acomodaba nuevamente frente a él.

La recepcionista agachó la cabeza y apretó el botón para descender por el elevador, el Spartan veía de reojo hasta que la puerta se cerró, y las luces de arriba, indicaban que ella había llegado a la planta baja.

- ¿Todo bien Teniente?

- Si, disculpe Coronel.

- Entremos a mi oficina - indicó con su mano el camino al frente.

- De acuerdo.

Caminaron unos pasos hacia la oficina del Coronel, con grandes cristales a su espalda, pero con las cortinas oscureciendo la misma, a su izquierda, el muro estaba plagado de reconocimientos y distinciones, y a su derecha, una fotografía de un grupo de cadetes en una graduación, el escritorio estaba perfectamente ordenado, únicamente con una hoja y una computadora portátil, junto a la hoja había una pluma de tinta azul, el escritorio era de madera, con un estilo clásico color roble claro, y detalles en los bordes plata, en los extremos laterales, tenía un cristal templado que ocultaba el interior. El Coronel se detuvo y le extendió la silla, haciéndole un ademán con la mano para que 6 se pudiera sentar.

- Hágame el favor de ocupar el asiento Spartan, seré breve - dijo mientras caminaba lentamente hacia su asiento.

- Si, Coronel - se sentó sin más vacilación.

El Coronel, se sentó y le miró un momento, los rayos del sol comenzaron a escapar por las orillas de la cortina.

- ¿Le molesta la oscuridad? - preguntó el Coronel, mirando su ventana.

- No, estoy acostumbrado - comentó el Spartan.

- No es una máquina Teniente, si prefiere más luz puede decirme, yo me siento tranquilo en la oscuridad.

Noble 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora