¡Hey, tú! [Steddie]

14. Enigma

~ ~ Flashback ~ ~

Tras echarse un vistazo en el espejo retrovisor y suspirar ante su ridícula imagen, bajó del auto y cruzó la carretera, caminando en dirección a la tienda que había encontrado en el directorio del pueblo; una tienda en la que supuso encontraría lo que buscaba.
Al llegar se echó un último vistazo en el reflejo del oscuro cristal en la ventana del local.
Unos lentes de sol le cubrían los ojos, y una gorra ocultaba su cabello. Apenas si se reconocía a sí mismo. No se sentía Steve Harrington con su cabello aplastado bajo una gorra.

Dio el primer paso hacia el interior de la tienda, haciendo tintinear la campanilla de la puerta al abrirla, y vio alrededor. Un montón de cosas freakys de las que no tenía la menor idea. Jamás había entrado a aquel lugar. Ni siquiera se habría dado cuenta de que existía de no ser por su tonta misión.
Se acercó al chico del mostrador y apoyó un brazo ahí mientras seguía viendo alrededor.

-Ahm... hola. Necesito ayuda con un par de cosas que estoy buscando. - le dijo. Al entender que el chico esperaba que le dijera qué eran esas cosas, siguió hablando - Necesito un manual, una guía o como se llame, para principiantes de... Calabozos y dragones. Y también busco un regalo de navidad para un chico que es maestro de calabozos, ya sabes, algo del juego como un... no sé... algo que pueda servirle para jugar.

-¿No eres el capitán del equipo de baloncesto?¿Steve Harrington? - fue lo primero que el chico preguntó.

-¿Eso es importante? - preguntó Steve con impaciencia, a lo que el otro respondió encogiendo los hombros.

-¿Para qué edición de Calabozos y dragones quieres el manual?

Steve lo vio con la boca entreabierta y parpadeó un par de veces.
-Ahm... para alguien que no tiene la más mínima idea sobre el juego.

-Entiendo. - dijo el chico y fue a buscar entre algunos estantes con libros enormes, del que sacó uno con un grosor que horrorizó a Steve - Este es primera edición. Tiene la información que necesitas saber, lees lo básico y el resto lo puedes ir aprendiendo en la campaña.

-¿Esto es lo básico? - preguntó Steve con ganas de llorar - ¿Cinco mil páginas?

-En realidad son mil y algo.

-Ah, mil y algo, qué bien. - dijo con sarcasmo - Bien. Lo quiero.
Ahora ayúdame con el regalo de navidad.

Mientras el chico buscaba algunas cosas en una bodega, Steve fue a sentarse en un sillón y se dedicó a hojear el libro sin entender nada, y a maldecir.
-¡Esta mierda! - gruñó y lo cerró dejándolo sobre sus piernas, para luego dejar caer la cabeza hacia atrás en el respaldo del sillón y cerrar los ojos.

La puerta se abrió y sonó el tintineo de la campanilla.
Steve maldijo al ver a uno de los amiguitos de Mike Wheeler entrar. El menor venía escuchando algo en unos auriculares, pero al ver a Steve los retiró, lanzándole una mirada de total perplejidad, entonces se dio cuenta de que su estúpido disfraz no servía para nada más que para arruinar su peinado.

-Sigue tu camino, niño. - le dijo fastidiado.

-Okey. Que malhumorado. - murmuró el chiquillo, pero su vista se detuvo en el libro sobre las piernas de Steve, lo que pareció impactarlo muchísimo más. Steve apretó los labios.
- Es una buena edición. - dijo asintiendo.

Steve vio hacia el libro y al niño respectivamente. No. ¿O sí? - pensó.
Tamborileó con los dedos sobre el libro y luego vio otra vez al menor.
-¿Conoces bien el juego?

-Como la palma de mi mano. No es por presumir, pero soy nivel...

-Sí, la verdad eso no me interesa. ¿Crees que puedas darme un resumen de este libro?